El COVID llegó como una apisonadora, sin esperarlo, sin sospecharlo, sin tan siquiera imaginarlo y nos cambió la vida y el vocabulario: confinamiento, UCIs, estado de alarma, brotes, pandemiaP4, WUHAN, distancia mínima, nuevas franjas horarias, nueva normalidad, teletrabajo, Zoom, no-reuniones, no verse, no tocarse, no abrazarse.

Y aprendimos, según la RAE, que no es EL COVID, sino LA COVID, porque se sobreentiende que es una enfermedad. Es abrazarse sólo en imágenes, darse un toquecito con los codos, un poco ridículo si lo piensas con los viejos estándares que ya se fueron para no volver por un tiempo. ¿O por nunca jamás?

Ahora toca aprender a reunirse digitalmente. La tecnología existente ya estaba lista para usarla sin saberlo o sospecharlo, ni tan siquiera intuirlo. Después de la COVID las reuniones mutaron a zoomniones donde hablamos y nos vemos en otro espacio. Porque LA COVID ha enseñado su patita, o mejor dicho la corona del iceberg de  la nueva normalidad  más tecnológica Sí o Sí.

¿Y qué se fue? 

-Se fue el creernos invulnerables casi eternos

-Se fue el poder vernos en grupo fuera de casa , más de ocho.

-Se fue el poder ir de paseo al parque.

-Libertad de movimientos y horarios.

¿Y qué llegó?

- Sentirnos y sabernos vulnerables.

-Sentirnos solidarios con enfermos y sanitarios.

-Más humanidad. 

- Los aplausos de las ocho de la noche.  

-La gratitud  

-Gracias a mis médicos, cuidadores enfermeras y familiares.

-Gracias a mi marido y mi hijo por ser mis ángeles de la guarda.

-Gracias a la música  y la radio que me han acompañado siempre y a Félix por ser un excelente disc jockey para mi confinamiento.

-Gracias al arte y nuestra tertulia diaria de cuadros con Paloma y Rosita.

-Dar las gracias por todo, por estar vivo, porque salieran de la uci tus amigos.

-Dar las gracias porque no les quedaran secuelas  a los que contrajeron La COVID.

-Llegaron las mascarillas.

-Lavarse las manos  cada dos por tres.

-Llegaron los guantes.

-Llegaron los desinfectantes a la puerta de casa para las visitas.

-Las franjas horarias para los mayores de setenta y los dependientes. 

-Sentirte etiquetado sin libertad de movimientos y de horarios como parte de esta nueva normalidad más tecnológica y más humana Sí o Sí

Ana María Llopis es presidenta no ejecutiva y Fundadora de ideas4all innovation.