Trabajo, tensión y territorio. Las tres “T” por las que se iniciará el apellido del secretario general del PP, Miguel Tellado, este verano.
El pulso del Partido Popular desemboca este final de julio a un agosto "en modo electoral", mucho antes de que Pedro Sánchez siquiera sugiera un adelanto de las generales, pero "para que no termine la época estival" con el partido en "posición de descanso" sino en la de "firmes".
El nuevo secretario general de los populares arranca –literalmente sobre el terreno– su plan para tenerlo todo listo ante cualquier cambio de ciclo en la política nacional. Más de 2.000 kilómetros por cinco Comunidades Autónomas en solo una semana.
La primera en la que, aún con las cajas sin deshacer en Génova, ya se ha echado a la carretera a cumplir la orden de Alberto Núñez Feijóo de "electoralizar" el PP.
Porque en Génova no se fían de que Sánchez cumpla "ni siquiera esta vez" su palabra. De que las urnas no se instalen hasta 2027. De que no haga coincidir convocatorias con las castellano-leonesas de febrero o las andaluzas de junio... y trabajan ya con la vista puesta en un posible adelanto electoral.
Tellado ha iniciado esta semana una auténtica gira a contrarreloj: Castilla y León, Cataluña, Murcia, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, a región por día esta semana.
La consigna a sus cuadros y afiliados ha sido la misma: ningún territorio puede relajarse, ninguna estructura del partido debe pensar en "sus cosas" en estas semanas. La prioridad es, desde ya, "llevar a Feijóo a la Moncloa".
La ruta comenzó en Valladolid, en la Junta Directiva del PP de Castilla y León, junto a Alfonso Fernández Mañueco.
“Tenemos la obligación de dar respuesta a las expectativas de millones de españoles que reclaman un cambio”, arengó allí Tellado, siguiendo la línea de su discurso en el último Congreso Nacional.
Según el secretario general, el PP “no se puede conformar con los cuatro escaños que nos faltaron el año pasado. Tenemos que buscar sumar cuarenta más para que Feijóo pueda gobernar en solitario”.
Desde Castilla y León, Tellado se desplazó a Barcelona. Allí protagonizó junto a Alejandro Fernández y Daniel Sirera varios encuentros con cargos provinciales, municipales y afiliados. El objetivo era el mismo: activar todos los resortes internos y recordar que “el verano no es para bajar la guardia, sino para preparar el partido para lo que pueda venir”.
Tellado envió el mismo mensaje en cada territorio: unidad, presencia en la calle y músculo interno.
En Murcia la cita prevista con la Junta Directiva Regional tuvo que cancelarse por las alertas de temporal. Pero junto al presidente Fernando López Miras, quedó también claro el propósito nacional: el PP debe estar listo “para cuando Pedro Sánchez apriete el botón electoral”.
En Alicante, junto a Carlos Mazón en la junta directiva de la Comunidad Valenciana, insistió en el relato del relevo político y en la importancia del “factor territorio”. El recorrido culminó en Tomelloso, Ciudad Real, en la Junta Directiva del PP de Castilla-La Mancha, flanqueado por Paco Núñez.
La hoja de ruta está marcada por Génova, pero Tellado asume en primera persona la tarea de engranar todos los mecanismos del partido. Antes incluso de echarse a la carretera, mantuvo una batería de reuniones con todos los presidentes autonómicos y secretarios regionales del partido.
“Queremos tener un partido en tensión”, remarca ante cada foro, “preparado para lo que pueda pasar”. No es sólo un mensaje: es un aviso de que la maquinaria del PP debe funcionar como un solo bloque.
El ambiente interno del partido tras el Congreso Nacional de julio también ha cambiado. La Secretaría General ha aglutinado bajo su mando la poderosa área de Organización, la responsable de tenerlo todo listo en materia de actos, afiliados y presencia en el territorio.
Eso deja "en segundo plano la tarea orgánica” tradicional de la Secretaría: la prioridad ahora es movilizar cuadros y militancia y trasladar a la calle las consignas de Génova.
Ese mensaje de acción se extiende a los medios, donde Tellado es ya uno de los portavoces más duros y directos: “El game over de Pedro Sánchez está a punto de caer”, sostiene, citando sus palabras esta semana en Valladolid.
Para Tellado, el presidente del Gobierno es “el peor presidente y lidera el peor gobierno de la democracia”.
Una confrontación directa que no es exclusiva de los mítines: “Sánchez está dispuesto a todo para seguir en el poder, querrá morir matando”, declaró también el secretario general recientemente.
La fórmula elegida es combinar un discurso afilado y sin complejos –como ya demostró en su etapa como portavoz en el Congreso– con mucha presencia en la calle. “
Pocas vacaciones y mucha calle” es el nuevo estribillo de Tellado, que aprovecha las fiestas patronales que se celebran en cientos de pueblos españoles durante agosto para seguir escuchando a los vecinos y reforzando la marca territorial del PP.
“Agosto es el nuevo septiembre”, resume a cada paso, en alusión directa a las órdenes de Feijóo.
La tensión interna es ahora la consigna central, unida a la unidad y la movilización total de cara a posibles movimientos políticos en Moncloa.
Tellado insiste en que la “obligación” del PP en este momento es doble: convencer a los ya convencidos y sumar a quienes aún dudan. Por eso todo suma: desde una reunión en una capital de provincias hasta un acto en una pequeña localidad.
No hay margen para el descanso. La estrategia está clara y los engranajes ya giran al ritmo que marca Génova. Tellado no se cansa de repetirlo: el partido debe estar “preparado, en posición de firmes”, porque “cuando Feijóo lo necesite, el PP tiene que estar a pleno rendimiento”.
Trabajo, tensión y territorio. Son las claves del verano para Tellado y la receta que pretende llevar a Feijóo hasta la Moncloa, cueste lo que cueste y cuando el calendario –o Pedro Sánchez– lo decidan. Nadie en Génova tiene dudas: la cuenta atrás ha empezado antes de que termine el verano.
