Según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), durante el primer semestre de este año se diagnosticaron un 21% menos de nuevos casos de cáncer, se observó una disminución de la actividad diagnóstica de cáncer en citologías de un 30% y de biopsias en un 23,5%. Además, el número de pacientes atendidos en los hospitales de día descendió un 14% y el número de pacientes tratados con quimioterapia descendió un 9,5% y el de los tratados con radioterapia un 5%. El caso del cáncer es aplicable a otras enfermedades graves.

¿Qué significan estos datos? Esta bajada se explica, según el mismo organismo, por la suspensión de la actividad asistencial durante la primera ola y el miedo de los pacientes a acudir a los centros hospitalarios. La máxima prioridad sanitaria para hacer frente a la Covid-19 está, pues, detrás de esta situación.

En este sentido, hay centros hospitalarios que, pese al lógico esfuerzo que requería la lucha contra el coronavirus (o precisamente debido a esta circunstancia, ya que otras enfermedades estaban quedando cada vez más desatendidas), han decidido hacer un esfuerzo extra en 2020 para compensar esa desatención. Y ese esfuerzo lo han hecho con inversiones en inteligencia artificial y tecnología.

Uno de estos hospitales es el de referencia en Ibiza, la Policlínica Nuestra Señora del Rosario. A lo largo de este complicado 2020, este centro ha ampliado su capacidad tecnológica sanitaria al incorporar, entre otros, un segundo equipo de resonancia magnética, un mamógrafo 3D de última generación y múltiples pantallas de control gestual para el conjunto de sus quirófanos inteligentes.

A su vez, el hospital ha reforzado el área de neurocirugía, al superar los dos centenares de operaciones de cirugía endoscópica biportal de columna, empleada para diversas patologías, desde escoliosis hasta biopsias raquídeas.

La revolucionaria técnica quirúrgica, nacida en el Barum Hospital de Corea del Sur, fue introducida en Europa por el centro hospitalario ibicenco que es, hasta el momento, el único formador acreditado en todo el continente que cuenta con el personal y la tecnología necesarias para aplicarla.

El hecho de que el postoperatorio no requiera ingreso en UCI ha facilitado su aplicación con normalidad, sin obstruir camas necesarias para atender la emergencia sanitaria en el contexto de la pandemia del coronavirus, algo que con técnicas convencionales no habría sido posible.

Por otro lado, la incorporación de un segundo equipo de resonancia magnética ha permitido al grupo hospitalario duplicar su capacidad diagnóstica. Esta tecnología es cada vez más demandada, sobre todo en disciplinas como la cirugía vascular, la cardiología, la neurología y la oncología.

El nuevo sistema tiene capacidad para realizar estudios vasculares sin necesidad de contraste endovenoso e incorpora el mapeo de los cartílagos, avance muy relevante en el diagnóstico de lesiones articulares como las de rodilla. La tecnología amplía la capacidad diagnóstica en problemas óseos y permite diagnosticar precozmente problemas degenerativos como la artrosis, la osteoporosis y otras patologías del cartílago.

Mamógrafo 3D

Además, y desde el pasado mes de agosto, el hospital cuenta con un mamógrafo 3D de última generación que mejora la detección y el diagnóstico precoz de la patología mamaria. El aparato ofrece claras ventajas como mayor comodidad para la paciente durante la exploración y un aumento considerable de precisión en la detección de los carcinomas de mama. Gracias a la tomosíntesis digital el aparato es capaz de detectar lesiones muy pequeñas o en estadios más precoces que una mamografía convencional.

Pero hay más. Durante el segundo semestre de 2020 se ha llevado a cabo la instalación de pantallas con máxima resolución de imagen y control gestual en todos los quirófanos del centro.

La tecnología inteligente permite al cirujano acceder en pocos segundos a la historia clínica del paciente y revisar todas las imágenes de sus pruebas sin salir del campo de esterilidad, lo que minimiza riesgos y agiliza la cirugía. Además, el control gestual es un plus en un momento de medidas higiénicas extremas como el actual, ya que no es preciso tocar nada.

Ricardo García, director médico de Policlínica Nuestra Señora del Rosario, principal hospital de Ibiza, señala que "mantener la inversión en tecnología sanitaria avanzada ha sido todo un reto en el marco de la Covid-19 pero es imprescindible para sostener y mejorar la calidad de nuestra sanidad" y, sobre todo, "para evitar el riesgo de que muchas enfermedades distintas a la covid se agraven por un retraso en revisiones, diagnóstico y tratamiento".

Para el doctor García, la mejor estrategia para atender patologías al margen del Covid ha sido "gestionar de forma eficiente un circuito paralelo donde se han garantizado todas las medidas de seguridad, campañas de comunicación y concienciación a la ciudadanía como las que hemos emprendido en nuestro entorno local para que no se descuidaran revisiones ni se dejara de acudir al centro hospitalario y una actualización tecnológica constante", que "en este contexto, ha resultado un reto de inversión más complejo aún ante las exigentes condiciones de aprovisionamiento, logísticas y operativas".

A modo de balance de un año especialmente complejo que, admite, "se ha salido de toda previsión en logística sanitaria", el director médico de Policlínica Nuestra Señora del Rosario insiste en que "las campañas de concienciación dirigidas a los ciudadanos para minimizar el miedo de acudir al hospital, la coordinación operativa y la inversión en tecnología han sido fundamentales".

En su opinión, la pandemia ha obligado a los médicos a hacer especial hincapié en que "analíticas de control, colonoscopias, controles cardiológicos, mamografías y resto de revisiones anuales pediátricas u oftalmológicas son citas que no deben olvidarse ni aplazarse", ya que son una faceta esencial de la medicina preventiva para proteger nuestra salud.

Noticias relacionadas