Miami (EEUU)

Verizon, una de las grandes compañías de telecomunicaciones de Estados Unidos, ha vendido apenas cuatro años después y por la mitad de su precio de compra algunas de las marcas más conocidas de la historia de internet.

Yahoo, uno de los primeros buscadores rudimentarios, el portal de inicio de navegación de finales de los 90, va en el paquete. También TechCrunch, una web todavía con gran predicamento y músculo en eventos propios, pero un vertical dentro de un conglomerado decadente. Al igual que AOL, el acrónimo de AmericaOnline, la plataforma que dio acceso masivo a la red en Estados Unidos. Sus terminales, sencillos y baratos, popularizaron el uso de Internet. Y, por el camino, hicieron rico a Steve Case.

Hay que tener en cuenta que el declive de Yahoo y AOL había comenzado mucho antes de que las redes sociales se pusieran de moda. Ya con la primera burbuja de las puntocom, tanto Yahoo como AOL perdieron fuste. Y más tarde, con la hegemonía de Google y Facebook, la tarta publicitaria a la que tenía acceso Yahoo comenzó a menguar.

La exCEO de Yahoo, Marissa Mayer

La contratación de Marissa Mayer, una google pata negra, para liderar los destinos de Yahoo fue un rayo, efímero, de esperanza. Ni el contenido tenía el sabor dinámico y diferencial del resto de competidores, ni creaba la sensación de tener que volver a entrar para consultar algo.

Atrás quedan sus momentos de gloria. Recordemos que, en su momento más álgido, Yahoo llegó a intentar comprar Facebook. Se les escapó el acuerdo y, bueno, quince años después, ya sabemos cómo ha ido derivando la historia.

Verizon compró AOL en 2015 por unos 4.400 millones de dólares y, un año más tarde, se hizo con Yahoo a cambio de 4.830 millones. Ahora, se desprende de ambas por apenas 5.000 millones de dólares.

El futuro que le espera a Yahoo

La compra por parte del fondo Apollo, un fondo de inversión, evidencia un cambio de era muy claro: las marcas siguen teniendo sentido, sí, pero para cuestiones puntuales.

La creación del usuario es la que ha ganado la batalla. El dinamismo de Facebook y sus competidores permiten renovarse de manera constante. En cambio, las grandes marcas de las que acaba de deshacerse Verizon, algunas de gran calado internacional, tienen el poder de la distribución pero no, clave importante, la capacidad de generación de contenido constante, de regeneración, de las plataformas sociales.

La comunidad convertida en generadora de historias, frente a los estáticos creados solo por expertos. Esa es la batalla en la que Yahoo ha sucumbido a Google y Facebook.

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