Desconcertantes palabras del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en su reciente conversación con el CEO de Microsoft, Satya Nadella: la pandemia es "un shock", porque "Telefónica nunca tuvo planes para esto". Obvio. No se podía predecir algo así (por mucho que las advertencias del mundo científico, como sabemos, venían de largo).

Esa es la grandeza de los líderes del conocimiento, la erótica de la sabiduría si lo prefieren, su capacidad para reaccionar ante lo imprevisible como si siempre hubieran sabido que iba a suceder. Telefónica evidentemente no lo es. Presenta al año menos de 30 patentes y en 2019 cortó las alas a una de sus figuras más prometedoras, Pablo Rodríguez, CEO de aquel proyecto Alpha que se apaga poco a poco. Destino similar aguarda a lo que se vislumbraba como un centro de élite en tecnologías TIC, Telefónica I+D, cuyos laboratorios pugnan hoy por las migajas presupuestarias con esas otras áreas que ahora están en estado de shock y no saben por qué.

Como, salvo puntuales excepciones, el Ibex se niega a dejar que sus directivos hablen de innovación fuera de estrictos parámetros de control comunicativo, me asomo al evento europeo de Appian, una interesante compañía norteamericana de software low code, porque habla Miguel Traquina, CIO Operations de Santander UK. A ver si me entero de cómo le va en temas de digitalización al banco de Ana Botín. Y, vaya, pronuncia una frase en la línea de Álvarez-Pallete: "Las mejoras tecnológicas se mueven a un ritmo que no es comparable con los mapas de crecimiento y planes estratégicos de hace tres-cinco años". Tampoco el Santander tenía planeado lo que iba a pasar. Aunque, al menos, Traquina no utiliza el término "shock".

Y para que nos entendamos cuando hablo de la importancia de ser o no ser líder del conocimiento, os cuento un poco cómo funciona la relación entre Santander y Appian, según la explicación de Traquina. Grupos de trabajo de 8-12 personas de las que, al menos tres, pueden ser de la compañía de software trabajan en diferentes desarrollos aplicando el modelo agile. Y no abordan cosas menores: esos grupos han creado un nuevo canal online de Business Banking Lending, división que mueve 1.600 millones de dólares en préstamos diarios; han reducido en un 90% el control humano en la concesión de hipotecas; o han introducido mejoras transversales a toda la organización en procesos end to end, incluida la gestión documental.

Clave para que todo funcione que los profesionales del Santander hayan pasado por unas sesiones de e-learning en las que se les inocula el conocimiento de Appian. Y fundamental también que el banco haya hecho un striptease de su actividad. Ese es el pan nuestro de cada día en las grandes corporaciones españolas: pagan por el conocimiento de otros a los que además les enseñan los secretos de su negocio.

Hace unos años, Repsol reformuló su acuerdo con IBM cuando cayó en la cuenta de que le estaba pagando una millonada... ¡por enseñarle el negocio petrolífero! No sé si se podría esperar de los actuales directivos de Brufau una respuesta así.

Eugenio Mallol es director de INNOVADORES