Pedro Sánchez ha mandado este martes una carta a la militancia del PSOE en la que intenta camuflar los escándalos de corrupción que azotan a su partido denunciando una ofensiva por parte de la oposición.
"Sé que la decepción es enorme. Pero también debemos tener claro que nos enfrentamos a una operación de demolición moral, por procedimientos que conllevan más peligro para la democracia que aquello que pretenden combatir", ha escrito el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE.
Lejos de toda autocrítica, reconoce que muchos militantes socialistas deben vivir la situación que está pasando el partido "con dolor, indignación y una mezcla de desconcierto y tristeza". También asegura que esos sentimientos son "compartidos".
Sánchez hace referencia al informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y a las investigaciones judiciales que el Gobierno ha criticado abiertamente en diversas ocasiones.
Asegura que el hecho de que el Gobierno no conociera el informe antes de su publicación "habla de la salud democrática de nuestro país" y de que "en la España que estamos ayudando a construir desde el Gobierno, el poder Ejecutivo no interfiere en investigaciones que dependen del poder Judicial, como sí ocurrió en buena parte de la década pasada".
Sin embargo, sí critica que el informe de la UCO sobre Santos Cerdán se haya puesto "al servicio de un intento deliberado de la derecha para derribar a un gobierno legítimo". En ese sentido, gran parte de su carta es para presentarse como víctima.
"Lamentablemente, el Partido Popular y Vox están en una deriva de odio y legitimación de la violencia que se refleja, entre otras cosas, en el acoso a muchos militantes socialistas y en el ataque a numerosas casas del pueblo", asegura en su escrito.
"Puede que el PP haya renunciado a defender las conquistas y valores fundamentales de nuestra democracia. Nosotros jamás lo haremos", añade.
El presidente argumenta en su carta que no se irá, como ya avanzó en Ferraz este lunes. Reconoce los escándalos y la afectación que tienen, pero dice que el escenario de un gobierno del PP y Vox sería una realidad mucho peor, y plantea casi como un deber que él debe seguir en el Gobierno.
"La mejor forma de salir de esta prueba es recordando por qué estamos aquí. No hemos venido a ocupar sillones. Hemos venido a mejorar la vida de la gente, a combatir la desigualdad y defender las libertades", sostiene.
"No vamos a permitir que nada nos aparte de esos anhelos en los que millones de personas han depositado sus esperanzas", añade.
Sánchez señala que ahora es el "momento de la templanza y la iniciativa para combatir un mal que ataca a la esencia misma de la democracia". "Es momento de coherencia, de claridad y de orgullo. De saber que cada acto que hagamos debe ser comprensible para la ciudadanía, respetuoso con nuestros valores y útil para la democracia", apunta.
