Una spin off es una especie de startup pero nacida desde la universidad, creada por miembros (por investigadores) de la comunidad educativa de un determinado centro universitario. Dicho de otro modo, una idea que comenzó a investigarse entre las cuatro paredes de una facultad y que acaba cristalizando en un negocio global.

No es extraño, en este contexto, que las universidades 'vendan' sus spin off como un logro propio. Cuantos más, mejores y más exitosos negocios ideados en una determinada universidad, más medallas se colgará ésta, más potencial va a demostrar.

En estos casos, lo mejor es adentrarse en este mundo a través de ejemplos concretos y en el último mes, una universidad que se ha esforzado mucho en sacar pecho ha sido la Universidad de Murcia.

El potencial de dos compañías, Arthropotech y Longseq Applications, dedicadas a sectores tan dispares como los insectos y la secuenciación genética aplicada a la salud, demuestran también esa versatilidad sectorial con la que debe contar toda universidad que se precie.

A ambas empresas, por los logros obtenidos hasta el momento, les espera un futuro prometedor.

A vueltas con el uso alimentario de los insectos

El estudio y conocimiento de los insectos es el germen de una nueva empresa de base tecnológica (EBT) nacida del seno de la Universidad de Murcia y cuyo valor añadido acaba de ser reconocido por el Instituto de Fomento de la Región de Murcia, que ha concedido al proyecto la calificación de 'Emprendedor del mes'.

Arthropotech está promovida por investigadores del área de Zoología de la Universidad de Murcia, a través del catedrático José Galián Albaladejo, junto a María José Gimena Almansa como cofundadora.

Esta spin off basa su actividad en el conocimiento generado durante más de 30 años de investigación en el grupo Filogenia y Evolución Animal, calificado como grupo de excelencia por la Comunidad Autónoma, y que se centra en la aplicación de tecnologías de vanguardia al estudio de los artrópodos, el grupo con mayor biodiversidad de organismos.

Los servicios de Arthropotech giran en torno a tres áreas esencialmente. Una de ellas es el control de plagas, tanto agrícolas como forestales, mediante la aplicación de herramientas biotecnológicas.

La empresa lleva a cabo estudios de resistencia y sensibilidad de los insectos a los plaguicidas mediante técnicas de análisis genético. Estos resultados son de mucha utilidad para empresas de producción vegetal y empresas de agroquímicos porque la información ayudará a combatir de forma más eficiente las plagas.

Además, también trabajan la insecticultura, es decir, la cría de diferentes especies de insectos dirigidos a la alimentación animal y humana; una actividad que realizan aprovechando los subproductos y residuos de la industria alimentaria, con lo que contribuyen a la economía circular.

Y, por último, el tercer servicio en el que está especializada la empresa es la aplicación de técnicas innovadoras para la identificación de especies de insectos.

En concreto, Arthropotech, trabaja aplicando la técnica del bacording con la que consiguen esta identificación de insectos muy útil para la investigación forense, pero también para quienes se dedican a la conservación de la biodiversidad; así como para la gestión de especies invasoras.  

Un valor añadido de esta empresa es el fomento que hace de la denominada economía circular mediante la valorización de subproductos de la industria agroalimentaria para su utilización como sustrato de cría masiva de insectos, ya que estos residuos dan lugar a la generación de proteína de insectos de alto valor nutritivo.

Se trata esta de una línea de negocio de enorme potencial de crecimiento dada la actual tendencia a promover fuentes de proteína alternativa que abastezcan la demanda alimentaria mundial. En este ámbito la Región de Murcia juega un papel clave dada la gran cantidad de materia prima que se genera fruto de su enorme actividad agroalimentaria.

Secuenciar el ADN para mejorar la sanidad

Longseq Applications, por su parte, ha sido constituida por investigadores pertenecientes a tres grupos de investigación, dos de la Universidad de Murcia y otro del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB), de las áreas de biomedicina y bioinformática.

La actividad de esta nueva spin off se centra en la secuenciación masiva de ADN de cadena larga (secuenciación de tercera generación), mediante el empleo de tecnología nanoporos.

Este sistema de nanotecnología permite conocer la secuencia nucleotídica de grandes fragmentos de ADN (hasta 2.5Mb) cuando atraviesan un poro, lo que posibilita la detección y caracterización de alteraciones genéticas, como variantes estructurales, que otras técnicas no son capaces de resolver.  

La empresa ha conseguido detectar variantes estructurales complejas e inserciones de retrotransposones implicadas en una enfermedad rara: la deficiencia de antitrombina.

LongSeq está enfocada principalmente al sector biomédico y en este ámbito uno de sus principales objetivos es la búsqueda y caracterización del mecanismo molecular de enfermedades con base genética, especialmente para aquellos casos en los que las técnicas de secuenciación masiva o convencional han fallado.

Este problema es especialmente relevante en el campo de las enfermedades raras, donde el porcentaje de casos no diagnosticados es elevado, posiblemente por las limitaciones de los métodos actualmente disponibles.

La nueva empresa de base tecnológica ayuda a superar esas limitaciones ofreciendo nuevas posibilidades de análisis para encontrar estos mecanismos moleculares.

LongSeq ofrece un servicio integral, que cubre tanto la secuenciación de muestras como su análisis bioinformático gracias a una serie de pipelines desarrolladas por la empresa que permiten, entre otras cosas, la recomposición de la arquitectura del genoma o la identificación de modificaciones.

También son muchas las aplicaciones de la tecnología que usa esta empresa en la investigación de genomas más pequeños como virus (incluido SARS-CoV-2), hongos o bacterias, e incluso para el estudio del microbioma, un componente que cada día tiene más interés fisiopatológico.

Esta tecnología también tiene  utilidad en la industria agroalimentaria, especialmente la determinación rápida y eficaz de perfiles genéticos extensos, aspecto clave en procesos de trazabilidad, detección de contaminaciones y garantía en denominaciones de origen.

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