Enviado especial a Estrasburgo

"Este jueves se vota si este Parlamento condena o no el terrorismo, es una responsabilidad histórica, aquí no hay medias tintas". La intervención de Tono López-Istúriz en el debate de la Eurocámara sobre el salvaje atentado de Hamás, el pasado 7 de octubre en Israel, fue la más dura de todas.

"La izquierda está poniendo en riesgo la unidad de Europa en un momento crucial", denunció a la salida del debate. "Teníamos la resolución pactada y sellada, y ahora los socialistas y la izquierda radical se saltan el acuerdo, presentando enmiendas".

La Eurocámara votará este jueves una resolución sobre el reavivamiento del eterno conflicto árabe-israelí, pero esta vez -como ninguna otra- con características diferentes: "Esto no es una guerra, es terrorismo islamista contra una democracia, no puede haber medias tintas".

López-Istúriz es miembro del Partido Popular Europeo (EPP), y de ahí probablemente que iniciara sus dos minutos de intervención en defender la labor de Ursula von der Leyen que, junto a Roberta Metsola, representaron a la Comisión y al Parlamento europeos en una visita a Israel la semana pasada. También de ahí, seguramente, sus críticas aceradas a Josep Borrell, Alto Representante, la salida del debate. "¿Dónde estaba, perdido en China, en este momento urgente y crucial para Europa?".

Pero sobre todo, López-Istúriz es el presidente de la Delegación de la Eurocámara para las relaciones con Israel. Después de dos décadas en la política internacional y casi el mismo tiempo como secretario general del EPP, sabe de lo que habla. Y detecta "discursos melifluos y contemporizadores" en las instituciones de la UE, "que ya sabemos muy bien en España, porque sufrimos el terrorismo, que no llevan a ningún sitio".

Los ataques de Hamás, hace ya 11 días, causaron más de 1.400 muertos, 200 rehenes y decenas de desaparecidos. Hombres, mujeres, niños, ancianos, personas con discapacidades, militares, civiles, "ninguna distinción, nada, asesinados, decapitados o quemados vivos, simplemente por ser judíos", aclara el eurodiputado español.

"Von der Leyen habló la semana pasada en nombre de todos", continuó Istúriz, "y entretanto algunos están aquí sólo por el juego político y demostrando sectarismo". La presencia de Borrell en el debate no había sido confirmada hasta poco antes.

Josep Borerll y José Manuel Albares, en el debate de la Eurocámara sobre los atentados de Hamás en Israel. E.E.

El Alto Representante, de hecho, recibió durísimas críticas no sólo de la bancada del centro derecha, sino de algunos de los intervinientes de la izquierda. Su ausencia en el viaje dejó coja a la UE, porque no estaba el Consejo. "En ese caso, debería haber ido el ministro Albares, que lidera el Consejo en este semestre, pero tampoco".

Borrell explicó al Pleno que si no fue a esa visita porque si él pisa Israel, "también debo poder ir a Ramala", sede de la Autoridad Nacional Palestina. Con eso insinuaba, que el Gobierno israelí no le dio los permisos, confirmando una información este diario aún no había podido corroborar: tanto él como Albares reclamaron al Ejecutivo de Benjamin Netanyahu seguridad y pase franco a los territorios palestinos y se les dijo que, en esas circunstancias, mejor no viajaran, porque "no serían bien recibidos".

"Un mal mensaje"

Para el negociador de la resolución a votación, es clave poder lograr el mayor consenso en la votación. "Sería un muy mal mensaje al mundo que la guerra Israel Gaza nos dividiera a los europeos", aseguraba en declaraciones a EL ESPAÑOL. "Es una responsabilidad histórica. Este Parlamento debe decidir si condena o no al terrorismo, más allá de las ideologías. Porque no hay medias tintas en la lucha contra el terrorismo".

En una cosa están de acuerdo los más de 700 eurodiputados, las tres instituciones de la UE y hasta cualquier funcionario o ujier de la Eurocámara: las tensiones globales están dejando a Europa fuera de juego, y tanta desunión interna. "Hamás en Gaza y Hezbolá en el Líbano, no son más que peones de Irán: y lo que está ocurriendo aquí es una manipulación de aquellos territorios y de sus ciudadanos para conseguir nuestra desestabilización como demócratas", denunció el eurodiputado español.

Esa ruptura por la mitad del hemiciclo tenía alguna excepción, como ya hemos reseñado. Los extremos (derecha e izquierda), por lo antisemita; y los centrados (con algunos populares poniendo el énfasis más en la población gazatí y con determinados socialistas enarbolando la bandera israelí), pero los bloques eran más que visibles.

Una división por grupos ideológicos que debilita a la Unión como actor útil para promocionar la paz, y todos lo comentaban a la salida del debate... culpando al rival político.

Precisamente, la reconciliación inexistente, aquí en Estrasburgo, y la paz que todos dicen defender, fueron el cimiento sobre el que se construyó la Europa unida, y al que apelaba este martes Pedro Sánchez, como ejemplo de que "lo que parecía imposible, en Europa lo logramos"... por si lo de los dos Estados se puede volver a intentar.

"Pero hay quien se sigue negando a condenar las violaciones y asesinatos del 7 de octubre, y lo increíble es que además acusan, critican e insultan a los que condenamos el terrorismo", bramó Istúriz desde la tribuna. "¡Eso ya nos pasó en España! Pero es igual, ganaremos, venceremos, porque son los principios de la UE... y porque, si no, no sobreviviremos".