Sandra Viñas Noelia Hernández Alberto Iglesias Fraga

Es el tema del año, el gran movimiento sísmico que está revitalizando la economía digital de nuestro país: España va camino de convertirse en el mayor 'hub' de datos del sur de Europa, con una auténtica explosión de los data centers dentro del territorio nacional en apenas unos cursos. Estas instalaciones, en las que se manejan los hilos de todos los servicios digitales que disfrutamos a diario, han pasado de ser coto cerrado de países como Irlanda, Países Bajos o Francia a tener nuestro mercado como su máxima prioridad.

Así se constata en la investigación realizada por D+I a lo largo de los últimos meses. ¿El objetivo? Identificar todos los centros de datos propiedad de empresas tecnológicas -excluyendo así a los operados de manera tradicional por compañías de otros sectores-, detallando sus ubicaciones, tipologías y características técnicas. Datos que, en muchas ocasiones, no son públicos y son tratados como secretos comerciales o como materia sensible en materia de seguridad por parte de estas firmas. 

En total, recogemos la información de más de medio centenar de centros de datos que han sido abiertos o anunciados en los últimos años, del alrededor de un centenar que el mercado estima -sin un listado oficial u oficioso- que existen en nuestro país.

De hecho, y hasta la fecha, las inauguraciones de este tipo de infraestructuras se contabilizaban a una por año, salvo contadas excepciones, como en 2015, cuando vieron la luz tres de ellos.

Sin embargo, en los últimos ejercicios la velocidad de apertura se ha incrementado notablemente y, sólo entre 2022 y 2023, se espera que abran sus puertas más de una docena de centros de datos en España (13 contabilizados por este medio).

Eso sí, hay centros de datos que cuentan con una gran trayectoria a sus espaldas. Es el caso del que tiene la firma ESpanix en Madrid, operativo desde 1988, aunque ha sido totalmente reformado hace apenas unos meses. También el de Nabiax en Terrasa (Barcelona), que lleva activo desde 1990, o el del CSUC (Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya), también en Barcelona desde 1991.

Por otra parte, se sitúan aquellos que todavía están en construcción o que esperan empezar las obras en los próximos meses para abrir sus puertas a finales de este año o del próximo. 

Entre ellos destaca, por ejemplo, la región que AWS, la parte de Amazon dedicada al negocio cloud, abrirá en Aragón, en varias localizaciones de Zaragoza (Villanueva de Gállego y El Burgo de Ebro) y Huesca (en su plataforma logística). Según precisó la firma recientemente, estará operativa antes de que finalice 2022. Su rival en la nube pública Microsoft también tiene planes para abrir sus tres centros de datos en San Sebastián de los Reyes, Algete y Meco antes de que acabe el año. Y Google acaba de lanzar su región de datos en España, aunque en su caso sin CPD propios.

Data4 es otra de las compañías que tiene previsto redoblar su apuesta por este campo en los meses venideros, con un segundo centro de datos dentro de su campus de Alcobendas, que empezará a operar en octubre; y un tercero en la misma localización, cuyas obras empezarán en septiembre. 

Más allá del presente ejercicio, 2023 también se sitúa como el año en el que se inaugurarán varias de estas infraestructuras, entre ellas la de IBM. Su región cloud multizona, compuesta por tres edificios, tiene previsto empezar a funcionar en dicho período. En su caso, optan por colocar sus servidores en las instalaciones de Interxion.

Qué es un centro de datos

Un centro de procesamiento de datos (data center, en inglés) es un espacio físico en el que se congregan multitud de equipos informáticos como servidores, sistemas de almacenamiento, comunicaciones, sistemas de alimentación, etc., para ofrecer servicios digitales, hacia la propia empresa o a terceros. Estos edificios suelen ser de gran tamaño, constar de distintas salas y gozar de potentes sistemas de refrigeración y seguridad ante incidentes de toda índole.

Compañía esta última que está en mitad del proceso de construcción de un centro de datos en Madrid y otro en Barcelona, que verán la luz en 2023 y 2024, según la información distribuida por la compañía. 

Entre todos los centros de datos anunciados en las últimas semanas, destaca el de Meta en Talavera de la Reina (Toledo), que comenzará a construirse a finales de 2023. Las obras estarán totalmente finalizadas en 2030 si se cumplen los plazos previstos por la firma.

La localización elegida por la tecnológica dirigida por Mark Zuckerberg no es casual, ya que también ha sido la seleccionada por el Grupo Aire para construir uno de sus próximos centros de datos, al que se sumará otro en Zaragoza y uno adicional en Madrid. 

Y es que, aunque la capital sigue siendo el foco de este tipo de infraestructuras, con especial hincapié en Alcobendas o en Alcalá de Henares, también hay firmas que prefieren situarlos fuera de los núcleos principales como Adam con su CPD en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), Área Project Solutions con el suyo en Albacete o Arsys con uno en Logroño (La Rioja). 

La elección del lugar para su construcción depende, en gran medida, de la finalidad a la que se dedique dicha construcción. En el caso de las empresas que las utilizan para sus propios fines, estos pueden ir emplazados en cualquier lugar; mientras que aquellos que dan servicios a otras compañías normalmente se sitúan alrededor de las grandes urbes. 

En concreto, el uso más repetido es el de colocation e intercambio de datos, al que se dedican un 58% de los edificios analizados; seguido por hiperescalares con un 22%, hosting y servicios en la nube, con un 12%, y los de uso interno, con un 8%.

Hiperescalar: posibilitan sus servicios de nuble pública (AWS, Microsoft o Google).

Colocation: permiten a diferentes empresas alojar sus servidores en un mismo espacio.

Interconexión: facilitan esa comunicación entre organizaciones.

Hosting: albergan aplicaciones o páginas webs de terceros.

Uso interno: soportan su propia actividad (Meta).

Un "puente entre continentes"

Aunque, tal y como recogen los datos de la investigación realizada por D+I, los centros de datos en nuestro país están viviendo un momento histórico, "esa situación no se ha dado de la noche a la mañana", afirma Ignacio Velilla, presidente de Spain DC, la Asociación Española de Centros de Datos, fundada en octubre del año pasado. "Desde el sector llevamos muchos años trabajando para colocar a nuestro país en la posición de liderazgo que puede ejercer", defiende ante las preguntas de este medio.

"La posición geográfica estratégica, reforzada por la llegada de nuevos cables submarinos a las costas ibéricas, sitúa a España como el lugar perfecto para ser la puerta de interconexión del sur de Europa y del norte de África", asegura. Y no deja de mencionar que el mercado ya existía en nuestro país, "que cuenta con un amplio número de actores del sector ya presentes".

Por su parte, Javier Miranda, responsable de formación y empleo de DigitalES, la Asociación Española para la Digitalización, coincide y añade que la localización también es privilegiada por su disposición como "puente entre continentes".

"Hay que tener en cuenta que España es un amarre natural para cables submarinos, cerca de los que siempre tiene que haber un data center", precisa Miranda, y añade que esta disposición "convierte a España en un enclave idóneo para el suroeste de Europa".  

Otro de los factores que han propiciado esta situación y que destacan ambos expertos es la "excelente y fiable" red de suministro eléctrico, a la que se añade una alta conectividad de fibra con costes e infraestructuras físicas muy competitivas, incluso en contextos rurales. 

El responsable de formación y empleo en DigitalES señala que, en los últimos años, a estas características se ha sumado una voluntad política para atraer inversiones, "sobre todo por parte de determinadas comunidades autónomas". 

A la vez, destaca que, recientemente, se ha percibido una mayor sensibilización hacia la industria de infraestructuras digitales desde el Gobierno, que es ahora "más consciente de su valor estratégico".

"No en vano, el despegue de España como un 'hub' de producción audiovisual o el impulso de una industria 4.0 más competitiva, entre otras importantes oportunidades de nuestro país, están directamente ligados con la capacidad de procesamiento de datos", añade. 

Por su parte, Francisco Hortigüela, director general de Ametic, precisa que las inversiones también han venido de la mano de los principales proveedores a nivel global, que han participado "en los proyectos más destacados" y han desembolsado "miles de millones" impactando en el PIB español. 

El director general de Ametic señala que esta apuesta por el sector tecnológico digital también ha derivado en el desarrollo de otras industrias relacionadas como la inmobiliaria, con la disponibilidad de espacios o la construcción de centros de datos para su posterior utilización. 

Por su parte, Toni Guerra Cortada, director general de la firma de análisis Penteo, hace memoria y defiende que no hablaría "tanto de un repentino auge de los centros de datos. En España ha habido cierta tradición ya que algunos actores como Interxion, Equinix y otros actores más conocidos como Telefónica, T-Systems e IBM ya hicieron su apuesta e invirtieron en centros de datos propios en Madrid y Barcelona hace varios años".

En su opinión, "la necesidad viene derivada del negocio del despliegue en cloud y, en concreto, del continuo y sostenido crecimiento del mercado IT en Europa y del que nuestro país no ha sido menos. Además, algunos de los proveedores de nuestro país ofrecen servicios de hosting a proveedores hiperescalares".

Respecto a nuestros vecinos europeos, Guerra Cortada encuentra algunos elementos diferenciales en nuestro país que pueden explicar el buen momento por el que atravesamos en estas lides: "Italia ha sido un país tradicionalmente más caro que España, y Portugal no tiene la posición geográficamente estratégica que tiene España, respecto a África y Latinoamérica. Por otro lado, los costes de capacitación técnica; España tiene un mercado de profesionales maduro y reconocido con volúmenes que permiten escalar".

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