Rita Estévez Luaña, consejera independiente y ejecutiva.

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IA Generativa : ¿cómo implantarla en la empresa?

28 enero, 2024 03:01

El 2023 ha sido el año del boom de la inteligencia artificial generativa (IA Gen). El lanzamiento masivo del ChatGPT3 y desarrollo de sucesivas herramientas, anticiparon el extraordinario potencial de esta tecnología que cambiará la forma cómo trabajamos, nos relacionamos y la sociedad en general. Estamos ante la mayor disrupción tecnológica desde la aparición de internet.

El 2024 no será menos. Será el año de la consolidación de la IA Gen, no sólo por su desarrollo tecnológico, sino porque se darán grandes pasos hacia su uso generalizado.

A nivel consumidores, será omnipresente. Todas las big tech están trabajando ya en incorporarla a sus soluciones actuales, por lo que surgirán múltiples dispositivos y servicios con IA Gen integrada (ordenadores, smartphones, pequeños robots, etc).

A nivel empresa seguirán surgiendo soluciones comerciales preparadas para su uso, por lo que aunque de forma más progresiva, el avance será también muy sólido.

Pero antes entrar en detalle sobre el reto de su implantación en el mundo corporativo, hablemos de ¿cuáles serán las principales novedades de la IAGen para el 2024?

Veremos mejoras importantes en su funcionalidad y rendimiento. Las nuevas versiones de IA GEn “alucinarán” menos, y serán multimodales, con capacidad de comprensión y respuesta no sólo en formato texto, sino también con voz, imágenes, etc.  Ello hará que la relación hombre-máquina sea cada más “humana”.  

Además, las nuevas versiones de IA Gen -gran parte de ellas en código abierto-  ofrecerán una gran posibilidad de personalización para cada compañía.

Aparecerán modelos de IA Gen más “pequeños” -los llamados SLM (small language models)- que al ser entrenados con datos sectoriales contrastados y estar “en el borde” (edge computing) serán más precisos, especializados y eficientes (al requerir menos capacidad computacional y energía).

Y en general se avanzará en una IA Gen más explicable, segura y dotada de una mayor privacidad gracias al aprendizaje federado (bases de datos descentralizadas, con nodos comunes para compartir, no la información sensible, sino los parámetros del modelo).

Para finalizar, y algo a lo que deberemos prestar especial atención, es que seremos testigos de la aparición de nuevo tipo de IA, la llamada inteligencia artificial general (AIG en inglés). Esta será una “superinteligencia” que aprenderá de forma autónoma al ser humano y sus datos, a través de un mecanismo de prueba y error propio, que le permitirá razonar y resolver problemas matemáticos y científicos. Un punto de inflexión en la inteligencia artificial -mucho mayor que el paso hacia la IA Generativa-  ya que se equiparará la inteligencia computacional a la humana. Siendo la pregunta ¿podrá superarla?

Y esta nueva IA no está tan lejos. Google ha anunciado importantes avances en este campo, así como OpenAI. Diciéndose de hecho que el “no-despido” de Sam Altmann (CEO de OpenAI) estuvo relacionado con el desarrollo de una IA General (proyecto Q*), del que no se había informado convenientemente al Consejo.

Volviendo a su aplicación al mundo corporativo … ¿Qué mejores prácticas observamos para la incorporación de la IA Gen en la empresa?  

Cómo integrar la IAGen es uno de los temas de mayor preocupación en el mundo de la empresa actualmente. El no incorporarla ya no es una opción porque podría convertirse en un riesgo para la competitividad de la compañía, y su vez aportará grandes beneficios a la organización. Este es el motivo por el que se estima que más del 70% de las compañías empezarán a trabajar con la IAGen en el 2024 (frente al 5% el año pasado).

Sin embargo su incorporación no es sencilla. Se trata de una tecnología en constante evolución, con importantes riesgos a mitigar y cuyo impacto puede ser tan profundo que requiere de una reflexión estratégica al más alto nivel de la compañía.

Este es el motivo por el que las mejores prácticas que se observan en otros mercados, aconsejan seguir un enfoque combinado: más  táctico,  de caso de uso (o prueba piloto) en el corto plazo. Y uno más estratégico en paralelo, que defina un plan para escalar esta tecnología en la organización, obtener así el valor de negocio y económico esperado pero de una forma responsable.

Durante la fase táctica, las compañías están trabajando ya con la IA Generativa para casos de uso concretos y normalmente por funciones (como servicio al cliente, marketing o tecnología). Para ello acceden a modelos de IA Gen preentrenados, de una manera relativamente sencilla, a través de una interfaz (API). Siendo el verdadero valor de esta fase no tanto la eficiencia obtenida –que algo es-  sino el que permite a la compañía “experimentar” con la tecnología, superando miedos de adopción y familiarizándose con ella.

En cuanto al enfoque estratégico que se inicia también en ese momento, tendrá dos piezas clave. Por un lado, se pondrá el foco en cómo capacitar a la compañía para esta nueva forma de trabajar, sobre todo desde un punto de vista de talento y de tecnología. Por otro, en definir un sistema de supervisión y gobernanza de la IA Gen que garantice su uso legal, ético y responsable. No sólo con los diferentes grupos de interés, sino también en cuanto al impacto en nuestros equipos. 

*** Rita Estévez Luaña es consejera independiente y ejecutiva. 

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