Aunque en ocasiones puedan surgir dudas acerca de si el sector educativo vive ajeno a la sociedad en la que se desenvuelve, la innovación forma parte de su ADN. No solo porque ha de evolucionar al mismo ritmo que su entorno, sino porque uno de sus objetivos es tratar de llevar la delantera para formar en las aulas a los activos más importantes del futuro: las personas. 

De ellas se espera que sepan afrontar con éxito los retos personales y profesionales que les depare la edad adulta y eso, a día de hoy, pasa por incorporar habilidades digitales en su aprendizaje. Las iniciativas de innovación educativa más punteras las introducen de manera trasversal. En esos casos, la tecnología pasa a ser una herramienta más en el aula, como antes lo eran los libros, independientemente del contenido que se imparta. 

El último Informe Horizon señala a los asistentes virtuales como uno de los recursos con más potencial a largo plazo. En este estudio, desarrollado desde 2004 por la asociación sin ánimo de lucro Educase, casi 100 expertos relacionados con la enseñanza-aprendizaje en la Educación Superior analizan las tendencias, desafíos y desarrollos tecnológicos en este ámbito. 

En la edición de 2019 señala que en los últimos años "las tecnologías de aprendizaje automático, potenciadas por el uso de inteligencia artificial (IA), han mejorado la precisión de las técnicas de reconocimiento de voz y procesamiento de lenguaje natural, ayudando al desarrollo de asistentes virtuales como Siri, Alexa, Bixby o Google Assistant". Esto ha favorecido la interacción de los usuarios de manera natural con dispositivos que entienden los comandos de voz para realizar determinadas tareas, o les lanzan preguntas para resolver dudas. Que esta herramienta fuera adoptada por la comunidad educativa solo era cuestión de tiempo. 

Una de las ventajas de estas herramientas es que la atención al alumno es ya 24x7

En septiembre, y aprovechando el inicio del curso, la Fundación Universitaria CEU San Pablo presentaba el servicio de voz Ask CEU dirigido a su alumnado, y casi al mismo tiempo Coursera hacía lo propio e incorporaba una herramienta de voz para interactuar con sus estudiantes. "Los asistentes de voz se están adoptando más rápido que casi cualquier otra tecnología", reconocía Alex Sanchez, director de innovación tecnológica de esta plataforma de aprendizaje online. "Por eso hemos diseñado una skill para Alexa que ayuda a los estudiantes a organizarse con fechas límites, calificaciones y actualizaciones de su progreso".

Ese mismo mes, SM Educamos anunciaba la disponibilidad de su nuevo asistente de voz, en esta ocasión para padres, madres y profesores. Tres iniciativas, en tres ámbitos educativos diferentes, pero con mismo propósito: facilitar la relación del centro con sus interlocutores . 

"La idea era implantar un asistente digital para todos los estudiantes. Primero hicimos un bot, disponible desde febrero del año pasado, y después evolucionamos a un sistema digital por voz", cuenta Iñaki Bilbao, vicerrector de Internacionalización de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, a INNOVADORES. "Hemos desarrollado una skill de Alexa para resolver las dudas de nuestros estudiantes y prestarles soporte durante su vida universitaria. Además,  como valor añadido, hemos conectado nuestro asistente con nuestro CRM en Dynamics (el software de gestión empresarial de Microsoft) para enviar notificaciones personalizadas. Por ejemplo, avisar si falta un papel de la matrícula o si acaban de salir las notas". 

El alumnado interactúa con estas funciones a través de la voz, bien utilizando la aplicación en su teléfono móvil, bien con un altavoz Echo Dots, de Amazon. En una primera fase se han distribuido 1.000 de estos dispositivos entre los alumnos de primer curso, y en una segunda fase harán entrega de otros 4.000. 

En el caso de SM Educamos, su plataforma permite a progenitores y tutores acceder a información de interés sobre sus hijos, como el horario de las clases, contactar con sus profesores o conocer su evolución académica. Este "ecosistema educativo", como lo definen desde el Grupo SM, ya está siendo utilizado por un millón de familias españolas, según datos de la propia compañía. 

Apoyo docente

"A día de hoy el 80% de las conexiones de padres y madres se hacen desde el móvil y esto ha provocado el nacimiento de nuevas funciones y servicios", explica Magí Almirall, director corporativo de tecnología y negocio digital de SM. "La asistencia de voz es una importante opción de cercanía. En muchos hogares ya nos ayudan a encender luces o escuchar música. Para nosotros poner los datos del colegio en el asistente de voz de casa es un paso indispensable en el camino de tener a las familias más cerca de la escuela".

Los estudiantes de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) no tardarán mucho en contar con su propio asistente de voz. Su vicerrector de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Mathieu Kessle, confirma en conversación con INNOVADORES que esperan que esté listo la próxima primavera. "La voz va a ser una de las grandes maneras en las que los usuarios se van a relacionar con los sistemas informáticos en general. [En el ámbito educativo] esto abarca desde los sistemas administrativos a aquellos relacionados con la docencia".

El proyecto piloto se está desarrollando en entornos de gamificación para, después, integrarlo en otro tipo de aplicaciones. Seguirá un camino similar al que ya recorrieron con la implantación de su bot hace casi tres años. "Implatamos el bot como elemento de motivación para la docencia dentro de nuestra plataforma de gamificación. Cualquier profesor puede introducir preguntas sobre temas asociados a su materia y lanzar un juego educativo a sus alumnos", describe Kessle. 

La propuesta recibió muy buena acogida y derivó en la plataforma educativa de juegos ‘Rétame y aprendo’, dirigida a los alumnos de Secundaria y Bachillerato de la Región de Murcia. Un proyecto que recibió en 2017 el premio SIMO a la Innovación Educativa en la categoría Mejor Recurso Digital de Creación Propia.

"El modo de contacto con nuestros estudiantes es cada vez más digital, se comunican y colaboran de manera distinta a la nuestra. No están acostumbrados a recibir información desde un único canal, que podría ser el correo electrónico de la universidad o de su página web; sino que la recogen de una variedad de fuentes, desde su Facebook, Instagram, correo electrónico, WhatsApp, Telegram o Skype. Los bots –asevera Kessler– permiten esta multicanalidad y el alumno puede suscribrirse a él desde donde crea oportuno. Ahora, con el uso de la voz, le añadiremos la característica de la multimodalidad". Una funcionalidad que también añadirán a UPCTtraining, un bot para repasar las dudas y evitar los errores más comunes de los contenidos de inglés en la preparación de la prueba de EBAU de acceso a la universidad. 

El uso de asistentes de voz en la docencia es una evolución en la que también trabajan en la Universidad CEU Herrera Oria. Ahora mismo desarrolla un piloto de test de repaso que, si todo va según lo previsto, implantará durante los próximos meses. "Una de las ventajas de estas herramientas es que la atención es 24 horas siete días a la semana, lo que les permite acceder a la información y los contenidos en el momento más adecuado para ellos", recalca Iñaki Bilbao. Algo que ya sucedía con su bot. Cuando le preguntamos por la incorporación de la voz a unos servicios que ya existían lo tiene claro: "Los estudiantes hacen un uso intensivo del móvil, y cada vez interactúan más por voz y menos a través de la pantalla y con mensajes escritos". Con estas premisas, la conclusión solo puede ser una. 

Un mercado casi asentado

 Los asistentes de voz han dejado atrás su fase de adopción. El conocimiento de general de esta tecnología ya era alto hace dos años, cuando los analistas de la consultora PwC encuestaron a 1.000 estadounidenses sobre esta cuestión y tan solo el 10% reconocieron no saber de qué les estaban hablando. Del 90% que sí, el 72% ya había usado algún asistente y tres de cada cuatro lo hacía en su hogar.  En España, el 10,7% de la población afirma utilizarlos, según la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC).