El pasaporte Covid ha generalizado su uso durante la sexta ola como un intento desesperado de las Comunidades Autónomas para desacelerar los contagios derivados de la variante ómicron. La medida empieza ahora a descartarse después de no haber tenido la eficacia deseada: empezó a implantarse a finales de noviembre y no evitó que la curva de contagio se disparase.

Asturias y Cantabria ya han suprimido el pasaporte Covid, mientras que la Comunidad Valenciana empieza a plantearlo. Otras como La Rioja, Andalucía o Navarra ponen fecha final a su utilización: finales de enero.

Las Comunidades toman la decisión con la bajada de los contagios (desde el martes la incidencia está descendiendo en el conjunto del país) y esperando que no haya un repunte.

Los expertos, sobre todo internacionales, piden cautela a la hora de dar por terminada esta sexta ola asegurando que una bajada de los contagios no se refleja directamente en las UCI o las plantas de hospital. Para eso todavía quedan dos semanas.

Pero es cierto que la decisión que están tomando las Comunidades Autónomas de quitar las medidas de contención del virus (como el pasaporte Covid o el toque de queda nocturno, como es el caso de Cataluña) no es algo aislado en Europa.

En Francia se acaba de anunciar la eliminación de las mascarillas en el exterior ante la ralentización de los contagios, y en Reino Unido ya no será obligatorio usarlas en el transporte público, cines o teatros.

Al final, lo que han decidido hacer las autonomías es relajar la presión hacia el ciudadano coincidiendo con la mejoría de la incidencia por primera vez en 11 semanas de incrementos ininterrumpidos.

Cantabria

Una de las regiones que primero implantó medidas para detener el aumento de la sexta ola fue Cataluña, pero todavía sigue liderando los contagios diarios.

La Generalitat ya ha anunciado la eliminación del toque de queda nocturno aunque, por el momento, el resto de restricciones como el pasaporte Covid, los aforos o el cierre del ocio nocturno, todavía estarán vigentes una semana más. Fuentes oficiales aseguran que están planteando eliminarlas poco a poco, pero que, como mínimo, esperarán al fin de la sexta ola.

Una de las primeras en lanzarse a eliminar medidas ha sido Cantabria. Su director general de Salud Pública, Reinhard Wallman, anunció el pasado martes que el pasaporte Covid "no cumple el objetivo" de cortar la transmisión del virus en espacios interiores ahora que domina la variante ómicron, más contagiosa y que esquiva mejor el sistema inmunitario.

Imagen de un vacunódromo casi vacío.

En el caso cántabro (como otras muchas CCAA) se apostón por el pasaporte Covid como un elemento "motivador" a la hora de incrementar las vacunaciones. Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, muchas regiones siguieron sus pasos y vieron como, las primeras semanas, tuvo un efecto muy positivo.

En Cantabria ha ocurrido lo mismo y, aunque desde que entró en vigor este pasaporte, el Servicio Cántabro de Salud ha registrado 5.700 primeras vacunaciones, este incremento de los pinchazos se ha ido ralentizando.

La propia consejería ha reconocido que el "efecto motivador" que tenía el pasaporte para hacer que la población se vacunara ya está cumplido, pues en las últimas semanas ese número de primeras vacunaciones "ha ido disminuyendo". 

Asturias

La siguiente en dar el paso ha sido Asturias, que anunció el jueves que copiaba la decisión de sus vecinos y el pasaporte Covid dejaba de ser obligatorio y, además, reabrían el ocio nocturno aunque con restricciones.

El resto de Comunidades, según fuentes consultadas por este medio, están esperando a que caduquen los permisos que les dieron los Tribunales de Justicia autonómicos para no tener que renovarlos.

Este es el ejemplo de Andalucía, que tiene el pasaporte Covid vigente hasta el 31 de enero para acceder a la hostelería, el ocio nocturno, hospitales y residencias. La Junta no se plantea renovarlo aunque esperará a anunciarlo según evolucione la sexta ola.

En el País Vasco, por otro lado, las restricciones están vigentes hasta el 28 de enero. Tiene aforos reducidos y horarios limitados hasta la 1.00 en ocio nocturno y bares. Algo parecido sucede en Navarra o La Rioja, donde las medidas están vigentes hasta finales de mes o principios de febrero.

Hay que recordar que sólo cuatro CCAA se abstuvieron de solicitar el uso del pasaporte Covid-19. Extremadura, Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha fueron las excepciones aunque, como muestra la evolución de la pandemia durante los meses de diciembre y enero, esto no les acarreó más contagios. Al revés. La evolución de sus curvas de incidencia acumulada ha sido más pronunciada en las regiones del norte de España y Cataluña, donde sí apostaron por la medida y, aun así, ha impactado más la sexta ola.

Con todo ello, algunas autonomías siguen confiando en el pasaporte Covid. Alentadas por la proximidad de los carnavales (una de sus fiestas más importantes) en Canarias han ampliado su utilización hasta finales de febrero. Algo similar a lo que ha ocurrido en Galicia (en su caso hasta el día 12) que van a exigir el pasaporte Covid los fines de semana para "evitar aglomeraciones".

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