El Consejo de Ministros ha aprobado este martes, en segunda lectura, la Ley Orgánica del Sistema Universitario. La reforma total de las universidades iniciada por el exministro Manuel Castells ha sido presentada por el titular de la cartera de Universidades, Joan Subirats, quien ha eliminado el carácter centralizador que había impuesto su predecesor.

El ministro de Universidades, perteneciente al grupo de los comunes en el acuerdo del Gobierno de Coalición, ha despojado de centralidad la ley universitaria, dando total libertad a los claustros para aspectos que Castells sí había estipulado.

De esta forma, Subirats se evita problemas con los rectores de las universidades más independientes. Deja que aspectos como la representación de los distintos colectivos en los órganos, sus funciones o la elección del rector y los decanos, queden en mano de los estatutos de cada universidad.

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En rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro de Universidades, Joan Subirats, ha asegurado que esta ley mira "hacia el futuro" y prepara a las Universidades en la búsqueda de "talento e internacionalización". 

El anteproyecto va a entrar la semana que viene para su tramitación parlamentaria y, según fuentes del Ministerio de Universidades, se prevé que entre en vigor durante el año 2023. 

La alta precariedad laboral de las universidades es una de las cosas que más ha preocupado a Joan Subirats. Su objetivo final es dignificar las condiciones laborales del profesorado asociado, convirtiendo sus plazas temporales en indefinidas.

La medida es una de las más aplaudidas por los sindicatos porque convertirá en indefinidos a unos 25.000 profesores asociados. Esto supondrá una reducción de la temporalidad del sistema universitario, pasando del 40% que fija la ley actual al 8%.

Además, se incorporan otra serie de medidas para que el profesorado temporal pueda acceder y promocionar en la carrera académica, mediante el reconocimiento de su experiencia docente en algunos concursos a Ayudante doctor o el fomento contratos predoctorales para quienes quieran incorporarse a la carrera académica.

Con el cambio de la ley, la figura del profesor asociado vuelve a tener su valor inicial: aportar con su experiencia laboral conocimiento a materias específicas. Es por ello por lo que sólo podrá tener una docencia de 120 horas lectivas.

PIB

Subirats se atreve, además, a poner cantidad a la inversión que el Estado debe de hacer en la Universidad. En un primer momento, los borradores iniciales también hablaban de un compromiso de gasto "mínimo" del 1% del PIB, pero cuando se presentó el texto en primera lectura, este apartado se borró.

Ahora Subirats vuelve a comprometerse a ese porcentaje. Actualmente, los datos actuales de gasto indican que se invierte, de media, el 0,7% del PIB.

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Tanto el departamento de Subirats como el de la ministra de Educación, Pilar Alegría, llevan toda la legislatura apostando por la formación "a lo largo de la vida".

En este sentido, las universidades van a tener títulos propios de formación a lo largo de la vida mediante modalidades diversas, incluidas microcredenciales, microgrados y otros programas de corta duración, que podrán tener reconocimiento académico. Subirats ha explicado que esta formación es algo que "está pidiendo Europa".

Diez años para ser doctor

Para los que deciden continuar con la académica tras terminar su carrera, la LOSU también simplificará el proceso. Una de las novedades más llamativas para los futuros doctores es que sólo podrán pasar diez años desde el inicio de los estudios hasta la estabilización.

El acceso a la carrera se realizará con la figura del Ayudante doctor, con un contrato de 6 años (en vez de los 5 de la LOU), eliminando la acreditación para esta figura, al igual que se hace en el resto de los países europeos, y accediendo por concurso público. Con ello se avanza la edad de entrada y se permite también atraer talento internacional.

Pasados estos 6 años se podrá alcanzar la estabilización a través de las figuras de Titular de Universidad o bien de Permanente Laboral, mediante la acreditación pertinente y un concurso público. La figura de promoción será la de catedrático.

Más Igualdad

El texto del nuevo ministro sí mantiene aspectos que puso en marcha su predecesor, como mejorar la igualdad de género en las aulas, tanto con programas de concienciación como potenciando la presencia de mujeres en el ámbito académico.

Para ello, la ley prevé que se podrán establecer "medidas de acción positiva" en los concursos de acceso a plazas de personal docente e investigador funcionario y contratado "para favorecer el acceso de las mujeres".

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"A tal efecto -explica el texto-, se podrá establecer reservas y preferencias en las condiciones de contratación, de modo que, en igualdad de condiciones de idoneidad, tengan preferencia para ser contratadas las personas del sexo menos representado en el cuerpo docente o categoría de que se trate".

Además, el proyecto del ministro de Universidades pretende que todos estos centros favorezcan la "corresponsabilidad en los cuidados" y aseguren el ejercicio efectivo de los derechos de conciliación de la vida laboral y familiar de su personal.

Con este fin deberán, aplicar criterios que aseguren la "igualdad efectiva" de todas las personas. "En la aplicación del régimen de dedicación y el acceso a los programas de movilidad que sean de su competencia", concreta el texto. 

Como ejemplo de esta actividad de conciliación entre la vida laboral y la familiar, la norma prevé que se reduzcan las horas de actividad docente para "corregir las desigualdades de mujeres y hombres en la carrera académica investigadora".