María Peral Gonzalo Araluce

"Me calenté, fue un grave error por mi parte del que me arrepiento eternamente. Quiero colaborar". Ferran Jolis, uno de los miembros de los Comités de Defensa de la República implicados en la operación Judas, arrancó así su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón y el fiscal Miguel Ángel Carballo, celebrada el pasado 26 de septiembre.

Antes había relatado durante seis horas ante la Guardia Civil cuál había sido su misión en los CDR, centrada en los aspectos de ciberseguridad informática y establecimiento de comunicaciones seguras. Aseguró que lo hacía por dinero: "Cada asistente a las charlas de informática me pagaba 10 euros y por montar tarjetas en los teléfonos también me ganaba un dinero y con eso comíamos en casa. Vi una oportunidad de ingresar dinero". La organización llamaba 'cacahuetes' a las tarjetas que Jolis facilitaba y que no estaban asociadas a los móviles de los miembros del grupo, para evitar su identificación.

Fue a preguntas del fiscal cuando el investigado mencionó al presidente catalán Quim Torra, conocido entre los CDR como Gandalf. La pregunta se refería al plan de los CDR de ocupar el Parlament el llamado 'día D', supuestamente referido al día en que saliera la sentencia del procés, aunque de este plan los CDR hablan un año antes, en octubre de 2018, cuando ni siquiera se había celebrado el juicio.

Ocupación del Parlament

"Lo que me comentan", dice Jolis, es que el plan "veía de arriba, de presidencia, de Torra, y de no sé qué movimiento. Dijeron que iban a entrar por la puerta principal porque había gente que estaba dentro, que ya lo habían hablado con ellos y les dejarían entrar. Se querían encerrar adentro.". Lo que a él le piden otros integrantes del CDR es el montaje de un sistema de antenas "en unos pisos que decían que iban a alquilar para poder darles wifi dentro" del Parlament porque preveían que les cortarían las comunicaciones. El investigado asegura que se limitó a hacer un croquis y nada más.

"Dinero hay"

Le preguntaron también por la posibilidad de disponer de un sistema que bloqueara los inhibidores y le pidieron teléfonos de seguridad y detectores de micrófonos. Jolis admitió que compró "por Amazon" un detector de micrófonos, pero no para utilizarlo en la ocupación del Parlament sino en una reunión.

"¿Y quién lo pagaba?", preguntó el teniente fiscal de la Audiencia Nacional. "El detector lo pagó la caja de resistencia del CDR de Sabadell", dijo. Para la ocupación del Parlament, sus compañeros le hablaron del CNI catalán. "Me dijeron 'no te preocupes, que dinero hay'".

García-Castellón retomó la cuestión de Torra. "Dice usted que les iban a facilitar la entrada. Cuénteme". Jolis explicó que "lo que me dijeron es que el president Torra estaba de acuerdo en ocupar el Parlament de forma pacífica y que les dejarían entrar y que luego se encerrarían allí todos".

"La idea era quedarse dentro porque luego el president iba a activar la independencia. Como mínimo querían aguantar cinco días", añadió. "El presidente Torra en aquella época quería echar para adelante esto de la independencia, era el día D que le llamaban. Pero ni idea de cuál era el día D, era algo del president".

La hermana de Puigdemont

El investigado también confirmó que "la hermana de Puigdemont" -cuya identidad no concretó- le pidió un sistema de comunicación segura con el expresidente catalán, prófugo en Bélgica.

"Se hizo una cena popular para recaudar fondos para las cajas de resistencia", contó Ferran Jolis. "Vino como invitada la hermana de Puigdemont. Pasó un compañero del CDR de Santa Perpetua y le dijo "él sabe de móviles y esas cosas' y ella me solicitó a ver si me podía llamar porque lo que buscaban era una línea de comunicación privada entiendo que para que la Policía no los rastreara". Según especificó, no eran teléfonos sino mails "privados y anónimos".

La petición de la hermana de Puigdemont

Los investigadores tenían información sobre este hecho porque el 8 de octubre de 2018 la Guardia Civil había interceptado una llamada entre Jolis y otro CDR, Xavier Buigas. En esa conversación, el primero contó que "hace cuestión de dos o tres semanas organicé una reunión con la hermana de Lisa. Lisa, para que me entiendas, es el nombre en clave del que está con los flamencos en Bélgica, el mandamás para que me entiendas"

- Xavier: Sí sí. Waterloo.

- Ferrán: Correcto. Entonces estoy trabajando con ellos para blindarles comunicaciones y asegurarles una comunicación también con Gandalf [Torra]. Gandalf es el que está aquí, el que... ya sabes quién es ¿verdad?

- Xavier: Sí, sí, sí.

- Ferran: (...) Hicimos un operativo con emisoras, con SIMs, con 'cacahuetes' para que me entiendas, y con transportes públicos e hicimos, con avanzadillas y coches por detrás para vigilancia, una reunión móvil dentro de un vehículo con ella [con la hermana de Puigdemont]. Y pasé lo que había que pasar, con cuatro o cinco cosas que si nos enganchaban no lo pudieran encontrar y ahora haremos lo mismo con Gandalf. ¿Con qué finalidad? La finalidad es blindar unas vías de comunicación seguras. ¿Con quién? Entre Lisa y Gandalf, obviamente entre ellos y sus familiares.

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