El exconsejero madrileño Francisco Granados podría tener ocultos hasta 20 millones de euros, según las estimaciones manejadas por los investigadores del 'caso Púnica'. Tanto el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, como la Fiscalía Anticorrupción y la Guardia Civil calculan que esa es la cantidad que el exnúmero 3 de Esperanza Aguirre tendría escondido a través de sociedades a día de hoy desconocidas.

Además, Velasco lo ha citado como investigado para el 11 de enero a las 10 de la mañana. Granados solicitó ante el juzgado declarar voluntariamente y el juez lo ha admitido siguiendo la ley de Enjuiciamiento Criminal que contempla que un investigado puede solicitar esto cuantas veces quiera.

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional recogía en su último auto por el que mantenía a Granados en prisión que el exdirigente 'popular' "ha valido y ha utilizado, en su provecho, los cargos públicos para los que fue nombrado" desde el año 2000 cuando fue elegido alcalde de Valdemoro (Madrid) hasta 2011, que dejó la Consejería de Presidencia de la Comunidad para pasar a senador y diputado regional.

Granados "ha participado en un gran número de actividades relacionadas con el sector inmobiliario en las que se ventilan miles de millones y en las que, de los datos que figuran, hay datos incriminatorios bastantes para pensar que el recurrente (Granados) obtuvo pingües beneficios que le servirían para eludir la acción de la justicia".

Para los investigadores, esos beneficios son concretamente el 3% de todos, o por lo menos gran parte, de los contratos públicos que pasaron por sus manos desde que entró en la Alcaldía de Valdemoro en 1999 hasta su salida como consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, pasando previamente por la Consejería de Transportes e Infraestructuras.

A Granados se le encontró tras su detención en octubre de 2014 casi un millón de euros en el altillo de un armario en casa de sus suegros. Además, el juez tiene controladas varias operaciones inmobiliarias realizadas entre el exnúmero 3 de Aguirre y su socio, el empresario David Marjaliza, y que éste aseguró que se trataron de operaciones simuladas para repatriar de Suiza parte del dinero que Granados tenía escondido.

Dinero en sociedades extranjeras

Pero con todo y con eso, es mucho el dinero que los investigadores creen que Granados sigue mantenido oculto a la Justicia, razón principal por lo que lleva dos años en prisión preventiva. “De la investigación se deduce que el recurrente (Granados) ha contribuido de forma eficaz a aumentar esa complejidad toda vez que parece haber realizado una cuidadosa actividad tendente a ocultar ese presunto y elevado patrimonio a través de sociedades formadas por otras con sede fuera de España cuya titularidad resulta de muy difícil averiguación”, explicaba el auto por el que se confirmaba que Granados debe permanecer por ahora en prisión.

El exdirigente 'popular' tiene mucho dinero escondido, según la investigación, pero él a día de hoy sigue insistiendo que jamás ha cobrado por amañar contratos. Mantiene que el dinero que tenía guardado en Suiza fueron ingresos obtenidos en su época como analista del banco Société General antes de entrar en política. Es más, cuando pasa de la Alcaldía a la Comunidad de Madrid decide cerrar esa cuenta por miedo a que su jefa, Esperanza Aguirre, conociera que poseía una cuenta en el extranjero.

Fue por esa razón, según la versión de Granados, por la que su amigo Marjaliza asume la titularidad de su cuenta helvética y éste le entrega el dinero en metálico y que es el mismo que apareció siete años después en el altillo del dormitorio de sus suegros.

Sin embargo, la Justicia no ve creíble esta versión. “Lo cierto es que no consta en el testimonio remitido la certeza de tal aseveración. En cualquier caso, de lo que sí hay datos es de la existencia de un elevadísimo patrimonio que el recurrente oculta”, recoge la resolución.

Devolver el dinero

Ahora, Granados ha solicitado al juez instructor que quiere volver a declarar en sede judicial. Su exsocio, David Marjaliza, decidió colaborar con la Justicia y reconocer gran parte de los hechos, como el amaño de contratos públicos por parte de Granados y otros alcaldes y consejeros a cambio de una mordida. El objetivo de esa colaboración era, en primera instancia, salir de prisión preventiva como así ocurrió y después obtener una rebaja de la pena cuando el asunto llegue a juicio.

Sin embargo, si Granados decidiera ahora colaborar con la Justicia el primer paso que tendría que dar es retornar a las arcas públicas todo el dinero que tiene oculto y dar datos objetivos al magistrado de dónde se encuentra ese dinero, el nombre de las sociedades en las que lo oculta, y en qué países se encuentra.

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