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Las veces en las que la hemeroteca del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le juegan una mala pasada se cuentan ya por decenas. A principios de 2018, cuando gobernaba el PP, Mariano Rajoy incluyó la actualización de las pensiones en los Presupuestos Generales del Estado, una medida que para Sánchez, entonces líder de la oposición, era "un chantaje en toda regla".

"Rajoy planteó ayer un chantaje en toda regla a los 9,5 millones de pensionistas de este país: o me aprueban los presupuestos, o no hay revalorización de pensiones", escribió en su perfil de Twitter Sánchez el 15 de marzo de 2018.

Hoy, casi siete años después, las palabras de Sánchez se vuelven contra él. 

Tras el rechazo de PP y Junts este miércoles a su decreto ómnibus —un cajón de sastre en el que convivían medidas de muy diverso calado, desde revalorizar las pensiones, prorrogar las ayudas al transporte público o el traspaso al PNV de un palacete en París—, los socialistas responsabilizan al partido de Alberto Núñez Feijóo de "causar dolor social" por haber votado en contra de iniciativas de "sentido común", a juicio de Sánchez, sin asumir él ningún tipo de autocrítica. "El Gobierno ha hecho su trabajo", dijo. Y fue más allá: "Un proyecto político no es votar no a todo".

Sánchez, que hace nueve años hizo gala del "no es no", quiere que la oposición le dé un sí incondicional, sin haber pactado o dialogado con ella sus medidas. Y ahora le toca probar de su propia medicina. 

Precisamente el expresidente catalán Carles Puigdemont ha rescatado el tuit de Sánchez para tratar de dejarle en evidencia. El líder de Junts, grupo que votó en contra del decreto ómnibus del Gobierno, quiere que Sánchez asuma sus propias contradicciones. "Ahora le dices [a Sánchez] que aplica el mismo chantaje y te responde con esa típica frase que tienen siempre a punto los de la superioridad moral: 'Ahora es diferente'".