La startup barcelonesa Nektria ha conseguido poner sentido común a la entrega programada, generando menores costes a las empresas y realizando el servicio en la franja horaria indicada por el consumidor, uno de los aspectos que éste más valora. Lo han conseguido situando la variable 'tiempo de reparto' como una de las prioritarias de la logística, ordenando en milisegundos las entregas.

“Si únicamente priorizas la variable de la franja horaria corres el riesgo de que el transportista dé muchas vueltas por la ciudad porque sigues las preferencias de los clientes y no el orden natural del reparto. Esto dispara los costes de las empresas de logística y conlleva una mala productividad, corriendo además con el riesgo de incumplir el horario indicado por el cliente”, asegura David Costa, CEO de la compañía.

Nektria, fundada por el propio Costa, Miquel Valls, Oriol Serra, Guillem Ricarte y Víctor Tejedo, comenzó la andadura el 2016, centrada en la movilidad de las personas. Ayudó a la salida al mercado de la startup Cooltra, que ofrece servicio de motos y bicicletas compartidas en Europa, pero necesitaba resultados a corto plazo que no llegaban.

De la movilidad de personas a los paquetes

Serra, uno de los fundadores, vaticinó que el reparto de paquetería estaba a punto de ser dramático y decidieron poner orden a un futuro de previsible desorden en el sector.

Dejaron de centrarse en la movilidad de las personas por la de los paquetes, especializándose en el reparto del sector de la alimentación, uno de los más complicados, por volumen y diversidad. El supermercado en línea Ulabox fue el primero en apostar fuerte por Nektria.

David Costa, CEO de Nektria.

“Nuestro software tiene en cuenta diversas variables pero sitúa como prioritaria la del tiempo que tardas en hacer la entrega. Sigue siendo posible escoger la franja horaria en la que se desea recibir el pedido, pero nuestro programa, después de tener en cuenta todas las características del cliente y de su compra, nos indica los períodos de entrega disponibles, que dependerán de las comprometidas hasta ese momento”, explica Costa.

De hecho, en el momento en el que el consumidor clica que desea comprar lo escogido, el programa ya ha analizado todos los parámetros y le indicará las franjas horarias a las que puede optar.

“El programa no prioriza el número de entregas sino el tiempo que se tardará en realizarlas. Traducimos pedidos en minutos y nuestro software ofrece respuesta en 200 milisegundos”, afirma Costa.

Sobre la API (interfaz de programación de aplicaciones, en sus siglas en inglés) de Nektria: “Hacemos trabajar nuestro algoritmo, que nos ha permitido que los compromisos que adquiere la logística se cumplan”. El resultado es que se dispara la puntualidad y, como consecuencia, también la productividad.

Equilibrio entre costes y eficiencia

Nektria da la posibilidad de que el ecommerce configure su transporte, tanto propio como externo, los costes que quiere asumir y la eficiencia que desea ofrecer. En definitiva, las reglas que quiere aplicar en las entregas y que responden a las prioridades del negocio.

“Hemos convertido el transporte no solo en un producto más del ecommerce, sino en uno de los más importantes del negocio, y aquí está la revolución que hemos introducido en la logística de última milla”, asegura Costa.

Nektria gestiona la planificación de la logística para la empresa y ofrece también una aplicación móvil para el transportista. Según explica Costa, “la puesta en marcha es sencilla y personalizada. Hacemos los ajustes necesarios en el software, ofrecemos apoyo a las personas que lo gestionan en la empresa de logística y un servicio auxiliar de operaciones, a la vez que también atendemos las preferencias de los trasportistas”.

La empresa trabaja actualmente con grandes distribuidores en las principales capitales de provincia de España. Levantó una ronda de inversión de dos millones de euros en 2017, pero en 2019 “seguíamos quemando dinero y no conseguíamos organizar otra ronda de inversión”.

Decidieron dejar de comportarse como una startup y cambiar el modelo empresarial. “Para no depender de inversores, ajustamos números, plantilla y la dedicación de los cofundadores”, añade Costa, que junto con Valls, sigue en el día a día de Nektria.

Actualmente tiene una plantilla de 10 empleados y el año pasado facturó 320.00 euros, una cifra que espera hacer crecer este año hasta el millón de euros. Aunque centrada en el sector alimentario, hace dos meses dio sus primeros pasos en la distribución de paquetería. “Ahora estamos explorando el transporte voluminoso”, anuncia Costa.

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