–¿A qué se debe la salida de Albert Rivera?

–Nosotros somos los primeros sorprendidos. Nos hemos enterado por la prensa. Su rendimiento era casi nulo. La noticia ha llegado después de varios requerimientos. Llevábamos meses exigiéndole un cambio.

Así arranca la conversación telefónica con un portavoz oficial de Martínez-Echevarría & Rivera abogados, un bufete que, en los próximos días, se desprenderá del apellido de quien fue presidente de Ciudadanos. EL ESPAÑOL ha tratado, sin éxito, de contrastar esta versión con el propio Rivera.

Sin embargo, fuentes de su entorno rebaten la versión de Martínez-Echevarría. Los acusan de mentir y refieren que sus abogados –los de Rivera y Villegas– enviaron esta mañana, a las 8:49, un mail al despacho para resolver los contratos entre acusaciones de "incumplimientos". Además, el letrado contratado por Rivera llamó a las diez de la mañana a Vicente Morató, el CEO de Martínez-Echevarría.

Rivera se desvincula de la firma malagueña. Sin embargo, todavía no se lo ha comunicado personalmente a quienes lo contrataron hace ahora casi dos años. "Nos hemos intentado poner en contacto con él, pero no ha habido manera". Son palabras de esta misma fuente; un todavía compañero de Rivera y fundador de la empresa.

José Manuel Villegas, mano derecha en Ciudadanos y vicepresidente ejecutivo del bufete, también deja Martínez-Echevarría. Este periódico ha confirmado de fuentes de su entorno que ninguno de los dos regresará a la política, pese a los rumores que situaban a Rivera en la órbita del PP.

Los incumplimientos que alegan Rivera y Villegas son, a grandes rasgos, estos tres: Martínez-Echevarría no hizo al catalán también presidente de Right Opinion –la sociedad a través de la que opera el despacho–, no se le transfirió el 5% de esta misma sociedad y no se pagó a ninguno de los dos las variables recogidas por el contrato. En Martínez-Echevarría, preguntados al respecto, prefieren "no entrar en detalles".

El fichaje de Rivera

Albert Rivera fichó por Martínez-Echevarría, un conocido despacho malagueño en plena expansión, a principios de marzo de 2020. Tanto él como Villegas rubricaron un contrato por cinco años. El compromiso, finalmente, apenas ha durado dos.

"No es que le presionáramos. Le pedíamos una mejora en todos los estándares que hacen que un despacho de abogados sea de calidad. La exigencia era totalmente razonable", sostienen fuentes oficiales del despacho.

Martínez-Echevarría, confirman estos mismos portavoces, ha seguido creciendo en estos dos últimos años, aunque los socios fundadores "desvinculan" esa tendencia del papel de Rivera: "Es un incremento sostenido, fruto de cuarenta años de trabajo".

Albert Rivera anunció su incorporación con una multitudinaria rueda de prensa en marzo de hace dos años, pocos meses después de abandonar la política. En el retrovisor quedaba la debacle de Ciudadanos en las elecciones de noviembre de 2019.

Declinó responder a todas las preguntas relacionadas con la política. Mostró su "ilusión" por dedicarse a la abogacía: estudió Derecho y no lo hacía desde su paso por La Caixa antes de entrar en Ciudadanos.

La sintonía exhibida con los socios de Martínez-Echevarría fue absoluta. Rivera tuvo varias ofertas entre las que escoger. Le sedujo la relación con Málaga del despacho –el expolítico tiene allí sus raíces familiares– y el plan que le propusieron: una fuerte expansión por España y Portugal, además de la consolidación nacional de la firma.

Al poco de llegar, Rivera añadió su apellido al nombre de la empresa y nombró vicepresidente ejecutivo a José Manuel Villegas, que había sido su mano derecha mientras estuvo al frente de Ciudadanos.

Ninguno de los dos regresará, por el momento, a la política y se emplazan a nuevos proyectos en el ámbito de la empresa. La discordancia entre las versiones aportadas por unos y otros en torno a lo sucedido augura una salida escabrosa.

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