Aunque optes por quedarte quieto, las cosas pasan igual. Lo dijo el fundador de Alibaba, Jack Ma, en el último Foro de Davos: "Si te gusta, sucede, y si no te gusta, también sucede. Es imposible parar el tren". Una directiva de una multinacional con despacho en París me pregunta esta semana por el desenlace de la crisis política de Cataluña. ¿Qué tiene que ver eso con la revolución tecnológica? Al parecer, un asunto de máximo interés para su sector permanece bloqueado en el Congreso de los Diputados y la explicación que recibe es que todo el foco de la acción institucional sigue puesto en el asunto catalán. 

Un gigante de la movilidad habla del cruce de vías en el que se encuentra la Administración en materia de infraestructuras. La Vía Augusta fue la espina dorsal de Europa durante siglos, pero los corredores ferroviarios de pasajeros que se construyen hoy (no así los de mercancías) podrían quedar obsoletos en un par de décadas. ¿Qué pasará con los puertos y aeropuertos? Disrupciones como el coche autónomo o la Industria 4.0 son capaces de diluir miles de millones de inversión. Y la uberización del transporte, unida al creciente protagonismo en logística de actores nuevos como Amazon, impacta directamente en el diseño del modelo de negocio a largo plazo de, por ejemplo, Renfe. Si no reacciona creando una plataforma de movilidad, probablemente acabe convirtiéndose en un proveedor de Google

Nadie en el Gobierno parece concernido. Falta iniciativa. Poco importa que la fusión de los sistemas de cajeros automáticos en España, con Servired y Red 6000 a la cabeza, y la posibilidad de que surja un modelo de tarjetas de crédito local, se interprete desde fuera como una concesión más al oligopolio bancario frente al cambio digital.

Quedarte quieto y carecer de impulso (Luis de Guindos abandona Economía sin una sola iniciativa reseñable en materia de innovación), deja inevitablemente el terreno expedito a otros. En unos días la Fundación I+E presentará el informe IDEAS, que probablemente vaya en la línea del artículo que publicó en INNOVADORES su vicepresidente y presidente de Alstom, Antonio Moreno, con el título: España necesita un plan. Los repetidos toques de atención al Gobierno por parte de Multinacionales marca España también resultan antológicos. Aunque en cabeza en este pelotón dispuesto a marcar la agenda de I+D sigue la Fundación Cotec, presidida por la exministra Cristina Garmendia y dirigida por su exjefe de gabinete, Jorge Barrero, uno de los nombres que el ecosistema innovador maneja como posible actor protagonista en el futuro político de la I+D. Se lo está trabajando, sí.

EUGENIO MALLOL es director de INNOVADORES.