En las intrincadas selvas de Indonesia se esconde el yacimiento arqueológico de Gunung Padang, al que los lugareños consideraban un sitio sagrado. Esta "pirámide" compuesta por varias capas sucesivas de terrazas de piedra sobre la cima de un volcán inactivo llamó la atención de todo el mundo el pasado mes de noviembre. Los motivos fueron las declaraciones realizadas por los investigadores indonesios en su artículo publicado por la revista Archaeological Prospection.

En el mismo, los investigadores concluyeron que se encontraban ante la pirámide más antigua del mundo, cuyas capas inferiores fueron construidas hace más de 25.000 años, "cuando quizás la agricultura no se había inventado". Esta fecha es mucho más remota que la primera pirámide del faraón Zoser, la más antigua de Egipto y construida hacia el año 2600 a.C. 

La noticia no dejó indiferente a nadie, mucho menos a los investigadores y arqueólogos del resto del mundo, que dudan seriamente del estudio y afirman que ninguna de las pruebas presentadas por el equipo indonesio sirven para respaldar sus revolucionarias conclusiones, rebajando la datación del asentamiento entre hace 6.000 y 7.000 años.

Cima de la montaña de Gunung Padang

Serias dudas

"Me sorprende mucho que este artículo se haya publicado tal como está", afirmó Flint Dibble, arqueólogo de la Universidad de Cardiff, según recoge un artículo publicado en The Guardian

La airada protesta de los investigadores del resto del mundo ha obligado a realizar una investigación a los editores de la revista Archaeological Prospection. En cuanto a la misma, Danny Hillman Natawidjaja, geólogo, profesor del Instituto Indonesio de Ciencias y principal autor del artículo de la discordia, indicó que "la investigación (...) aborda las preocupaciones planteadas por terceros con respecto al contenido científico de nuestro artículo. Estamos muy comprometidos a la hora de resolver estas dudas".

Megalitos en el yacimiento Wikimedia Commons

Natawidjaja y su equipo sostienen que el uso de un radar de penetración terrestre desveló que debajo del edificio principal de Gunung Padang existen varias capas más profundas creadas por el hombre y que la más baja -que corresponde a un piso de lava endurecida- presenta indicios que apuntan a que fue "meticulosamente esculpida".

Una de las evidencias que presentaron a la hora de adjudicar la antigüedad al yacimiento fueron una serie de muestras de suelo extraídas del material perforado en la colina que se encuentra debajo del sitio. El análisis de estas muestras arrojaron una antigüedad de entre 27.000 y 16.000 años. El resto del conjunto se construyó en varias fases constructivas posteriores que se remontan hasta los 8.000 años. 

Los problemas, sin embargo, empiezan ahora. Dibble y otros investigadores apuntan que Natawidjaja y su equipo no aportan pruebas de que el material estudiado haya sido elaborado por humanos. En contra, sostienen que se trata de una construcción natural ya que no existen evidencias de la presencia humana de hace 20.000 años, tales como fragmentos de hueso o diversos artefactos. 

"Si fueras al Palacio de Westminster, dejaras caer algo a siete metros de profundidad y extrajeras una muestra del suelo, podrías datarlo con 40.000 años de antigüedad", dijo Dibble. "Pero eso no significa que el Palacio de Westminster fuese construido hace 40.000 años por humanos antiguos. Simplemente significa que hay carbono ahí abajo que tiene 40.000 años. Es increíble que este artículo haya sido publicado".

Natawidjaja ha defendido el trabajo de su equipo. "Las observaciones que forman la piedra angular de nuestro estudio están respaldadas por análisis de exposición meticulosos, registros de muros de zanjas, estudios de perforación de núcleos y estudios geofísicos", defendió la semana pasada.

Esto no fue aceptado por otros investigadores. "Esta afirmación implica dar un salto enorme, desde los datos que tienen, que en el mejor de los casos son intrigantes, hasta una enorme conclusión sobre una pirámide enterrada profundamente bajo tierra", dijo Bill Farley, arqueólogo de la Universidad Estatal del Sur de Carolina. "Es realmente poco consistente y creo que es muy razonable que este artículo esté siendo investigado. No era digno de publicación y no me sorprendería si finalmente se retractara".

Netflix

Por si fuera poco, el artículo de discordia fue revisado por el controvertido Graham Hancock. Este escritor británico está muy comprometido con diversas teorías pseudocientíficas. Una de las más estrafalarias apunta a que una antigua y sofisticada cultura antigua que fue destruida en un incidente cósmico fue la responsable de transmitir los conocimientos sobre ciencia, agricultura, tecnología y construcción monumental a los antiguos pueblos prehistóricos.

En esa línea, el yacimiento de Gunung Padang sería un ejemplo del trabajo realizado por esta grandiosa -e inverosímil- civilización, o al menos así lo recoge en su también controvertida serie de Netflix Los apocalipsis del pasado.

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La mayoría de los científicos serios no dan ninguna credibilidad a estas ideas. "Invoca mitos, interpretaciones fantasiosas y a menudo incorrectas de los sitios arqueológicos", dijo el geólogo Marc Defant en una reseña de su programa. Más contundente con el británico se expresó Farley: "Una teoría que dice que un grupo de antiguos sabios nos enseñó todo lo que sabemos simplifica la historia a un nivel burdo y también priva a los pueblos indígenas de la afirmación de que desarrollaron su propia cultura antigua y artesanías sofisticadas".

Sin embargo, la semana pasada, Natawidjaja, autor principal del artículo de Gunung Padang, consideraba como "una hipótesis de trabajo razonable" las citadas y estrambóticas teorías desarrolladas por Hancock.