Desde hace años, diferentes regiones españolas han ido dotándose de unos centros llamados Digital Innovation Hub en el marco de la propuesta de industria 4.0 autonómica y nacional. Se trata de espacios donde las empresas, de cualquier tamaño y sector productivo, pueden acceder a oportunidades digitales que se escaparían de su alcance por economías de escala o conocimiento. Funcionan como ventanillas únicas que brindan esa experiencia técnica y capacitación, así como apoyo financiero y colaboración en sus procesos de innovación.

El siguiente paso natural de estos Digital Innovation Hub era no sólo fomentar el apoyo local y el intercambio de conocimiento a nivel nacional, sino formar parte de una red europea con un potencial transformador mucho mayor. Era, no en vano, uno de los principales objetivos de los planes comunitarios, incluido de hecho en el primer Programa Europa Digital. Pero antes de conformar esa red en todo su esplendor, España tenía la difícil papeleta de elegir los centros más punteros para llevarlos más allá de los Pirineos.

Ahora ya tenemos fecha para el culmen de este programa. Según ha anunciado la ministra de Industria, Comercio y Turismo -Reyes Maroto- en el 34º Encuentro de Economía Digital de AMETIC, será en este "último trimestre cuando se seleccionarán los Digital Innovation Hub que formarán parte del ecosistema europeo".

Una vez designados los centros potenciales por parte del Ministerio de Industria, el siguiente paso le corresponde a la propia Comisión Europea, lanzando una convocatoria restringida de propuestas que estos centros deben solicitar.

Asimismo, Maroto ha querido despejar dudas sobre la estabilidad financiera de esta iniciativa, asegurando "un compromiso de gasto para los próximos cuatro años" que no ha detallado, a sumar a la esperada triplicación del "presupuesto a corto plazo de las inversiones europeas". La ministra ha sido clara al respecto de la importancia de este programa: "Los Digital Innovation Hub jugarán un papel importnte como facilitadores de la implementación de las tecnologías habilitadoras".

Recordemos que la Comisión Europea invertirá, dentro de ese primer Programa Europa Digital (y a la espera de la materialización de los Fondos de Recuperación posCOVID-19) nada menos que 9.200 millones de euros "para alinear el próximo presupuesto de la UE a largo plazo 2021-2027 con los crecientes desafíos digitales", de acuerdo a la propia institución.

Simbiosis industrial y digital

En su intervención, la ministra de Industria ha recordado que "la digitalización no es una opción: es una necesidad para garantizar la viabilidad de las empresas". De hecho, para Reyes Maroto, esta transformación digital constituye -junto a la sostenibilidad- uno de los dos vectores principales de transformación en estos momentos en el ámbito productivo: "Tenemos que seguir impulsando esa simbiosis entre tecnologías digitales y tejido industrial"

Maroto tampoco ha querido dejar pasar el debate sobre la reindustrialización de Europa, un debate en plena ebullición tras los problemas de abastecimiento de bienes básicos durante la pandemia de la COVID-19. "Queremos tener un tejido industrial fuerte, reduciendo la dependencia de terceros países. Es un objetivo común y compartido con la Unión Europea, que ya tiene fijado un objetivo de aumentar al 20% el peso de la industria en la economía. Es una prioridad para conseguir el crecimiento económico y generación de empleo".

En cuanto a las habilidades digitales dentro del tejido industrial patrio, la ministra ha reconocido que estamos asistiendo a la irrupción de nuevas necesidades en cuanto a la "simulación de capacidades cognitivas que amplien nuestras capacidades intelectuales, lo que requiere un esfuerzo en formación y capacidades digitales". Para ello, el Ejecutivo ha lanzado un nuevo programa para recualificar a personas desempleadas en sectores productivos estratégicos, "con el propósito de llegar a 5.000 personas durante el primer año".