Marsi Bionics lo ha vuelto a hacer. Acaba de lanzar al mercado un nuevo exoesqueleto, en este caso para la rodilla. Se trata de un músculo artificial que imita el funcionamiento real de una rodilla. Elena García, cofundadora de esta firma española, explica a INNOVADORES que este nuevo dispositivo “no solo genera fuerza y movilidad, que es lo que haría un motor”, sino que imita el sistema neuromuscular que da a la persona la estabilidad al moverse.

“Nuestro sistema es capaz de detectar el esfuerzo de la persona, la posición en la que está, el terreno que está pisando, con el que el robot es capaz de modificar su rigidez para adaptarse a la del suelo y dar la estabilidad” que le daría el sistema de la persona si estuviera en plenas facultades. “Esto es algo que solo tiene la tecnología que nosotros hemos desarrollado”, asegura la responsable de Marsi Bionics.

En 2013, Elena García e Ignacio Barraqué fundaron esta spin off del CSIC para llevar a cabo la transferencia tecnológica de su laboratorio al mercado. En este nuevo dispositivo robótico subyace la misma tecnología patentada en Europa y EEUU de su primer exoesqueleto para uso en tetraplejia infantil que revolucionó la pediatría en todo el mundo, ya que podía ayudar a 17 millones de niños afectados con diferentes tipos de enfermedades y daños cerebrales.

Esta investigadora en el Centro de Automática y Robótica del CSIC subraya que el valor diferencial de sus desarrollos está en la tecnología que hay detrás de sus exoesqueletos: “La tecnología es la que realmente determina el alcance que tiene cada exoesqueleto y a medida que la complejidad de las enfermedades y los síntomas aumenta nuestra tecnología se puede utilizar, mientras otras no tanto”.

La propia empresa ha trabajado en poder certificar como producto sanitario estos exoesqueletos. Así el pasado mes de abril, en medio de la Estado de Alarma por la Covid-19, recibieron el marcado CE para comercializar nuevo dispositivo MAK Active Knee para la rehabilitación y la reeducación de la marcha en pacientes con debilidad muscular, hemiplejia o necesiten cualquier tipo de asistencia en la rodilla.

La rehabilitación tras una operación de prótesis de rodilla suele ser “muy complicada, larga y dolorosa”, pero con la ayuda de este exoesqueleto para esta articulación, los fisioterapeutas pueden mejorar el proceso. En el estudio clínico previo a su comercialización, apunta García, se ha demostrado que se puede reducir el tiempo de 75 a 25 días de rehabilitación que, además, es “más cómoda, sencilla y sin dolor”. MAK puede colocarse en el mismo hospital tan solo dos días después de la operación, lo que le permite “empezar a movilizar y así facilitar el drenaje y la cicatrización”, mientras antes se requería 15 días de reposo. 

La MAK, subraya García, está contemplada como un elemento de ayuda para el fisioterapeuta, por lo que debe usarse bajo su supervisión profesional, tras una formación certificada para su capacitación. Otra de las ventajas de este dispositivo es la información biomecánica precisa que aporta al profesional con datos sobre la evolución del paciente.

Hasta ahora era muy complicado, con la rehabilitación tradicional, volver a conseguir una funcionalidad natural y aquí es donde “robótica produce una revolución al conseguir mejores resultados en la movilidad”, puntualiza la cofundadora de Marsi Bionics. De hecho, a partir de septiembre, Sanitas ofrecerá en su cartera de servicios este dispositivo para los procesos de rehabilitación de rodilla en sus centros de Madrid.

Desde Marsi Bionics, diseñan las partes mecánicas, electrónicas y ortoprotésicas del exoesqueleto que se mandan a fabricantes europeos que producen estos componentes. Por el momento, al contar con pocas unidades la propia firma española realiza el ensamblaje, pero en un futuro habrá que externalizarlo.

Próximos ensayos clínicos

En los próximos meses se van a realizar otros ensayos clínicos para probar este exoesqueleto de rodilla y su tecnología con pacientes con accidentes cardiovasculares, como el ictus. García matiza que este tipo de dispositivo no serviría para todos estos casos, “solo para los que resulten afectados en su movilidad y precisen de una reeducación de la asistencia de la rodilla”.

Por el momento, Marsi Bionics ya cuenta con una Prueba de Concepto para este uso y está previsto que el próximo mes de septiembre se inicie un ensayo clínico, aunque todo dependerá de la situación actual por la pandemia de la Covid-19.

Además, otros posibles usos de este dispositivo medtech sería para pacientes con distrofias musculares, esclerosis múltiples… así como para la rehabilitación de deportistas de alto rendimiento con operaciones por ligamento y relacionados con la articulación de la rodilla, puntualiza la cofundadora de esta empresa española.

Demanda internacional

Tras los resultados del estudio clínico y la certificación CE, ya han contacto con la empresa española distribuidores internacionales, sobre todo de Europa y Emiratos Árabes, por lo que se están cerrando acuerdos ante la necesidad de esta tecnología para la rehabilitación de pacientes.