Francisco Briones pasó de cabo primero del Ejército a presidente de la compañía Fórum Filatélico. Pasó de chico de los recados a presidente y de cobrar 12.000 euros al mes a ser acusado de un presunto fraude de 3.702 millones de euros. Briones es el principal acusado del juicio que arrancó este lunes en la Audiencia Nacional por el fraude de la empresa de sellos Fórum Filatélico que ha dejado a 269.203 afectados.

Briones, junto a una treintena de acusados, están señalados por crear un sistema defraudatorio piramidal donde, con el único objetivo de retener el mayor número de clientes, les ofrecían por sus sellos precios de recompra “muy superiores a los que podían conseguir en el mercado filatélico”, según recordaba el juez central de instrucción en el auto de procesamiento.

El 'timo' de este negocio es que sus máximos responsables ofrecían una rentabilidad anual varias veces mayor a la de un depósito financiero normal. Su punto fuerte era la labor de captación, con una red comercial “fuertemente incentivada” -sólo en gastos y comisiones (sueldos aparte) se abonaron más de 178 millones entre 2002 y 2006- lo que generó en cinco años la captación de 11.000 millones de euros invertidos de clientes.

Se trataba de un negocio “insostenible” desde su origen que se mantenían con la captación de nuevos clientes. Un castillo de naipes que se derrumbó cuando fueron descubiertos. Necesitaban un continuo flujo de clientes para alimentar el monstruo. Una vez que no había entrada de dinero se descubría que el negocio era un fraude.

Con esta premisa, la Fiscalía Anticorrupción sienta en el banquillo de los acusados a 29 personas desde este lunes para quienes solicita penas que ascienden hasta los 27 años de prisión, como es el caso de Briones.

“Proyecto ilusionante”

El primer día de juicio arrancó con la declaración del principal acusado. Lejos de reconocer los hechos, mantuvo en su interrogatorio las bondades del negocio y tiró balones fuera sobre su responsabilidad. El primer responsable de que él se vea sentado ahí es su hermano dado que fue quien le convenció para que dejara la carrera militar y se dedicara a la carrera comercial, “de la que no tenía mucho conocimiento”.

Su hermano Angel le habla entonces de un “proyecto ilusionante” de un producto, los sellos, que tienen historia. Briones comenzó con 12 años comprando y vendiendo sellos en la Plaza Mayor (Madrid). Cuando le llama su hermano para montar el negocio, Briones ya sabía de sellos pero no tenía formación comercial y, menos aún, financiera. Se hizo todos los curso existentes en Madrid referencia a la psicología de venta y de comercial consiguió ascender hasta presidente, porque su antecesor tuvo que dimitir tras señalarle por sus posibles vínculos con el narcotráfico.

Briones está acusado de delitos de estafa, insolvencia punible, falseamiento de cuentas anuales y blanqueo de capitales. En la vista oral estará ausente el empresario Carlos Llorca Rodríguez, que se encargaba de desviar a cuentas de empresas en una veintena de paraísos fiscales el dinero que obtenían de los ahorradores. Llorca permanece fugado de España desde 2005 tras ser imputado en los casos Ballena Blanca y Malaya. En la trama de corrupción municipal de Marbella se le atribuye haber pagado comisiones por más de cuatro millones de euros al exasesor urbanístico Juan Antonio Roca, hoy en prisión, para blanquear precisamente los beneficios logrados con Forum Filatélico.

Noticias relacionadas