El presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, ha respondido a las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realizadas este fin de semana en otro periódico y en las que aseguraba que “la economía española está que se sale”.
Sobre esa afirmación, el periodista ha asegurado que “la economía española está que se sale porque no cabe en un marco regulatorio tan burocratizado e ideologizado como aquel en el que la tiene atrapado el Gobierno”, ha dicho.
Durante su discurso de inauguración del II Observatorio de la Energía organizado por EL ESPAÑOL e Invertia, Pedro J. ha criticado que en estos casi siete años y medio el presidente no ha sido capaz de “adaptarse a las necesidades reales”.
Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL
De hecho, podría referirse a las necesidades del parque de viviendas, problemas de los trenes, de las autopistas, de las listas de espera de la Sanidad… Pero también hay prioridades en el sector energético.
El presidente del periódico cree que “España puede jugar un papel clave en el trilema de la energía”. Algo posible “si somos capaces de aunar reindustrialización, sostenibilidad y autonomía estratégica”.
Pero para eso el sector y la economía española “tienen que liberarse de restricciones que todavía están vigentes en la ley de energía con topes arcaicos en redes y distribución”, ha continuado.
Entre otras cuestiones, Pedro J. ha reclamado retribuir las inversiones en redes de forma “justa y competitiva” para conseguir atraer los 13.200 millones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
También ha recordado que en España hay peticiones de potencia de hasta 67GW para centros de datos, proyectos industriales, de almacenamiento o de hidrógeno.
“Imaginaos lo que supondría ese incremento de la potencia energética desde el punto de vista de la consecución de esos tres objetivos”, ha comentado, para posteriormente volver a la famosa frase del presidente del Gobierno.
“Esa es la economía que se sale de las previsiones miopes y de la falta de planificación y del sectarismo ideológico que a veces sigue exhibiendo el Gobierno”, ha aseverado.
En esta misma línea se ha mostrado a favor de la prolongación de la vida de las nucleares. El Gobierno tiene hasta marzo para decidir prolongar la vida de la central de Almaraz. “Yo estoy seguro de que esta nueva batalla la va a ganar la racionalidad”, ha dicho.
Pacto de Estado
Estas reclamaciones le han servido para pedir un gran pacto de Estado por la energía basado en la descarbonización y en la transición energética.
Y aunque en estos tiempos de polarización opina que es difícil ser optimista, ha destacado que el sector energético es “valiente, tiene las ideas claras, sabe lo que quiere y dice lo que piensa”. Por eso les ha recordado que la “sociedad española os necesita”.
Lecciones del apagón
En su intervención, Pedro J. también se ha referido al apagón del pasado 28 de abril. “Ese día descubrimos lo dependiente que somos de la energía”, ha indicado.
“Al menos 10 millones de personas sufrimos durante unas horas una merma grave en nuestra calidad de vida como ciudadanos”, ha añadido.
Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL en el II Observatorio de la Energía organizado por EL ESPAÑOL e Invertia
Algo que le ha hecho preguntarse si habremos aprendido la lección. Para ello es importante conocer la verdad “por incómoda que resulte”. De momento, el país está esperando el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
“Es imprescindible distinguir entre las causas incidentales y las responsabilidades en el terreno de la reacción y prevención, que lógicamente recae en el operador del sistema”, ha apuntado.
En esta ocasión ha lamentado que no haya ningún portavoz de Redeia en el II Observatorio de la Energía.
Para Pedro J. el apagón deja tres lecciones. La primera es que es imprescindible contar con un mix que equilibre las potencias de las renovables con las energías síncronas, tanto si son las nucleares como los ciclos combinados.
La segunda es que es imprescindible incorporar nuevos sistemas de respaldo. Y la tercera requiere reforzar la fortaleza de las redes y aumentar la capacidad de interconexión con Europa.
