Va siendo hora de llevar el discurso sobre el cambio climático al terreno tecnológico en España, y rescatarlo del extenuante laberinto de la ideología. Ese es precisamente el eje vertebrador del nuevo Plan Estratégico aprobado por el consejo ejecutivo de la Organización Meteorológica Mundial (WMO), con sede en Ginebra (Suiza). El asunto de la monitorización de las constantes vitales de nuestro planeta va a adoptar una importancia geopolítica cada vez mayor. La compra del sitio web weather.com por IBM causó sorpresa hace tres años. Hoy nadie se cuestionaría la decisión de incorporar una fuente de información de tanto valor. Ni la plataforma de archivo y procesamiento de datos geolocalizados, casi en tiempo real, de SAP. O la venta de los indicadores del radar meteorológico de sus aviones por parte de algunas aerolíneas. 

La exposición de la población mundial a los episodios hidrometeorológicos extremos aumentará por el crecimiento demográfico (se espera que haya 9.000-10.000 millones de personas en 2050), la mayor urbanización y el fenómeno de las megaciudades (urbes de más de 10 millones de habitantes) «particularmente en llanuras de inundación y zonas costeras», dice la WMO. En compensación, los países, incluso los más vulnerables, van ganando resiliencia para afrontar los efectos económicos del cambio climático.

A la hora de planificar una política de innovación es aconsejable analizar las líneas del Plan Estratégico de la WMO

A la hora de planificar una política estatal de innovación -para no ser tecnológicamente subsidiarios ni en este aspecto ni en otro de importancia máxima: la alimentación-, es aconsejable analizar las líneas del Plan Estratégico de la WMO. Defiende la alianza público-privada, sobre la base «las Personas Primero», probablemente convencida de que las empresas situadas en la vanguardia tecnológica han tomado una importante ventaja en lo que a la captación y tratamiento de los datos se refiere. Punto crucial este: el futuro del clima debe ser pactado porque la Administración ha perdido el liderazgo.

La WMO constata el auge de las soluciones de big data, crowdsourcing (externalización) y sistemas abiertos para afrontar el cambio climático, así como la aparición de redes comerciales de observación, nuevos proveedores de datos y servicios, plataformas de inteligencia artificial y computación cognitiva, cuyo control marcará el liderazgo en materia meteorológica. Propone ponerlos a trabajar en un nuevo servicio global de alerta, dentro de un marco de información compartida.  Estamos, en fin, ante un enfoque del problema del cambio climático que pone el acento en la información, frente a las políticas de base ideológica que buscan los atajos y rehúyen del esfuerzo de competir por el liderazgo tecnológico en un asunto vital. EUGENIO MALLOL es director de INNOVADORES