Publicada
Actualizada

Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL, ha afirmado este sábado que tiene la convicción de que Pedro Sánchez convocará elecciones en 2026 con el objetivo de convertirlas "en un plebiscito no solo sobre él, sino también" sobre su esposa, Begoña Gómez, y su hermano David.

"Me parece que está preparando ya las urnas para 2026. El hecho de que lo haya anunciado con ese formalismo, el hecho de que haya dicho que va a presentar un proyecto de Presupuestos sabiendo que no los va a sacar y por lo tanto que va a tener un motivo para apelar a las urnas... Creo que va a poner las urnas en 2026 y que las va a tratar de convertir en un plebiscito sobre su honestidad personal", sostuvo en laSexta Xplica.

En ese "plebiscito", a juicio de Ramírez, Sánchez va a tratar de dejar "claro que no tuvo nada que ver con la corrupción en el PSOE". También tratará de transformar los comicios en una consulta popular "sobre la inocencia de su hermano y de su esposa".

En este sentido, consideró que, en caso de elecciones, "la ventaja la tiene el incumbente", gracias a "la maquinaria" de la que dispone.

Y es que el presidente del Gobierno controla el Boletín Oficial del Estado, cuenta con un "Presupuesto prorrogado y tiene la posibilidad de que sea él quien decida cuánto suben las pensiones, el sueldo mínimo interprofesional y a cuánta gente le llega el ingreso mínimo vital".

A juicio del director de EL ESPAÑOL, "hay determinadas herramientas que nunca se han usado de manera tan obscena" como bajo el Gobierno de Sánchez. Entre ellas citó el CIS, "en el que nadie ha tenido a un personaje de las características de José Félix Tezanos" y TVE.

Al respecto, recordó que, desde 1978, ha habido 13 elecciones y sólo en una ocasión el presidente en ejercicio fue derrotado, por lo que el marcador muestra un rotundo 12-1: "Creo que va a tratar de que pasemos del 12-1 al 13-1".

Ramírez explicó que esos mismos candidatos derrotados en las urnas cuando acudieron como jefes de la oposición, pasaron años después a ser presidentes del Gobierno al ganar comicios posteriores.

"Todos los presidentes de la democracia fueron primero jefes de la oposición, pero solo consiguieron ganar cuando el presidente que estaba se retiró", comentó.

Por eso, hizo hincapié en que "la idea que es transversal es que no nos conviene que nadie ejerza el Poder Ejecutivo más allá de dos mandatos, como ocurre en todos los sistemas presidenciales. España es un régimen parlamentario, en teoría, pero de facto es un régimen presidencialista".

Para Ramírez, "hay un principio elemental" y es que, mientras "en el ámbito penal" se aplica el principio de 'in dubio, pro reo', en el político debe aplicarse el de "in dubio, pro ciudadano".

Pedro J. Ramírez durante su intervención en el programa.

Ese principio debe considerarse cuando "hay un señor sobre el que pesan sospechas fundadas de que, como mínimo, ha permitido y consentido la corrupción en su partido, porque están imputados los dos secretarios generales que ha tenido desde que llegó al poder y eso es un elemento, como mínimo, de sospecha,".

También "si su esposa está imputada por un presunto delito de tráfico de influencias que, independientemente de cómo termine, es evidente que es un escándalo político que desde el Palacio de La Moncloa se puedan desarrollar esas actividades lucrativas de carácter privado".

En todo caso, aseveró que que Sánchez "no debería presentarse a las elecciones aunque no existiera nada de esto, porque lo bueno de la democracia es la regeneración permanente".

Cruz Sánchez de Lara

Durante la entrevista, Ramírez fue consultado por la denuncia que hizo su esposa, Cruz Sánchez de Lara el pasado miércoles en el programa Espejo Público, donde explicó la violencia machista que sufrió por parte de su anterior marido.

"Hoy es un día que celebro más que mi cumpleaños. Hoy, 24 de septiembre, es el día que yo llegué a Madrid con una maleta, un niño de 4 años y un problema grave que yo no sabía reconocer (...) Hoy le tengo que prestar mi voz a las mujeres que no pueden porque están ofendidas y muertas de miedo. No hace falta que te asesinen para que te anulen y tengas ganas de morirte", dijo Sánchez de Lara.

De este modo, reaccionó indignada a la gestión de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, por su gestión de las pulseras para el control de maltratadores y las palabras que pronunció posteriormente.

Sobre el caso, Ramírez explicó que Sánchez de Lara "sintió que muchas mujeres podrían haberse sentido ofendidas por el comentario de la ministra de Igualdad al equiparar el maltrato y la violencia de género con el que hubiera habido alguna mujer asesinada o no".

"Estoy muy orgulloso de lo que hizo. Lo que siempre he admirado más en Cruz es su idealismo, se comportó con gran generosidad y un día será una gran editora", concluyó.