La ministra de Justicia, Dolores Delgado, ha afirmado durante su comparecencia en la comisión de Justicia del Congreso de los Diputados que es una víctima del excomisario investigado José Manuel Villarejo y de la derecha y la extrema derecha, así como ha achacado al machismo los ataques contra ella, en referencia a la filtración de los audios de la comida que compartió con Villarejo, el exjuez Baltasar Garzón y la cúpula policial antiterrorista en el año 2009. 

Delgado ha repasado toda su trayectoria "sin mácula" en la Fiscalía de la Audiencia Nacional para afirmar que "he conseguido todo esto sin necesidad de tener a un hombre detrás, ni delante ni al lado. Soy la segunda mujer que dirige el ministerio de Justicia, la primera de un Gobierno socialista. He tenido que soportar que se diga que soy una marioneta de alguien, cosas que no se hubieran dicho si el ministro fuera un hombre", ha afirmado en clara referencia a las noticias publicadas sobre su cercanía al exjuez Baltasar Garzón.

Así, ha defendido que es la víctima de "un mafioso que busca salir de prisión a través de la extorsión a los miembros del Gobierno y a mí como ministra" y de "la derecha y la extrema derecha que va a intentar aprovechar ese chantaje para que este Gobierno no trabaje por la convivencia". Ha asegurado que "no ha mentido" porque nunca ha tenido una relación profesional con Villarejo ni ha sido su amiga. 

La titular de Justicia se ha referido así a los audios de la comida que compartió en 2009 con el excomisario investigado y que han salido a la luz en los medios de comunicación. "Fui invitada a esa comida por un compañero de la Audiencia Nacional -ha dicho en referencia al exjuez Baltasar Garzón-, acudí a una comida con la cúpula policial en materia antiterrorista, con comisarios policiales con los que trabajaba habitualmente, no así con el señor Villarejo con el que no tenía relación profesional alguna", ha sostenido Delgado. En la mencionada comida que tuvo lugar en el restaurante Rianxo de Madrid también estuvieron el excomisario Enrique Díaz Castaño, también investigado por la Audiencia Nacional, y el fallecido Director Adjunto Operativo de la Policía fallecido, Miguel Ángel Fernández Chico.

La ministra ha acusado a la derecha y la extrema derecha de "ponerse del lado del chantajista al dar pábulo a las grabaciones" sobre esa comida que comenzaron a publicarse en el diario Moncloa.com. Como ejemplo, se ha referido a la gestión del ministro de Interior del Partido Popular, Jorge Fernández Díaz, que "llegó a destacar sus relevantes servicios", ha dicho Delgado.

Piden su dimisión

El Pleno del Congreso aprobó este martes, con los votos a favor de Partido Popular y Ciudadanos y la abstención de Podemos la dimisión de la ministra de Justicia porque la consideran "inhabilitada" para ejercer su cargo por su relación con el comisario jubilado José Manuel Villarejo. Delgado ya fue reprobada anteriormente por el Senado.

Durante su comparecencia este miércoles en el Congreso, tras la que los grupos han podido interpelarle, el portavoz de Ciudadanos en la comisión de Justicia, Ignacio Prendes, ha dicho a la ministra que el resto de grupos políticos esperan "tener una ministra a la que nadie pueda chantajear". En esta misma línea se ha manifestado el portavoz de Podemos, que ha afirmado que sólo se puede chantajear a alguien cuando "hay algo con lo que chantajear". 

La representante del Grupo Parlamentario Popular, María Jesús Moro, le ha pedido que deje a un lado su condición de mujer para defenderse: "Puede hacer todas las proclamas feministas que quiera, pero usted en privado no opina lo que en público.

Usted es una servidora pública con una trayectoria profesional y esas grabaciones ponen de manifiesto que hay un periodo de su vida que no fue tan ejemplar", le ha reprochado la parlamentaria, quien también le ha afeado que haya hecho una exposición totalmente partidista cuando "siendo ministra tiene que dejar a un lado su ideología".

No entra al fondo del asunto

La titular de Justicia no ha querido entrar a los comentarios que se hicieron en dicha comida y que ahora salen a la luz en dichos audios "obtenidos de manera ilegal hace 9 años y que la Justicia investiga", ha insistido.

Entre los comentarios que se hicieron en dicha comida, estuvo uno de la propia Delgado, entonces fiscal de la Audiencia Nacionall, que afirmó haber visto a unos compañeros de la Fiscalía General "con unas menores" durante un viaje profesional a Cartagena de Indias (Colombia). Una afirmación que negaron los propios aludidos a este diario.

Los grupos políticos ya pidieron explicaciones por la cercanía con Villarejo que mostraba el tono con el que ambos hablaban en dicha comida. Izquierda Unida, incluso, le pidió que explicara por qué no denunció los hechos delictivos que conoció.

Sin embargo, Delgado se ha negado a "entrar en la materia de la que se sirve el chantajista y que aquellos que dan pábulo a las grabaciones y las amplifican, se posicionan del lado del chantajista", ha dicho.