El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado este martes su dimisión como portavoz nacional del Partido Popular "de común acuerdo" con su presidente, Pablo Casado. El regidor, ubicado en medio de la pugna entre Génova y Puerta del Sol, pretende así dedicarse "en exclusiva" a la gestión del Ayuntamiento.

Se hacen realidad los rumores, que se han alimentado por el silencio que el regidor ha mantenido durante cuatro días en plena crisis del PP. Estos se han consumado este martes, cuando Almeida ha asegurado que su "compromiso" por Madrid está "muy por encima" de sus "responsabilidades orgánicas" y de las siglas de su partido

José Luis Martínez-Almeida siempre se ha mostrado incómodo en su papel de portavoz nacional. Una responsabilidad orgánica que asumió a propuesta de Pablo Casado tras la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo en una vuelta de tuerca a la estrategia de Génova, pergeñada por el secretario general Teodoro García Egea.

"He tenido conversaciones con el presidente en los últimos meses y hemos tomado la decisión de común acuerdo. En el PP tenemos claro que las instituciones están por encima de los intereses del partido", ha expresado este martes el primer edil, que ha admitido que llevaba tiempo cuestionando la viabilidad de mantener ambos cargos.

Desgaste

El alcalde de Madrid ha acusado durante meses esta doble responsabilidad, muy criticada por la oposición madrileña, y es por eso que quería desde hace tiempo dedicarse íntegramente a la vida municipal. Sobre todo, teniendo en cuenta que resta un año hasta las próximas elecciones y su desgaste empieza a reflejarse en las encuestas.

Al desgaste de este doble cargo se le sumó, durante al menos dos meses, la carga adicional de haber sido el escogido por Génova para disputar la presidencia del PP de Madrid a Isabel Díaz Ayuso, contra su voluntad -sus asesores admitían entonces que era un "suicidio político"-. Pero entonces llegó la tregua, aunque fue frágil y corta.

Después de que la direccion nacional del partido desistiera de presentar una candidatura alternativa, y tras la paz escenificada en la campaña de Castilla y León, se desató la guerra. Y esta le salpicó, por la posible intervencion de un directivo de la Empresa Municipal de Vivienda de Madrid en el espionaje a Isabel Díaz Ayuso.

Almeida ha insistido en este sentido en que no hay pruebas que impliquen al Ayuntamiento en ningún intento de espionaje a la presidenta madrileña, y ha defendido que se llegará "hasta el final" y se depurarán responsabilidades. También ha garantizado que el PP apoyará cualquier iniciativa de los otros grupos parlamentarios para investigar lo sucedido. "No tenemos nada que ocultar", ha zanjado.

Villacís descarta moción

Quien también se sumará a estas iniciativas es Ciudadanos, cuya líder en la capital, la vicealcaldesa Begoña Villacís, ha expresado este martes su enfdado con su socio de Gobierno. "Han intentado utilizar este Ayuntamiento como un chiringuito. Yo no me tengo que enterar al mismo tiempo que todos los madrileños de que hay una investigación en la EMVS durante dos meses. Ofrecemos lealtad y respeto pero quiero que me asegure aquí y ahora que no hay nada más, porque lo vamos a encontrar", ha lanzado durante su intervención en el Pleno de Cibeles.

Pese a todo la vicealcaldesa le ha traslado a Almeida que la formación liberal mantendrá su lealtad, descartando una posible moción de censura en la capital. Y eso que ha reconocido que "media España" se la ha pedido...

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