D. Barreira
Agencias
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Las claves

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que España planteará este lunes a la Unión Europea acabar definitivamente con el cambio de hora en Europa para proteger "los ritmos biológicos" y porque es "negativo para la salud".

Sánchez ha avanzado esta propuesta en un vídeo en redes sociales en la semana en la que, como viene siendo práctica habitual, habrá que cambiar al horario de invierno en la UE.

"Cambiar la hora dos veces al año ya no tiene sentido. Apenas ayuda a ahorrar energía y tiene un impacto negativo en la salud y en la vida de la gente", ha asegurado.

Sánchez ha recordado que de forma mayoritaria los ciudadanos reclaman en las encuestas que no se retrase o adelante la hora según la época del año y que la ciencia dice que "ya no supone un ahorro energético y trastoca los ritmos biológicos".

Tras recordar que el Parlamento Europeo votó hace seis años acabar con esa práctica, el presidente ha subrayado que la política útil es la que escucha a los ciudadanos y a la ciencia y lo lleva a su legislación.

El 66%, a favor

La petición de acabar con el cambio horario se planteará formalmente este lunes en la reunión del Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía a la que asisten los ministros con estas competencias de los Veintisiete. Sánchez ha avanzado que España pedirá que se ponga en marcha "el mecanismo de revisión competente".

Fuentes del Gobierno han reiterado los argumentos expuestos por Sánchez para que no haya cambio de hora en la Unión Europea y han subrayado que en España el 66% de la población está a favor de ello.

España propone a la UE acabar con el cambio horario

La planificación actual de la Unión Europea respecto a este cambio finaliza este año 2026, por lo que el Gobierno considera que es una oportunidad para volver a plantear el fin de esta práctica.

Además del Parlamento Europeo en 2019, recuerdan que también la Comisión hizo esa propuesta un año antes tras una consulta ciudadana en la que participaron 4,6 millones de personas, con un 84% a favor de terminar con los cambios.

Sin embargo, la decisión quedó paralizada por la falta de consenso entre los Estados, ya que es necesaria una mayoría cualificada en el Consejo para que salga adelante.

Después de que en 1980 la entonces Comunidad Económica Europea empezase a coordinar los horarios de verano e invierno de los países miembros para aprovechar más las horas de luz para reducir el consumo energético, y armonizar el funcionamiento del mercado común, el Gobierno entiende que la evolución de la economía, la tecnología y los hábitos sociales han dejado obsoleta esta medida.

Con esta decisión, el Ejecutivo explica que España manda un mensaje claro de que los Estados miembros deben escuchar a la ciudadanía, atender la evidencia científica y demostrar que son capaces de actualizar sus políticas al ritmo de los tiempos.