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Hace justo siete meses, el Congreso del PSOE aclamaba a Santos Cerdán, propuesto por Pedro Sánchez como secretario de Organización del partido en el Fibes, el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla.

El destino ha querido que el presidente del Gobierno recibiera este lunes la noticia del ingreso en prisión de su mano derecha justo en el mismo recinto ferial de Sevilla que encumbró a Cerdán, donde preside esta semana una reunión de la ONU sobre ayuda al desarrollo. 

Ayer, ante el secretario general de la ONU, Sánchez tuvo que dejar de hablar de geoestrategia para responder sobre la corrupción de sus colaboradores, en el mismo lugar en el que los delegados aplaudían a Cerdán cuando denunciaba una conspiración judicial, mediática y política contra los socialistas.

Cerdán decía en el congreso celebrado a finales de noviembre: "Tergiversan declaraciones, generan bulos, manipulan imágenes. Son las mismas mentiras de siempre, pero propagadas rápidamente, con altavoces de programas de televisión en prime time, en programas de radio, en digitales, en tertulias, en canales de YouTube, en redes sociales o en columnas de prensa de toda la vida, incluso en sede judicial. Sí, también en sede judicial", y aquí era interrumpido por una salva de aplausos.

Vídeo | Santos Cerdán denuncia una estrategia de "acoso y derribo" de una oposición "corrosiva" Edición de vídeo: Jose Verdugo

Ese mismo destino hizo que mientras Cerdán denunciaba ante el juez del Tribunal Supremo la persecución judicial, el fiscal general pedía cárcel y el magistrado redactaba este jueves el auto de prisión de Cerdán, el ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, presidía en el mismo edificio, a muy pocos metros, la solemne toma de posesión de fiscales de sala. Por una puerta salía el furgón hacia Soto del Real y por otra, la comitiva oficial del responsable de Justicia.

Es decir, por primera vez en la historia, un secretario de Organización del PSOE y mano derecha del presidente del Gobierno ha sido enviado a prisión por corrupción en un caso en el que, además, está imputado también su antecesor en el cargo. Y la vida sigue sin aparente perturbación en la actividad pública del Ejecutivo. Como si no pasara nada, al menos en apariencia.

Porque la herida que se abrió con el informe de la UCO que implicaba a Cerdán ha vuelto a sangrar, y eso siempre es escandaloso, pero la herida es la misma de hace dos semanas, cuando se conoció el demoledor informe de la Guardia Civil que implica al destacado dirigente socialista.

No hay asomo de asunción de responsabilidades por parte del presidente que los ha nombrado y mantenido en sus cargos, no hay opción de que dimita, ni de que convoque elecciones y hasta los críticos dan por hecho que pretende llegar hasta 2027.

Creen que seguirá hasta el final de la legislatura, aunque haya dificultades para presentar Presupuestos como exige la Constitución y sea difícil aprobar iniciativas en el Congreso. Pero la inquietud va creciendo en el entorno del presidente.

Se han asumido esas responsabilidades”, dijo Sánchez este lunes en Sevilla, pero significativamente tuvo que responder casi a la misma pregunta que escuchó hace tres semanas sobre su responsabilidad política por haber nombrado y mantenido a dos secretarios de Organización sucesivos que son acusados por el Supremo.

En el Gobierno y en el PSOE son conscientes de que noticias como la de este lunes sobre el encarcelamiento de Santos Cerdán pueden seguir llegando.

Hasta aseguran públicamente que la insólita noticia no cambia en nada la hoja de ruta de Sánchez, aunque sea especialmente dolorosa: hace 19 días, Cerdán era aún su secretario de Organización y todos le defendían.

Pero en voz baja ya admiten que cada vez se hace más complicado mantener la legislatura y echan de menos medidas radicales por parte de Sánchez que den idea de reacción ante los acontecimientos dolorosos.

Las dos opciones

Por eso, empieza a crecer en el partido y el Gobierno la idea de que Sánchez debería anunciar como mínimo la convocatoria de un inminente congreso extraordinario del PSOE, según diversas fuentes consultadas por este periódico.

Por supuesto, nadie cuestiona que Sánchez deba seguir siendo secretario general del partido. Al menos de momento. Aunque duden de que pueda ser candidato si convoca elecciones anticipadas.

Podría anunciarlo en el Comité Federal del partido que se celebra el sábado, pero no hay pista alguna de lo que pasa por la cabeza del presidente del Gobierno y líder del PSOE. Ha escuchado a sus socios, a dirigentes del partido, salvo los más críticos, y mastica su decisión.

Sánchez escucha, pero no les dice lo que va a hacer. "Se han asumido esas responsabilidades", ha dicho este lunes Sánchez sobre el encarcelamiento de Cerdán, aunque en realidad él no las haya asumido todavía.

El análisis que hacen destacados colaboradores del presidente es que puede optar por una decisión mínima, que consistiría simplemente en nombrar un sustituto o sustituta de Cerdán en la Secretaría de Organización, o tomar una decisión de mayor calado como la de convocar el congreso extraordinario.

La primera opción puede resultar muy insuficiente después de lo que ha ocurrido. Nombrar un secretario de Organzanización y quizás un portavoz nuevo ya no es suficiente.

La segunda opción, la del congreso extraordinario tendría la ventaja de que permitiría un cambio en profundidad de la estructura del partido y la Ejecutiva, lo que no es posible hacer desde el Comité Federal. Una especie de refundación, aunque sea con el mismo líder, pero que sirva para medir la escasa fuerza de los críticos.

Quedaría para septiembre la opción de cambios importantes en el Gobierno. También otras opciones como la cuestión de confianza y hasta las elecciones anticipadas que Sánchez rechaza de plano a día de hoy.

Pero todo ello queda a la espera de ir conociendo novedades judiciales, porque se hace el razonamiento de qué ocurriría si se toma una medida drástica y luego se conoce alguna decisión judicial adversa para el Gobierno, para el partido o para el propio Sánchez. Porque nadie pone ya la mano en el fuego por nadie.

Fuentes del PSOE cuestionan el criterio jurídico del auto de prisión dictado por el juez del Tribunal Supremo, por entender dudoso que haya riesgo de destrucción de pruebas. Y cuestionan que la Fiscalía Anticorrupción sólo haya pedido prisión para Cerdán y no para el resto en su momento.

Pero no consideran que sea un buen argumento para mantenerlo públicamente y ven difícil de sostener lo de los pseudomedios y el acoso judicial.

Les irrita que Víctor de Aldama, Koldo García y José Luis Ábalos no estén en prisión y Cerdán se prepare para pasar unas cuantas semanas en la cárcel. Pero les cuesta sostenerlo como argumento defensivo.

También cuestionan algunos razonamientos del auto, como los referidos al reparto del dinero, y recuerdan que aún no hay resultado inculpatorio de las investigaciones sobre los patrimonios. Pero eso tampoco lo consideran un buen argumento para utilizar en público en este momento.

"Es un asunto de una persona que no tiene que ver con el PSOE", improvisó este lunes María Jesús Montero, número dos del partido y el Gobierno, improvisando una excusa "arriesgada". Sobre todo dicho por quien repitió hace pocas semanas con énfasis que ponía la mano en el fuego por Cerdán.