La intendente de los Mossos d'Esquadra Teresa Laplana Cocera, responsable del operativo de la Policía autonómica catalana que estuvo en la Secretaría General de Hacienda de la Consejería de Economía durante los registros llevados a cabo el pasado día 20, desatendió las constantes alarmas que le transmitieron personalmente los agentes de la Guardia Civil que actuaban por orden judicial, los cuales llegaron a estar sitiados por 40.000 personas.

Así se desprende de la detallada declaración realizada por el teniente de la Benemérita que estuvo al mando del operativo de Policía Judicial junto a la letrada de la Administración de Justicia. El testimonio del teniente figura en el atestado remitido al Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, que ha abierto diligencias por un presunto delito de sedición tras la denuncia presentada por la Fiscalía.

El agente relata que a las 8:45 horas de esa mañana, cuando el operativo de Policía Judicial llevaba unos 45 minutos en la Secretaría de Hacienda, situada en Rambla de Cataluña, observó que en el exterior se encontraban unos 40 manifestantes.

"No preveo problemas"

"Aproximadamente a las 9:15 horas mantuve una entrevista con la intendente responsable del distrito [Teresa Laplana], que desde ese momento realizaría los cometidos de responsable del operativo de Mossos d'Esquadra. En esa entrevista le informé de que la concentración que se encontraba en la puerta del edificio había cortado el tráfico en sentido descendente de la calle Rambla Cataluña, lo que conllevaba una afectación a la seguridad ciudadana, y se le requirió que al ser [los Mossos] el cuerpo competente para la seguridad ciudadana movilizara a las unidades necesarias para alejar la concentración, haciendo un cordón de seguridad o cero alrededor de los vehículos", declara el teniente.

La intendente "respondió que no existía afectación a la seguridad ciudadana y tampoco preveía que la hubiera, ya que no parecía una masa violenta, por lo que no solicitaría movilización de estas unidades", continúa el oficial de la Guardia Civil.

A las 9:50 horas, a la vista de que la manifestación ante la Consejería era cada vez más numerosa, "se vuelve a requerir a la responsable de los Mossos que aleje unos metros la concentración, ya que la misma llega a la puerta de acceso. Manifiesta que no puede y que su intención es mantener la situación".

Ante esa negativa, el teniente opta por cursar una solicitud por escrito a través del conducto reglamentario pidiendo apoyo a los Mossos d'Esquadra para mantener la seguridad ciudadana.

"Hay armas largas"

Sobre las 10:45 horas "aumenta el número de manifestantes con actitud agresiva, subiéndose a los coches oficiales estacionados y lanzando objetos no contundentes y vuelvo a requerir al responsable de Mossos d'Esquadra que aleje unos metros la concentración".

También pide a Laplana un cerco policial que proteja los vehículos de la Guardia Civil estacionados a las puertas del edificio "primero para facilitar la entrada de tres detenidos a los registros de sus despachos [se trata de José María Jové, Natalia Garriga y Mercedes Martínez, que finalmente no pudieron ser trasladados hasta la Consejería para asistir a los registros] y segundo porque en el interior de los vehículos había armas largas y si los manifestantes accedían a los vehículos podría incrementarse la amenaza de forma muy importante".

"La intendente manifiesta que no puede y que su intención es mantener la situación".

En contra del pronóstico de la responsable del operativo de los Mossos, a las 12:30 los vehículos ya están siendo atacados. La actitud de la muchedumbre "es cada vez más agresiva". Ella "se limita a responder que está valorando cómo realizar una posible intervención".

A las 14:30 horas "llega un responsable de la Brigada Móvil informando de que en el exterior se concentraban unas 10.000 personas". La reacción de la intendente fue trasladar "telefónicamente" a sus superiores la petición sobre seguridad que la Guardia Civil le llevaba planteando desde hacía cinco horas.

Son ya las 22.00 horas y los registros están a punto de concluir. El teniente relata que "accede al edificio el presidente de la ANC [Jordi Sánchez venía actuando como dirigente y portavoz de los manifestantes durante todo el día en distintas reuniones con los agentes] y junto a la intendente se entrevista con el jefe del dispositivo de seguridad y conmigo, indicándole [a Sánchez] que intentarían sacar en primer lugar a la comitiva judicial y más tarde a los agentes de la Guardia Civil, sin precisar plazo de tiempo. El presidente de la ANC dice que él puede organizar a la cada vez más numerosa concentración (unas 60.000 personas, informa el sr. Sánchez) y hacer un pasillo de unos 200 metros a través de la multitud para que pueda salir andando sólo la comitiva judicial y nunca el personal de Guardia Civil uniformado".

A las 23:40 horas "se observa que un organización de la concentración se ha dirigido a los manifestantes por megafonía alentándoles a continuar la protesta". La intendente Laplana sigue sin hacer nada, hasta el punto de que a medianoche es relevada por un comisario "que es partidario de evacuar a la gente en este momento usando para ello una salida que atraviesa el edificio contiguo, ya que en ningún momento, debido a la agresividad de la concentración, podrían salir por la puerta principal ni evacuar los vehículos de la Guardia Civil que habían sido atacados".

Entre el público de un teatro

La letrada de Justicia del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona es evacuada a través de un teatro contiguo al que se puede acceder por la segunda planta de la Consejería. "Aprovechando la finalización de una función, se la saca mezclada entre el público", señala el teniente.

El mando del operativo de Policía Judicial permanece en las dependencias de Hacienda harta las 4:30 horas. "Tras disminuir notablemente el número de gente que forma la concentración, los Mossos realizan un cerco que permite la salida de todo el personal de investigación presente en el edificio".

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Desde las 9:14 y hasta las 19:51 horas, los guardias civiles efectúan por escrito seis solicitudes de ayuda a los Mossos. La contestación es: "Se ha trasladado la solicitud realizada", sin más.

A las 14:00 horas se recibe una respuesta diferente. Los Mossos comunican que atenderán la petición de ayuda cuando se realice una primera intervención consistente en habilitar un pasillo de seguridad para la comisión judicial, lo que no llegó a realizarse nunca.

La última petición de ayuda es contestada a las 20:35 horas. La Policía autonómica catalana participa que "se dará cumplimiento a la solicitud [de ayuda] cuando se pueda, siempre bajos los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad".

"Temí por nuestra integridad física"

¿En algún momento temió por la integridad física tanto suya como del personal que se encontraba en el interior del edificio?", pregunta al teniente el instructor del atestado. El oficial contesta que "sí".

"Estuvimos sitiados, sin poder salir durante más de 18 horas", afirma. "El ambiente en el exterior era muy tenso y hostil, tirando objetos e insultando constantemente a los guardias civiles".

"También realizaban cánticos en los que decían 'esta noche dormiréis aquí', lo que evidenciaba la retención que querían realizar".

Sobre las 3:00 horas "hubo una carga violenta de los manifestantes contra las puertas". 15 guardias civiles y mossos tuvieron que aguantarlas desde el interior. "Parecía que la masa podía tirarlas abajo y acceder".

 

 

 

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