Santander

El pasado abril, Microsoft consumaba uno de sus ya habituales cambios de cromos en sus rostros directivos. En esta ocasión, el efecto dominó llevaba a Pilar López a la dirección de la multinacional en Europa Occidental y a Alberto Granados a suplirla al frente de la filial española.

Granados llega a esta posición de honor con un extenso currículo atesorado dentro de las filas de los de Redmond a lo largo y ancho del mundo. No en vano, su dilatada carrera le ha llevado por los negocios de Microsoft en Latinoamérica, en Asia-Pacífico o en Japón. Aunque su último sillón antes de ocupar el principal despacho de Madrid fue un cargo global, hecho a medida por Satya Nadella: responsable de alianzas con grandes clientes.

La vuelta al ruedo español ya es una realidad para Alberto Granados, que se ha encontrado un mercado que sólo puede aspirar a los cielos. "Soy optimista desde el punto de vista digital, porque somos un país con mucho talento y un gran potencial. El entorno macro también lo favorece, con un crecimiento del PIB del 6% o de 16 puntos de confianza en la economía en los últimos estudios", detalló el ejecutivo durante su primera charla con periodistas en el 35º encuentro anual de AMETIC.

Una hoja de ruta en cuatro notas

Hasta ahí el continente en el que le toca operar a Granados pero, ¿cuál es el contenido que aporta la Microsoft que él encarna? Su respuesta se articula, miradas cómplices a su director de comunicación mediante, en cuatro grandes pilares.

El primero de ellos atañe al mercado 'cloud' y a la apuesta por zonas geográficas como España a la hora de desplegar estos servicios: "Estamos creciendo un 22% en nube en todo el mundo. La región de datos que hemos anunciado para España es una de las 156 que tenemos de ámbito mundial y, según IDC, proporcionará 15.000 millones de euros en valor para la economía local y creará 55.000 puestos de trabajo en cuatro años".

"Al mismo tiempo, estamos industrializando nuestra oferta de nube para aunar el conocimiento de cada sector a nuestra plataforma y llegar, así, a las necesidades reales de la gente", concluye Alberto Granados. También a las de las pymes, "un campo fundamental en España y prioridad absoluta para mi presidencia".

Sigamos con la segunda clave del discurso de Granados: la ciberseguridad. "Es un elemento clave que debe entrar en la mente de todos los CEO y comités de dirección", detalla. "Solo así podremos trabajar junto a los gobiernos para prevenir y combatir ataques de todo tipo, como puedan ser los de ransomware".

Trabajo híbrido elevado al cubo

A la tercera va la vencida, eso dice la sabiduría popular, y el tercer sostén de la estrategia de Alberto Granados para consolidar el éxito de Microsoft en esta etapa pasa por entender, con mente abierta, la oportunidad del trabajo híbrido.

"Tenemos que aprovechar el trabajo híbrido como el cambio cultural más importante que va a vivir nuestra generación", ambiciona el presidente. "El trabajo ya no es un lugar, sino una actividad que requiere no sólo de acceso a un PC, sino a herramientas de monitorización remota o acceso a otros equipamientos industriales. Y es algo que exige ir más allá en Teams, añadiendo capacidades de aprendizaje, socialización y salud mental".

Sostenibilidad por bandera

Por supuesto, Granados no puede obviar el concepto del que Satya Nadella, el dueño y señor de la rejuvenecida Microsoft, ha hecho su particular bandera: la sostenibilidad.

"Hemos incorporado un impuesto interno de carbono en todos los procesos de negocio. También apostamos por los algoritmos verdes, que usan ciclos de CPU y de red con menos emisiones", rememora el ejecutivo patrio, quien continúa a renglón seguido: "Tememos 1,3 millones de toneladas de CO₂ para eliminar, en 26 proyectos en todo el mundo. Por ahora, en 2020 ya redujimos 580.000 toneladas de CO₂, 21 millones si tenemos en cuenta a todos nuestros proveedores".

Acabar dando un giro de 360 grados siempre es una bonita forma de despedir una charla. Y, en esta ocasión, Alberto Granados hila esta cuarta pata con la primera que analizó. "La nube significa reducir el impacto medioambiental directamente: son más apps en menos servidores, con un hardware ya pensado y un CPD ya diseñado para ello", concluyó.