Carmen Lucas-Torres Gonzalo Araluce

La acusación popular ejercida por la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) en el caso del atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza en 1987 ha solicitado al juez Ismael Moreno que cite a declarar a los miembros del comando Argala, el grupo de etarras que lo llevaron a cabo. 

Se trata de la primera prueba solicitada por esta acusación después de que el juez de la Audiencia Nacional haya pedido a Francia la extradición de José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, considerado el cerebro de la masacre en la que fallecieron cinco niñas, dos mujeres y cuatro hombres, guardias civiles, y que fue detenido el pasado 16 de mayo.

Ternera está un paso más cerca de sentarse en el banquillo para responder por el atentado por el que no está condenado puesto que se fugó de la Justicia española justo después de que le imputaran. Sí fueron juzgados y condenados Henri Parot, su hermano Jean Parot y los otros dos miembros del comando Argala o comando Itinerante, Jakes Esnal y Frédéric Haramboure.

La acusación popular ejercida por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) desde que ocurrió el atentado recuerda que las declaraciones de los cuatro miembros del comando Argala en sede judicial ya están incorporados a la causa. 

Para el abogado de la acusación ejercida por AEGC, Jorge Piedrafita, es crucial que los cuatro declaren de nuevo ante el juez "para que acrediten que fue él quien dio la orden, puesto que en el juicio contra éstos quedó acreditado que fueron los autores materiales y que recibieron órdenes de la cúpula de ETA, pero no apuntaron directamente a un mando", explica el letrado a EL ESPAÑOL.

Entre Francia y Cádiz

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 que instruye el caso contra Ternera sería el encargado de aceptar la prueba de la acusación popular, que implicaría trasladar a España a tres de los cuatro miembros del comando o tomarles declaración por videoconferencia, pues se encuentran en cárceles francesas.

El comando Itinerante se llamó así porque fue secreto incluso para los miembros de ETA. La banda terrorista aprovechó la nacionalidad francesa de sus cuatro miembros para que entraran y salieran de España como visitantes y cometer sus atentados. Las Fuerzas de Seguridad llegaron incluso a atribuir sus acciones a otros grupos al no conocer su existencia. 

Henri Parot, alias Unai, el más conocido y veterano de sus miembros, es probablemente el etarra más sanguinario. Nacido en Argelia e hijo de emigrantes vascofranceses, nunca se ha arrepentido de los asesinatos que cometió. De hecho consideraba, según una de las cartas de su puño y letra incautadas a otros miembros de ETA, que el atentado de la casa cuartel de Zaragoza sirvió para presionar al Gobierno de Felipe González para dialogar con la banda. En la actualidad, según trasladan fuentes conocedoras a EL ESPAÑOL, se encuentra en la cárcel Puerto III, entre Jerez y Rota (Cádiz). 

Su hermano Jean Parot, al que él mismo atrajo a la banda, está en el Centro de Detención de Muret (Francia). Jakes Esnal está en la prisión de seguridad de Saint Martin de Re, en la isla francesa de Re, y Frédéric Haramboure está en la cárcel de Lannemezan, de los Altos Pirineos franceses.