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Borja Sémper, primero pidió perdón por el retraso, "pero es que había que escuchar al capitán", dijo con sorna el portavoz del PP, al llegar a la sala de prensa de Génova. "¿Habéis comido?", preguntó a los periodistas, "lo digo porque, encima, Pedro Sánchez se ha hecho la víctima de no haber podido comer... es que es lamentable... con la que está cayendo en España".

La versión más indignada de Sémper el portavoz habitualmente moderado de cada lunes, tras el Comité de Dirección de Alberto Núñez Feijóo, reflejaba el sentir en el Partido Popular: "Indignación".

Indignación con el presidente del Gobierno, porque ha "perdido toda conexión con la realidad", por "su nivel inalcanzable de insultos a la inteligencia de los españoles", y porque Sánchez ha demostrado "definitivamente" su talante "antidemocrático".

Para el PP, "el presidente del Gobierno, hoy ha venido a decir 'soy un corrupto, pero no asumo ninguna responsabilidad, no vaya a ganar el PP'. ¿Pero qué es esto? Es que está negando la alternancia, ¡está negando la democracia!", bramaba Sémper desde la tribuna de la sala de prensa.

"Perdónenme, es que estoy ojiplático, nunca había visto nada igual", se trataba de calmar mirando a los reporteros teclear.

"Rostro de hormigón armado"

Es cierto que del jueves al lunes, Sánchez había pasado de compungido y "decepcionado" a presumir de que el PSOE es "una organización limpia", a presumir de encabezar "el mejor Gobierno de España en mucho tiempo" y a negar que los tres acompañantes del coche en el que reconquistó el poder en el partido sean su "núcleo duro".

"¿Qué ha fallado? Han fallado dos personas... o tres, pero Koldo no era de mi confianza", dijo el presidente del Gobierno tras más de cinco horas de debate en la Comisión Ejecutiva Federal de su partido.

Para Sémper, que tardó apenas cinco minutos en acudir a la sala de prensa, tras seguir la "insultante" comparecencia de Sánchez junto al equipo de prensa del PP, esto sólo merecía una respuesta: "Ni siquiera una gruesa capa de maquillaje ha sido capaz de tapar el cemento de hormigón armado de su rostro".

Sémper ha querido encontrar algún asunto del que hacer bromas. "Dentro de lo delirante que ha sido todo, quizá sea destacable que Sánchez anunció una auditoría el jueves y hoy se ha dado cuenta de que ya la tenía hecha".

Otro de los anuncios de Sánchez al que le ha buscado las vueltas es la elección de una Secretaría de Organización colegiada: "Nos ha dejado claro que en el PSOE no se fían unos de otros, y por eso ponen a varios, a que se vigilen... ¿así cómo nos vamos a fiar los españoles del PSOE?".

Tras esa licencia jocosa, el portavoz del PP regresó al tono serio. Porque dentro de ese órgano colegiado, "estará la gerente que puso Santos Cerdán, señalada también en el informe de la UCO". Un síntoma, dijo, de que el Partido Socialista tiene mucho que tapar.

Como, según dijo, también lo es y le servía de prueba irrefutable "lo de la expulsión de José Luis Ábalos 16 meses después... ¡lo han estado tapando todo este tiempo!".

Y puso, para que se entienda, un ejemplo muy praćtico: "Para desgracia del conjunto de los españoles, el umbral ético de Sánchez está clarísimo: tardó menos en echar a Nicolás Redondo por discrepar que a Ábalos por robar”.

Es más, avanzada la rueda de prensa, el político vasco se siguió encendiendo.

Sacó a colación la ley del sólo sí es sí, con sus "violadores y pederastas en las calles", y al Tito Berni sus corruptelas y sus juergas. Y llegó a afirmar categóricamente que "Sánchez sabía lo de sus diputados puteros, y conocía la conducta de Ábalos con las mujeres cuando lo echó, por eso lo grave es que lo rehabilitara meciéndolo en las listas dos años después".

Censura, ahora no

Sánchez dijo que no va a disolver las Cámaras, admitió haber reflexionado sobre su "dimisión" dentro de todas "las posibles salidas", y que finalmente lo descartó. Sugirió que, tal vez, sí que haya una cuestión de confianza, cuando se reúna con los grupos que le dieron la investidura. Pero sobre todo, retó "al PP y a Vox" a presentarle una moción de censura.

A Sémper la cosa le volvió a hacer gracia, "de no ser porque estamos en uno de los momentos democráticamente más críticos en décadas".

El PP descarta, de momento, una moción de censura porque "hacerla hoy sería darle un balón de oxígeno al sanchismo". Y eso no lo hará el PP, porque para eso, dijo, "ya están otros partidos", en clara referencia a Vox.

Sánchez pensó en "todas las salidas", o eso dijo, durante su retiro de fin de semana a la finca de Quintos de Mora. Y la misma expresión utilizó Sémper para referirse a que "la preocupación de la mayoría de los españoles les lleva a buscar salidas" a esta degradación, "y al PP también".

Pero para "salir de este caos", lo menos adecuado es "salir al rescate" de quien lo provoca, que es lo que "hizo Vox cuando presentó las suyas". Según Sémper, es curiosa la coincidencia de que Pedro Sánchez y Santiago Abascal opinen igual sobre qué debe hacer Feijóo: "Miren, para echar una mano a Sánchez cuando más difícil lo tiene ya están ellos".

Mensaje a los socios

La conclusión que sacaron los dirigentes del PP de Feijóo tras ver la comparecencia de Sánchez es que el presidente "ha decidido afrontar una agonía lenta".

Es decir, que si la legislatura empezó "con la corrupción política de la amnistía" y, desde entonces, no ha avanzado "porque no tiene mayoría parlamentaria", el Gobierno está definitivamente muerto tras salir a la luz la purulencia de su corrupción.

"Bueno, ése es su problema", dijo hasta con lástima el portavoz popular. "Porque va a ser mucho más dolorosa".

Y es que, según el PP, "lo conocido es sólo la punta del iceberg" de los casos que cercan al entorno personal, al partido, y al Gobierno de Sánchez. "Hoy, no sólo ha insultado al PP y a la inteligencia de los españoles, también ha insultado al PSOE... allá quienes se lo permitan ahí dentro, en el PSOE".

Otra de las medidas anunciadas por Sánchez fue la de la "rendición de cuentas". Dijo el presidente que comparecerá en el Congreso "en la primera fecha disponible"... justo ahora que acaba el periodo de sesiones y él tiene "una agenda internacional muy apretada".

Pero el PP se lo quiere poner fácil, a él y a sus socios. Sémper exigió que comparezca "con inmediatez en el Congreso en un pleno monográfico".

Lo podrá hacer este mismo miércoles, para dar "las explicaciones que todavía no ha dado", si no lo vetan los órganos de gobierno de la Cámara, donde el PSOE y sus aliado tienen mayoría.

Así, si el presidente no lo hace por voluntad propia, este martes los populares propondrán en la junta de portavoces, que se someta a votación una comparecencia este mismo miércoles, antes de la sesión de control. ¿Y si se niegan los socios? "Serán cómplices".

Y en ese caso, ¿qué hará el PP? "Pedir la convocatoria de un pleno extraordinario y monográfico". ¿Y si ni aun así ustedes logran convencer siquiera a cuatro diputados? "Entonces, los socios habrán dado por buenas las no-explicaciones de Sánchez, habrán dado por buena su corrupción".

Es decir, "pueden no mirar la mancha de indecencia de este tsunami de la corrupción, pero la mancha les afectará", sentenció. "Quien hoy apoya al 'sanchismo', mañana estará deslegitimado para hablar de transparencia y para hacer política".