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Las claves

El presidente Pedro Sánchez ha atacado este viernes a Isabel Díaz Ayuso y ha advertido sobre quienes buscan "deslegitimar la democracia y demoler nuestras libertades", durante el acto institucional del Día de Recuerdo y Homenaje a las víctimas del golpe militar, la Guerra Civil y la dictadura, celebrado en Madrid.

Sin embargo, Sánchez no ha condenado en su discurso la agresión que el periodista de EL ESPAÑOL José Ismael Martínez sufrió el jueves, a manos de un grupo de radicales violentos en Pamplona.

En los incidentes provocados en la Universidad de Navarra por un grupo de jóvenes que se autodefinen como abertzales y "antifascistas" también resultaron heridos cuatro policías. Sin que el Gobierno haya condenado, hasta ahora, lo ocurrido.

Durante el acto celebrado este viernes, Pedro Sánchez y el ministro Ángel Víctor Torres han honrado la memoria del poeta Federico García Lorca, el director de cine Luis Buñuel, la filóloga María Moliner y el jefe del Ejército republicano, Vicente Rojo Llull, entre otras víctimas de la guerra, la dictadura y el exilio.

Tanto Sánchez como el ministro han aprovechado el acto, instituido por la Ley de Memoria Democrática, para atacar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Durante su discurso, Pedro Sánchez ha advertido de que uno de cada cinco españoles cree que la dictadura de Franco fue "buena o muy buena".

"Este terrible dato", ha señalado, "es el resultado del revisionismo que busca enturbiar nuestra historia para nublar nuestro presente y anular nuestro futuro, pues con frecuencia son los jóvenes quienes sucumben a ese discurso".

Una amenaza para la democracia que busca "falsear la historia y sentar las bases para demoler las libertades que tanto nos costó levantar", ha señalado el presidente del Gobierno.

Algo que, ha añadido, "no pasa por accidente ni por casualidad", sino que es el fruto de "la labor lenta y constante de deslegitimación de la democracia".

"Se empieza por llamar al revisionismo concordia, y se acaba ignorando que en algunos edificios institucionales se practicaba la tortura hasta el final", ha lamentado el presidente.

De este modo, ha censurado tanto a Ayuso (que rechaza colocar una placa que identifica la sede de la Comunidad de Madrid como un lugar de torturas), como a los gobiernos regionales del PP que decidieron sustituir las leyes autonómicas de memoria histórica por otras de "concordia".

El ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, se ha expresado en similares términos en la apertura del acto, que ha presentado como "una ceremonia laica sanadora".

"Mientras en otros países ser antifascista es una condición consustancial a cualquier demócrata", ha dicho, "en España aún escuchamos a representantes públicos elegidos democráticamente decir que el Franquismo fue una época de progreso, o a representantes que se oponen a colocar una placa de memoria en lugares en los que hubo víctimas de torturas del régimen franquista".

"Es inconcebible", ha reprochado.

Víctor Torres ha asumido que "la democracia se conquistó en las calles, aunque el dictador muriera en la cama", hace ahora 50 años.

Pedro Sánchez lo ha relatado con tintes más épicos.

La llegada de la democracia, ha dicho, "no fue un camino de rosas, hubo que desmontar una dictadura atroz, apoyada en las armas".

Y ha aludido a movimientos vecinales como el del barrio madrileño de Orcasitas: "Esa gente torció el brazo al régimen", ha señalado, "trajo la democracia, hizo posibles las conquistas que hoy disfrutamos".

"Sabían que la democracia no llegaría del cielo, había que arrancarla del suelo, con tesón, sacrificio y generosidad", ha rememorado, "la libertad nunca fue un regalo, fue una conquista de toda la sociedad española".

Sánchez ha aprovechado el acto para realizar tres anuncios. Antes de que termine noviembre, ha señalado, el Consejo de Ministros aprobará el decreto con el catálogo de "símbolos contrarios a la democracia"  que deben ser retirados de las calles y edificios públicos.

Además, el Gobierno va a "acelerar" el procedimiento para instar judicialmente la disolución de la Fundación Francisco Franco.

Y el Consejo de Ministros del próximo martes, ha indicado Sánchez, concederá la nacionalidad española a 170 descendientes de combatientes de las Brigadas Internacionales, también en aplicación de la Ley de Memoria Democrática.