La declaración de los seis agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil prevista para dentro de once días tras una denuncia del exconsejero madrileño, Francisco Granados, por omisión del deber al no investigar, presuntamente, un delito contra la salud pública que podría haber cometido David Marjaliza, ha quedado suspendida de momento.

El titular del juzgado de instrucción número 29 de Plaza de Castilla, Pedro Antonio Domínguez, rechaza admitir la denuncia de Granados contra los agentes porque "no se ve ofendido directamente por el delito denunciado" y le insta a ejercer la acción popular y presentar una querella contra los guardias civiles previa fianza de 6.000 euros.

La decisión llega un día después de que la defensa de Granados presentara un duro escrito al juzgado central de instrucción número 6 que investiga el caso Púnica y en el que desacreditaba a David Marjaliza como testigo y ponía en duda el trabajo de los investigadores. 

En el citado escrito, el abogado de Granados acusa tanto a Marjaliza como a la Fiscalía de cometer "errores de bulto" en sus acusaciones y recuerda que los contratos investigados se entregaron en la época en la que la actual ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, estaba al frente la Consejería encargada de entregar las adjudicaciones presuntamente amañadas, y no Francisco Granados, que fue sucedido por ella en el cargo en diciembre de 2004.

En él también se refiere al presunto delito de blanqueo vinculado al narcotráfico por el que Granados denunció a los agentes. Su defensa expone que la Audiencia Nacional archivó a Marjaliza una investigación por presunto blanqueo de dinero en una causa vinculada con el narcotráfico dos días después de que el empresario de Valdemoro declarara en Púnica contra Granados y el grupo de constructores señalados por abonar presuntamente comisiones a cambio de contratos, "bailando al son y al ton que le marca la Fiscalía según las necesidades acusatorias", según se podía leer en el escrito.

La denuncia

Francisco Granados se querelló contra los agentes y contra Marjaliza después de la celebración del juicio por el 'chivatazo' de un agente de la UCO. 

Durante el mencionado juicio, los agentes que acudieron a declarar hicieron referencia a una llamada que David Marjaliza mantuvo con una persona vinculada al narcotráfico y de la que se podría deducir que existía un delito contra la salud pública.

La defensa de Granados presentó una denuncia contra los agentes por omisión del deber al no investigar el contenido de esas conversaciones ni el delito que podía haber tras ellas. 

El juez puso una fecha para las declaraciones de los agentes, pero finalmente ha decidido dejarlas en suspenso y no aceptar la denuncia de Granados, que tendrá que personarse como acusación si quiere que continúe la investigación.