A lo largo de mi vida he tenido la suerte de ser funcionario, empleado y fundador de una pyme. En todos ellos he disfrutado mucho, pero sin duda alguna, donde más he disfrutado y también sufrido, ha sido como fundador de una pyme.

Mi experiencia en una pyme es que se disfruta mucho cuando se consigue un nuevo cliente o un contrato, cuando un cliente te felicita y, sobre todo, cuando creces, creas empleo y contratas a personas que se unen con ilusión a tu proyecto. Esa es la parte bonita de la historia. La parte menos atractiva es toda la burocracia y las noches sin dormir pensando en la responsabilidad que tienes de las personas que dependen de ti.

España es un país de pymes, creadas por gente admirable capaz de emprender y de arriesgar todo lo que tiene por un proyecto/sueño, gente que lucha todos los días para que su empresa crezca, cree empleo, directo e indirecto, gente que genera riqueza y prosperidad en su comunidad.

Cuando hablamos de digitalizar las pymes, muchas veces confundimos el fin con el medio: el fin de una pyme no es digitalizarse, el fin de una pyme es prestar sus servicios o productos a sus clientes y para eso debe utilizar todas las herramientas que estén a su disposición para mejorar su propuesta de valor y conseguir la satisfacción en sus clientes actuales, al mismo tiempo que atrae a nuevos clientes.

Y si hablamos de las herramientas más potentes que tenemos en estos momentos en la sociedad y las empresas, éstas son dos: la digitalización y la sostenibilidad. No en vano, la Unión Europea va a dedicar un 57% de sus fondos para la recuperación y la transformación, Next Generation EU, a estos dos conceptos transformadores.

Todo esto está muy bien como concepto, pero cuando llega la hora de la verdad y un emprendedor, dueño de una pyme, tiene que decidir cómo invertir sus recursos, siempre limitados, ante todo, evalúa el retorno de la inversión.

Antes de invertir en digitalización, o en cualquier otro proyecto, son muchas las preguntas que hay que hacerse, entre ellas: cómo va a afectar la digitalización a mi negocio, cómo puede mejorar mi oferta de servicio/producto, cómo puede mejorar mi diferenciación con mi competencia, nacional e internacional, qué efecto va a tener en mis ventas, en la retención y captación de nuevos clientes y de empleados, qué impacto positivo o negativo va a tener en los gastos operativos, qué recursos de personas y económicos necesito y cómo y cuándo lo voy a amortizar.

Una vez contestadas todas estas preguntas (y alguna más), podrá decidir si merece la pena o no digitalizarse. Tendrá la respuesta del porqué, para qué, el cómo, el cuándo y el con quién.

Las malas noticias son que España está en el vagón de cola de la digitalización de las pymes en Europa, según datos de DESI, indicador europeo de digitalización de Europa, esto es un dato y no podemos hacer nada, pero como dice el refrán “agua pasada no mueve molinos”.

La buena noticia es que España, tanto el gobierno como las grandes empresas, apuestan por el desarrollo de las pymes porque son conscientes de la transcendencia de estas en la economía y en la sociedad española.

Si a la pyme le va mal, a España le irá mal. Por este motivo, no nos debería sorprender que el Gobierno de España haya puesto en marcha un ambicioso plan de digitalización, con una inversión de 15.000 millones de euros en cuatro años para la 'España Digital 2025'. La partida correspondiente a transformar las pymes españolas es de 4.656 millones. También cabe destacar la iniciativa de Red.es con ‘Acelera Pyme’, para ayudar a digitalizar las pequeñas y medianas empresas.

Ahora que tenemos un plan y tenemos recursos, lo que necesitamos es llevarlo a cabo. Para que este plan tenga éxito, y España pase de vagón de cola a locomotora, lo primero que necesitamos es un cambio cultural: necesitamos que todas las pymes evalúen en profundidad qué les puede aportar la digitalización a su negocio y para ello, el primer paso es la capacitación digital, primero, de la dirección, seguida de todos los empleados. Esa capacitación es básica para poder contestar todas las preguntas del porqué de la digitalización y entender cómo está realmente puede mejorar la vida de su empresa, de sus clientes, proveedores y empleados.

Las pymes en España pueden y tienen que ser líderes en Europa, no en digitalización sino a través de la digitalización.

Todo esto lo digo desde una pyme pequeña, porque AMETIC, aunque representa a más de 15.000 empresas del sector digital, no deja de ser una pyme con 20 empleados, que todos los días levanta la persiana y trabaja para mejorar los servicios de sus clientes, sus asociados.

*** Francisco Hortigüela es director general de AMETIC