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El juez que investiga a la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, por supuestos delitos de corrupción en los negocios, entre otros, ha citado como testigo al ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes. Félix Bolaños es el segundo miembro del Gobierno que el instructor, Juan Carlos Peinado, llama a declarar después del propio jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, que se acogió al derecho a no testificar sobre su mujer.

La declaración ha sido fijada para el próximo 16 de abril. De acuerdo con la ley procesal penal, Bolaños no tendrá que acudir al Juzgado, sino que deberá ser el instructor el que acuda a su despacho oficial.

Así lo prevé la Ley de Enjuiciamiento Criminal cuando un miembro del Gobierno es citado como testigo, aunque -como sucede en este caso- los hechos por los que el juez requiere su testimonio sean anteriores a su nombramiento como ministro. La norma establece que "si fuera conveniente recibir declaración" a un miembro del Ejecutivo "sobre cuestiones de las que no haya tenido conocimiento por razón de su cargo, se tomará la misma en su domicilio o despacho oficial".

El nombre de Bolaños salió a relucir el pasado 24 de febrero durante la declaración como testigo prestada por Alfredo González, que era vicesecretario general de la Presidencia del Gobierno cuando Cristina Álvarez fue contratada en 2018 como asistente de Begoña Gómez.

González, que estuvo solo tres meses en Moncloa, era, por su puesto, el competente para proponer el nombramiento de todo el personal eventual de Presidencia del Gobierno. Álvarez es eventual.

El exvicesecretario general explicó que era un momento de cambio, en el que se cesaba a los anteriores eventuales y se contrataba a los del nuevo Gobierno socialista. A él le daban los nombres de las personas a las que se quería fichar provenientes de las distintas áreas.

El nombre de Cristina Álvarez fue uno más de los eventuales contratados, un nombramiento puramente discrecional para el que la ley no exige ningún requisito.

González explicó que, al ser decenas de eventuales nombrados, no recordaba quién propuso a cada cual. Tampoco conocía personalmente a Álvarez.

Peinado le preguntó quién era su jefe. Fue entonces cuando González aludió a Félix Bolaños, que en aquel momento era secretario general de la Presidencia del Gobierno. Pero añadió que ni el puesto de la asistente de Begoña Gómez estaba adscrito al secretario general ni éste intervino en la contratación del personal eventual.

Álvarez no dependía de Bolaños, sino que estaba adscrita al gabinete del presidente del Ejecutivo. El gabinete de Sánchez estaba entonces dirigido por Iván Redondo. Su nombramiento, como el del resto de los eventuales, fue formalizado por el subsecretario del Ministerio de Presidencia, que era el cargo competente.

Es por ello por lo que las defensas consideran que la citación del actual ministro no aportará nada en relación con la contratación de Álvarez.