Pedro Sánchez pidió al Rey, en su reunión en Zarzuela, que le propusiera para someterse a la investidura, para intentar reeditar un "Gobierno progresista" porque, según dijo, en una rueda de prensa posterior en Moncloa, "es la única mayoría posible", como lo demuestra la elección de la Mesa del Congreso el pasado 17 de agosto.

Eso sí, el líder socialista se negó a contestar a la pregunta de si él considera que la amnistía para los implicados en el procés, el precio que ha planteado Junts para apoyar su reelección, tiene encaje legal en la Constitución.

La comparecencia en la sede del Gobierno -a pesar de que actuaba como secretario general del PSOE- eludió las cuestiones concretas sobre la negociación con los partidos con los que negociará la investidura. Especialmente, con los independentistas catalanes de Carles Puigdemont (Junts) y Oriol Junqueras (ERC).

En concreto, Sánchez eludió pronunciarse sobre la amnistía que le exigen para los acusados por el procés independentista de 2017. Al ser preguntado si creía constitucional esa amnistía, se limitó a decir: "No me corresponde a mí decir qué es constitucional".

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Se da la circunstancia de que, hasta ahora, el PSOE ha rechazado la amnistía por entender que es inconstitucional. Así lo han repetido reiterada y públicamente sus diferentes portavoces y fue el argumento utilizado para inadmitir a trámite una proposición de ley en el Congreso en la pasada legislatura, en marzo de 2021.

"El diálogo es el método y la Constitución es el marco", es la frase que Sánchez llevaba preparada y que ha repetido durante su comparecencia ante los periodistas en la Moncloa.

Se refirió a la gestión de su Gobierno en la pasada legislatura, para "estabilizar y normalizar" la situación en Cataluña y explicó que Junts es un partido con siete diputados con el que hablará igual que con el resto, con la única excepción de Vox.

"Nosotros hablamos con todas las fuerzas políticas, salvo con una; y el PP habla sólo con esa fuerza política", señaló el líder socialista.

Sánchez dio a entender que aún no se han iniciado las conversaciones con eventuales socios de investidura, en contra de lo revelado por Aitor Esteban (portavoz del PNV),  aunque repitió que el acuerdo para lograr una Mesa del Congreso progresista es un punto de partida.

"Continuidad"

Por eso, aseguró que había trasladado al Jefe del Estado su "disposición a asumir la responsabilidad y valorar la investidura, tal y como deja clara la Constitución".

El proceso de investidura, explicó, no es en su opinión "un trámite de exhibición, sino que tiene como única finalidad reunir el respaldo parlamentario necesario para la formación de un nuevo Gobierno, con un proyecto político especial".

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Y por eso, el Partido Socialista, cree estar "en condiciones de aunar el respaldo parlamentario exigido, tal y como quedó acreditado la semana pasada en la Constitución de la Mesa", continuó Sánchez. El presidente en funciones le trasladó al Monarca su "voluntad de trabajar por articular la mayoría parlamentaria exigida para la formación de un Gobierno de progreso que dé continuidad a la tarea que hemos emprendido a lo largo de la pasada legislatura".

El líder del PSOE explicó reiteradamente que el del PP, Alberto Núñez Feijóo, carece de votos para una investidura, pero aseguró que respetaría si el Rey le encargara al político popular hacer frente a un debate y una votación para intentar asumir la presidencia del Gobierno.

Si se produjera la investidura fallida de Feijóo en los próximos días, eso serviría para poner en marcha el plazo de dos meses para alcanzar un acuerdo alternativo antes de repetir elecciones. De hecho, si Feijóo se sometiera la próxima semana a ese debate la fecha de una eventual repetición podría ser el 17 de diciembre.

Fuentes del Gobierno explican que esa investidura fallida de Feijóo les serviría, además, para visualizar la soledad del PP, sólo acompañado de Vox y con imposibilidad material de llegar a la mayoría simple necesaria.