La verdad es que nunca pensé que algo así fuese a ocurrir, pero después de haber estado ocho semanas confinados en casa, se está empezando a notar en el ambiente lo complicado que está siendo esta situación para algunos padres teletrabajadores. Padres que no ven la luz al final del túnel ya que cada vez parece que está más lejos la vuelta al colegio de sus hijos.

Esta pandemia está haciendo que aprendamos todos del tiempo, del cambio, y nos está exigiendo sacar lo mejor de nosotros para poder combinar el ritmo frenético de trabajo con la casa, los deberes del colegio y el tiempo de calidad con nuestros hijos.

A pesar de que está siendo duro, todos aquellos que estamos pudiendo teletrabajar desde casa todo este tiempo nos tenemos que sentir unos privilegiados y afortunados. En el entorno de IT inicialmente las empresas pensaban que la productividad de los trabajadores iba a bajar drásticamente y que su ritmo de trabajo se iba a ver afectado. La realidad que estamos viviendo es todo lo contrario. Ritmos muy exigentes de trabajo para poder apoyar la transformación laboral de las empresas que necesitan poner a sus empleados trabajando desde sus casas y así evitar un impacto económico todavía mayor. Desafortunadamente no todos los sectores están viviendo con la misma intensidad los efectos colaterales de esta pandemia y hay que ser optimista pensando que detrás de las crisis siempre puede haber oportunidades. Estos momentos de stop & think siempre son una buena oportunidad para reinventarse.

Por otro lado, de la misma manera que los sanitarios están dando lo mejor de sí para poder salvar vidas, todos aquellos que trabajamos en el mundo de IT tenemos la misión de seguir ayudando a que la rueda no deje de girar. La tecnología facilitará que se encuentre una cura más pronto que tarde contra el COVID-19 y además seguirá impulsando la economía. 

Y ahí no queda eso, gracias a la tecnología estamos consiguiendo estar conectados y sentir que estamos cerca aun estando lejos. Gracias a la tecnología estamos humanizando lo que la pandemia ha conseguido deshumanizar con la distancia. Cada vez más, nos estamos acostumbrando a utilizar herramientas de colaboración para hacer cafés virtuales con los compañeros del trabajo, brindar virtualmente con clientes para sentirnos más cerca, hacer clases de yoga y de deporte virtualmente desde nuestras casas. ¿Quién no ha hecho una videoconferencia con su hijo sentado entre las piernas? Además de hacer visitas virtuales en los museos, o ver espectáculos en la televisión o conciertos, con la tecnología nuestros hijos son capaces de seguir las clases del colegio desde casa.

Lo siguiente que tendremos en nuestra cabeza será cómo están planteando las empresas la vuelta al trabajo y cómo nos vamos a adaptar a la nueva realidad que a priori no será muy normal. Ahí de nuevo, juegan un papel muy importante las empresas tecnológicas cuya misión será guiar y ayudar en esa vuelta a la nueva normalidad con una transformación digital más establecida.

No podemos olvidarnos de que este capítulo tendrá un impacto en todos nosotros y en nuestros hijos y que está en nuestras manos conseguir salir fortalecidos y haber aprendido a marchas forzadas lo que más temen las empresas que es la gestión al cambio.  Así que no esperemos a que pase la tormenta. Aprendamos a bailar bajo la lluvia.

Patricia Núñez, directora de Canal de Lenovo para España y Portugal