A petición de la Fiscalía, el magistrado de la Sala Penal del Supremo Pablo Llarena ha ordenado este jueves que se establezca una vigilancia policial sobre Carme Forcadell y los cinco miembros de la Mesa del Parlament de Cataluña querellados por rebelión.
La vigilancia, cuya concreta forma será determinada por la propia Policía, durará hasta que los seis investigados tengan que volver a declarar al Supremo el próximo día 9.


Los interrogatorios previstos para este jueves se han suspendido, con el acuerdo de la Fiscalía, porque los abogados de la defensa han alegado que no han tenido tiempo de prepararse adecuadamente. La querella fue admitida a trámite el pasado martes y el miércoles fue festivo.


Llarena ha ordenado además que los querellados designen domicilios y teléfonos donde puedan ser localizados cada vez que sea preciso.
La fecha del 9 de noviembre ha sido establecida por el juez instructor del Supremo de acuerdo con las defensas, después de cotejar los señalamientos de Llarena y otras obligaciones profesionales de los letrados. Ese día es fiesta local en Madrid, pero no en el resto de España.
Antes de fijar la nueva fecha para la declaración de Forcadell, Lluis Corominas, Lluis Guinó, Anna Simó, Ramona Barrufet y Joan Josel Nuet, el instructor ha consultado con los funcionarios del tribunal necesarios para la práctica de la diligencia, que no han puesto objeciones para trabajar ese día festivo en la capital.
En esa nueva declaración está previsto que el fiscal solicite la vista para la petición de medidas cautelares.

Madrigal, en la causa

Los fiscales de Sala Consuelo Madrigal y Fidel Cadena son los representantes del Ministerio Público en el proceso abierto en la Sala Penal del Supremo contra la presidenta del Parlament de Cataluña, Carme Forcadell, y los cinco miembros de la Mesa de la Cámara que han permitido la tramitación de las leyes para la ruptura con España y, finalmente, la votación de la declaración de independencia.

Los fiscales de Sala son la cúpula de la carrera fiscal. La designación de Madrigal y Cadena ha sido realizada por el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, número dos de la Fiscalía General, sólo por debajo de José Manuel Maza.

De los nueve fiscales de Sala especialistas en el orden penal, Navajas ha escogido a Cadenas, de un alto nivel técnico, y a Madrigal, que ha querido incorporarse a la representación de la Fiscalía en este proceso por un presunto delito de rebelión.

Madrigal dirigió la Fiscalía General justo antes que Maza, entre enero de 2015 y noviembre de 2016.