En este resumen de lo mejor de la semana de Disruptores e Innovadores (D+I), el faro de referencia es la vuelta del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. La segunda cita en importancia del mundo tecnológico digamos que no ha llegado a llenar la boca, pero sí ha dejado un sabor dulce. La unión con el salón contiguo del 4YFN (4 Years From Now) ha servido para cubrir los huecos de las ausencias de los gigantes que todavía tienen códigos restrictivos internos por el Covid. Pero lo que podía ser un parche, ha permitido que se pudiese ver de un tirón a las grandes tecnológicas junto al emergente mundo de las startups, las aceleradoras y el capital riesgo, que ha mostrado pujanza, agilidad y valentía.

 Alrededor de 500 startups que suponen más de 4.000 millones de inversión potenciales cifraba la organización, era uno de los reclamos que la organización aireaba para colocar en las crónicas escritas del 4YFN. Está bien la inversión, es una fase en la que siempre habrá que poner el foco, pero las empresas buscan cada vez más el potencial de consolidación de las scaleups. Mirarlas sólo con objetivo de levantar rondas es usar sólo las gafas de los inversores y/o especuladores. Tan importante o más es que se conviertan en empresas grandes de verdad.

Lo que sí se confirmó en el Mobile fue que el 2022 va a ser el año del despegue definitivo del 5G, así lo escribían los periodistas de D+I que desplegaron una amplia presencia de redactores y columnistas. Este año se estima que pasaremos de contar con 140 redes 5G operativas en el mundo a más de 200. En paralelo, el número de usuarios se disparará un 219%, desde los 220 millones actuales a más de 700 millones. Es la ronda clasificatoria para colocarse en la pole position de la digitalización de verdad. 

El 5G está creciendo al triple de velocidad de lo que lo hizo el 4G. Los grandes operadores apostaron claramente en el Mobile por exhibir sus apuestas por esta tecnología, porque además ya notan el retorno de sus inversiones.  Huawei aportó datos concretos: China Mobile incrementó su facturación un 12,9% el pasado año, LGU+ un 3,7% y Elisa el 5,5%. Y eso es contando únicamente con las 'telco' que han empleado los sistemas de Huawei en sus despliegues de red, vetados o dificultados en casi todo Occidente a causa de las restricciones impuestas durante la era Trump a este fabricante y que siguen vigentes.

El ecosistema agritech

Donde existe preocupación por conocer cómo se va a desplegar la cobertura 5G es en el campo. Sobre todo en aquellas bodegas de vino con campos diseminados en varias denominaciones de origen. Temen no poder tener un crecimiento uniforme. El martes se conocía el que puede ser el mayor ecosistema de la digitalización de la agroindustria en España, La Digitalizadora Agraria.

Más de 6.000 explotaciones agrarias, agroindustrias, cooperativas y granjas de siete autonomías entre ellos Muga, Matarromera, Bodegas Torres, González Byass, Balam, Natac, Murciana de Vegetales, Anecoop, Castillo de Canena,... como demandantes. Y un pool de 14 oferentes tecnológicos de primer nivel como Telefónica de España; el líder mundial en posicionamiento geográfico, la estadounidense Esri; la firma japonesa de tractores Kubota; el líder mundial en certificación Kiwua; el líder chino en drones agrarios DJI... Entre los impulsores, las principales organizaciones agrarias de la Comunidad Valenciana, Agrobank (Caixabank), los Rural Innovation Hubs de Carmona (Sevilla) y el albaceteño de Barrax, que se inauguró el jueves, y la aceleradora Innsomnia (de la que es accionistas Inndux Digital Group, co editora de D+I).

Uno de los grandes objetivos del proyecto, más allá de optar al PERTE agroalimentario, es organizar el mayor ecosistema del sector que ayuda a avanzar en varios años la digitalización, al crear estándares o al menos lenguajes tecnológicos que se entiendan entre sí. Si no hay cierta organización, tardaremos años en saber qué lenguajes se imponen y quienes se equivoquen tendrán que rectificar. De ahí la importancia de pertenecer a consorcios para avanzar rápido y con menos costes.

Lo hemos comentado aquí en otras ocasiones, sectores como el agritech o el e-health están en plena ola mundial de digitalización. Y, a juzgar por las informaciones de los últimos días, también es el año del sector de la educación digital, el edtech. La ministra de Educación, Pilar Alegría, y Samsung presentaron el viernes en Valencia la Aula del Futuro, con las que el Gobierno pretende cubrir el 80% del territorio en dos años. Además de los medios digitales, se trata de un espacio de aprendizaje zonificado y reconfigurable, dividido en seis zonas: Investiga, Explora, Interactúa, Desarrolla, Crea y Presenta. Va orientado al PAI, la nueva forma de enseñanza que olvida la memorización y apuesta por la creatividad. 

Lo ideal sería que esos alumnos cuando acaben sus estudios puedan programar y entenderse con una inteligencia artificial que piense en castellano. Es el punto que busca el PERTE del español que se aprobó el martes en el Consejo de Ministros. En total, 1.100 millones con 15 proyectos tractores, según explicó la vicepresidenta Nadia Calviño. El primero de ellos irá enfocado a la confección de un corpus transversal que sirva de referencia.

Arranca también el Fondo Next Tech para startups con 70 millones para K Fund. El fondo de fondos impulsado por el ICO y la Secretaría de Estado de Digitalización que dirige Carme Artigas, quien explicó el martes que aspira a que "ni un sólo proyecto español se quede sin la financiación necesaria para crecer y seguir en España. Queremos crear unicornios desde nuestro país, especialmente en áreas de emprendimiento e innovación de alto impacto". 

'Pandemia' de metaverso 

Es muy curioso cómo desde que aparecieron las redes sociales muchos adoptan la última palabra de moda y se la colocan sin muchos escrúpulos. En la era fake, el rigor no se valora. Tendrá su efecto pendular, ya lo verán. Ahora todo es metaverso. Estamos en pandemia metavérsica. ¡Póngame medio kilo de metaversos! Y la señora del mercado te los pesa y ya tienes cabra para vender... Y si además te pones título, eres SF, superfuturo.

Cathy Hackl, es Chief Metaverse Officer y CEO de Futures Intelligence Group. En su disertación en el Mobile, que parecía la lonja del metaverso, explicó las diferencias entre la web 3.0 y el metaverso. Para los profundos, pinchad aquí y entrad en el abismo. 

Donde uno empieza a verle cierto sentido es cuando se aplica a las aulas. Bea Aznar lo explicaba bien -que no es fácil- el martes en D+I. "Imaginen una clase de historia sobre la antigua Grecia clásica. Un ágora llena de gente en la que, de repente, un hombre canoso, con su túnica imponente, irrumpe entre la multitud para explicar qué es la oratoria, las partes en que se divide todo buen discurso y de paso, invita a alguno de los alumnos a probar suerte en el arte de la palabra... Podría tratarse de Sócrates". Ahora le vemos algo de utilidad ¿no?. Pues lo que le ocurre a la startup Educa360 es que lleva trabajando en esto desde 2018, que ya opera con cinco autonomías y varios países de Latam, y que ahora tiene que explicar que no son ellos quienes siguen la estela de Facebook. 

Parece que por ahí, por el edtech, podemos encontrar un punto de aterrizaje sensato para el dichoso entorno. La Universidad de Stanford ha trasladado unas clases al metaverso ante el cansancio de los alumnos con el Zoom. Desde su sede en California dicen que las aulas necesitan atravesar su propia revolución tecnológica y que el metaverso mejora la experiencia del profesor y de los alumnos, hay menos distracciones porque “se pierden” en un mundo de exploración e interacción con sus compañeros digitales.

Aterrizaje real

Volvamos al mundo real, a veces cruel, pero el que pisamos de verdad, para encarar ya el final de este resumen semanal. Entre lo que nos ha llamado la atención está la reconversión de una agencia de viajes de negocios que, como podrán imaginar, debió quedarse a cero durante muchos meses en la pandemia. BizAway se ha reorientado y ahora organiza viajes para las empresas que usan el sistema híbrido con el teletrabajo. Cada dos meses hay que verse, aseguran, los empleados se reúnen de forma presencial para acometer brainstormings o diseñar determinadas estrategias que, con todo el equipo junto, resultan más afectivas.

Otro de los temas reales de la semana a destacar es la estrategia de Amazon Web Services, el gigante de la nube, de lanzarse a la conquista del espacio. D+I publicaba esta semana una entrevista con Clint Crosier, el general retirado ahora director de aeroespacio y soluciones con satélites de AWS. Su misión es no sólo cubrir a las empresas terrestres, sino que su nube sea el apoyo para misiones espaciales, como por ejemplo la NASA que ya usa su tecnología para mover el rover en Marte. Una señal de que los gigantes tecnológicos están empezando a tener más medios que los propios países.

Pero si algo nos ha dejado helados, quizás influidos por la situación en Ucrania, es que EEUU ha autorizado vigilar con perros robots la frontera con México. Empezó las pruebas hace meses y ahora confirma que se van a implantar. La misión de los perros robots será escanear y grabar el terreno. No estarán equipados con armas, pero sí con cámaras y sensores que les ayudarán a vigilar la frontera. 

Pasamos del muro de Trump a los perros robots de Biden, mientras Putin bombardea centrales nucleares. El ejército ruso no entra en algunas ciudades porque teme muchas bajas, pero si no ponemos límites, en la próxima guerra serán perros robots los que entren como infantería disparando calle a calle. Hay que establecer barreras tecnológicas imposibles de superar, sin duda. Y partiendo de una base ética entre los empleados, empresas y militares, para evitar que locos, como este imitador de Hitler, puedan tener tentaciones de usar robots para aniquilar países o razas enteras... ¿Y por qué no?

** Rafa Navarro es editor de D+I y CEO de Inndux Digital Group.