Pedro Sánchez participó este jueves en una cumbre en París en la que se debatió el envío futuro de tropas a Ucrania y hasta se dio el primer paso al decidir que una misión militar francobritánica visite el país para poder valorar sobre el terreno esa decisión.
Ha trascendido que algunos líderes presentes no estaban de acuerdo con la decisión, pero se desconoce cuál es la posición que mantuvo el presidente del Gobierno español.
Sánchez acudió a esta cumbre patrocinada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y por el primer ministro británico, Keir Starmer. Asistieron 31 representantes de gobiernos europeos y otros como Canadá, además del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Hace unas semanas, Starmer propuso la creación de la llamada "coalición de los voluntarios". Macron se sumó a la propuesta e incluso reunió el 11 de marzo a jefes de Estado Mayor de la Unión Europea y la OTAN, con la ausencia de representantes estadounidenses y con presencia, por parte de España, del jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante general Teodoro López Calderón.
Desde aquel día, la versión oficial del Gobierno, incluido el presidente, es que no hay una decisión de España, entre otras cosas porque deben darse unas circunstancias que por el momento quedan lejos, como que haya un alto el fuego en Ucrania. La propia ministra de Defensa, Margarita Robles, aseguró este jueves que "es prematuro" pronunciarse. Sin embargo, los preparativos avanzan, y este jueves se ha anunciado el envío de esa "fuerza de seguridad" francobritánica.
Sánchez no compareció este jueves para explicar su posición, ni Moncloa informó oficialmente sobre este asunto concreto. Sólo hubo un mensaje del presidente en la red social X asegurando: "Volvemos a París para reafirmar nuestro apoyo inquebrantable al pueblo ucraniano. Reconocemos cada esfuerzo para ganar la paz que Ucrania merece. Una paz que debe ser justa y duradera. Europa formará parte de la solución".
Y una nota oficial que no aclara nada. Se limita a asegurar que Sánchez "ha subrayado la importancia de mantener la presión sobre Rusia para consolidar un alto el fuego que siente las bases para una paz justa y duradera. Asimismo, ha remarcado que la seguridad de Ucrania es también la de Europa. En este contexto, ha recalcado que mantener el apoyo a Ucrania resulta esencial en estos momentos para fortalecer su posición en las conversaciones que está promoviendo Estados Unidos".
Concluye que "la reunión ha sido una nueva muestra de apoyo al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, así como un signo renovado de unidad en torno al pueblo ucraniano. Asimismo, ha reafirmado el compromiso de Europa a contribuir activamente a que, una vez alcanzado el acuerdo, la paz sea permanente".
Un día antes, el presidente compareció en el Congreso para informar del plan de rearme y la situación en Ucrania y, pese a que fue preguntado por algunos portavoces, siguió sin informar de la posición que defiende en las reuniones internacionales cuando se plantea este asunto.
Incluso, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió a Sánchez una reunión con el máximo responsable del Ejército para conocer de primera mano los planes y las capacidades de cara al plan de rearme, pero no tuvo respuesta del presidente.
"Carácter disuasorio"
Desde que empezó a hablarse de esta opción, fuentes de la Moncloa sí han explicado que si se termina impulsando el envío de tropas a Ucrania para asegurar la paz, España tendrá que participar, según informó EL ESPAÑOL. Pero no hay versión oficial del Gobierno ni de su presidente sobre la opción que ha defendido en esas reuniones.
En la reunión de este jueves en París, los países presentes se mostraron divididos sobre la futura decisión. Macron, que sí compareció ante los medios de comunicación para explicar los resultados, lo atribuyó a distintos contextos políticos o capacidades de cada país.
El presidente francés explicó que serían "fuerzas de garantía para mantener la paz, no estarían en la primera línea".
Según añadió, el despliegue de tropas se limitaría a "ciudades importantes y bases estratégicas", lejos del frente. "No son fuerzas para estar presentes en la línea de combate ni para sustituir al Ejército de Ucrania, sino para tener un carácter disuasorio ante una hipotética nueva agresión rusa".
En el caso hipotético de que se constituyera esa fuerza, fuera enviada a Ucrania y España participara, tendría que haber una autorización expresa del Congreso, según la ley aprobada con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
En su comparecencia del miércoles en el Congreso, Sánchez tampoco informó de cómo será el aumento de gasto militar para cumplir el compromiso con la OTAN y la UE, ni cuándo se aprobará, ni con qué porcentaje del PIB.
Sin embargo, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, dijo en Varsovia que "España quiere llegar al 2% [del PIB en gasto militar] este verano". En la cumbre de la OTAN de junio podría tener lugar el anuncio y confirmarse la nueva meta que sería de, al menos, el 3%.
Es decir, Rutte dijo en Varsovia lo que el presidente del Gobierno no explica en España. De hecho, fuentes de Moncloa dijeron estar molestos con Rutte por estas declaraciones.
