Miami

El mundo startup ha demostrado adaptarse a la situación pandémica mejor que los sectores más tradicionales. El trabajo en remoto ya era una norma y los nichos como educación, logística, servicios para empresas, bienestar y fintech, siempre presentes en la región, ven un nuevo despertar en 2021.

Platzi, la plataforma de emprendimiento y formación online líder en América Latina, ha publicado un informe previo a su ‘demoday’, en el que las startups presentan sus ideas ante inversores. Entre los asistentes a esta cita se encuentran fondos como Foundation Capital, ALLVP, Magma Partners, Amador, May Capital y Monashees. Desde 2016, 15 startups han entrado en los programas de Y Combinator y 500 Startups, los más reconocidos del mundo.

Entre las propuestas más exitosas que han pasado por la formación de Platzi figuran Terapify, Treble, Beek, o BoletoMóvil. Tras analizar las más de 1.000 empresas que han pasado por ella, el estudio recoge que Bogotá, Buenos Aires, Santiago de Chile, Sao Paulo, Guadalajara, Ciudad de México y Lima acaparan más de la mitad de las startups. Entre las sorpresas: Barranquilla (Colombia), Quito (Ecuador) y Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) destacan como puntos emergentes.

De todos las empresas analizadas, solo el 37% está monetizando su idea usando un modelo B2B (business to business), mientras que el 28% lo hace B2C (business to commerce) con venta directa al consumidor.

Por orden de interés, los sectores que lideran son educación, venta directa y logística, servicios para empresas, salud y bienestar y, en último lugar, fintech. En la intersección entre finanzas y tecnología, la región lleva un largo trecho recorrido, pero todavía queda mucho por avanzar. Más del 60% de la población no usa ningún tipo de servicio financiero.

Barreras mentales y económicas

Entre las 1.000 startups analizadas, el 30% cuenta con, al menos, una mujer en el equipo fundador. Desde Platzi lo interpretan como un gran avance y cambio de mentalidad: “Hay un grupo de fundadoras sin explotar, que crearán una oportunidad de aumentar el rendimiento financiero para los inversores, así como impacto social y económico positivo”, señala Juliane Butty, directora de Platzi Startups. 

En líneas generales, el perfil del emprendedor de América Latina es un hombre de entre 25 y 40 años que vive en Ciudad de México, Bogotá o Buenos Aires. Es habitual que tenga estudios superiores, en algunos casos, cursados en universidades de Estados Unidos o Europa. 

“Casos como Mercado Libre, nacida en Argentina, Rappi en Colombia o Kavak en México, sirven de impulso para que más emprendedores den el paso. En Ecuador, además, hemos encontrado un nivel técnico notable”, señala Butty. En el caso de las empresas citadas, las tres superan los 1.000 millones de dólares de valoración. Mercado Libre, que cotiza en el mercado bursátil, lo multiplica varias veces.

“Lanzar una idea con un producto mínimo viable como prueba inicial ya no es una barrera. Pero sí encontramos dos retos: la velocidad, para llegar pronto a esa versión que ya funciona, y la relación entre los fundadores”, relata la experta. Otro punto a mejorar es la fortaleza, como ella dice: “Construir un equipo motivado y resiliente”.

“En cambio, sí encontramos perfiles más junior con gran curiosidad y ganas de crecer”. Es entonces cuando, sí, llega el reto de conseguir inversión: “Detectamos una carencia de inversores ángeles, una burocracia lenta y cierta dependencia de la fluctuación del dólar”, concluye.

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