La titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid, Carmen Valcarce, ha acordado llevar a juicio al empresario Juan Miguel Villar Mir, su abogado y su médico por un presunto delito leve de falsedad por la utilización de un certificado médico en el que se afirmaba que el constructor padecía un proceso gripal que exigía reposo. El certificado sirvió para pedir al juez del caso Lezo, Manuel García-Castellón, la suspensión de una diligencia de toma de huellas a la que el constructor no asistió el día señalado, aunque compareció en una citación posterior.

La apertura del juicio se produce a petición de la Fiscalía de Madrid, que en un informe presentado el pasado 22 de enero sostuvo que "hay dudas razonables sobre la realidad reflejada en el certificado".

La acusación del Ministerio Público se basa en unas escuchas telefónicas a los investigados en el caso Lezo autorizadas por el instructor. En una de ellas, el abogado Carlos Domínguez aconseja a Villar Mir que pida un certificado médico de cara a utilizarlo para no acudir a la diligencia judicial de toma de huellas prevista para el 8 de enero de 2018 y que finalmente se realizó unos días después. Según el Ministerio Público, el empresario "con aparente hilaridad" contestó que "efectivamente estoy acatarrado".

La defensa considera nulas esas escuchas que, a su juicio, vulneran el derecho de defensa y la privacidad de la relación abogado-cliente. Por ese motivo interpuso una querella ante la Sala Penal del Supremo contra el juez de la Audiencia Nacional García-Castellón.

El procedimiento contra el presidente del Grupo Villar Mir, su médico de cabecera y su abogado se inició precisamente tras una comunicación enviada a los Juzgados de Madrid por García-Castellón al apreciar indicios de comisión un delito de falsedad.

Durante la instrucción ha declarado el médico habitual del empresario, que manifestó que Villar Mir, de 87 años de edad, padece procesos gripales todos los inviernos y que, al ser una patología conocida, hizo el certificado sin examinarle.

Por su parte, la defensa de Juan Miguel Villar Mir presentó distintos documentos para acreditar que estaba enfermo, entre ellos una certificación de la empresa a la que pertenecen sus escoltas de que no salió de casa del 8 al 11 de febrero; otra certificación de que, por primera vez en años, no asistió a la Junta General de OHL el 9 de enero y un certificado de otro médico, que fue llamado por los familiares de Villar Mir, que refiere que el 13 de enero el constructor padecía una bronquitis aguda espástica severa, con fiebre y tos desde hacía una semana. 

Valcarce ha decidido, sin embargo, acoger la petición de la Fiscalía de abrir juicio por un presunto delito leve de falsedad en un certificado médico, castigado con pena de multa.

La decisión no es firme, ya que cabe recurso ante la Audiencia de Madrid. De ser confirmada, el juicio se llevará a cabo en el propio Juzgado de Instrucción al tratarse de un delito leve.