El Gobierno se ha anotado este jueves dos triunfos parlamentarios. El Pleno del Congreso ha rechazado las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Vox a la Ley de Garantías de Libertad Sexual —la conocida como ley del sólo sí es sí— impulsada por el Ministerio de Igualdad que encabeza Irene Montero.

De igual manera, la Ley de Memoria Democrática continuará su tramitación parlamentaria en la Cámara Baja al no contar con apoyos suficientes, de nuevo, las enmiendas en su contra de PP, Vox y Esquerra Republicana, que la veía insuficiente.

Sin embargo, la luz verde que ha dado el Pleno a ambos textos ha tenido un fogonazo naranja de siete minutos. Durante su intervención en la tribuna, el diputado de Ciudadanos Guillermo Díaz ha dedicado su turno de palabra a afear a derecha e izquierda sus incongruencias con respecto al asunto.

Díaz ha iniciado su discurso manifestando que "ningún país debería descansar mientras alguno de sus hijos esté en las cunetas". Se planteaba también que quizá la Ley de Memoria "pretenda honrar a quienes han sido asesinados por el totalitarismo", que sea una norma que "abomine del homicidio en masa, que honre a quienes han muerto por la libertad", en un intento de desentrañar el "espíritu, la razón última" del texto.

Pero el diputado no tardaba en descartar esta idea, tras recordar las intenciones de PSOE y Podemos de convertir la apología del franquismo en delito, a la par que, desde el partido morado, abogan explícitamente por despenalizar el enaltecimiento del terrorismo.

"Esto nos lleva a pensar que la intención última de esta norma [la Ley de Memoria] no es honrar a las víctimas", expresaba el diputado. "Ley de Memoria para unos, Ley de Amnesia para otros", comparaba, ante la mirada del ministro Félix Bolaños, cuyo departamento —el de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática— apadrina la norma.

Díaz volvía a insistir: "La razón por la que ustedes consideran que ya se puede hacer enaltecimiento del terrorismo es que ETA ya no existe; y al mismo tiempo proponen prohibir la exaltación del franquismo, pero no aplican la misma lógica que con el terrorismo [etarra], porque Franco tampoco existe, salvo en la cabeza de algunos".

Por ello, Díaz recalcaba "lo difícil que se hace creer en la honestidad de esta ley".

Fabio, Carmen y Paco

Para ilustrar su postura, el diputado naranja ha mostrado desde la tribuna dos fotografías. La primera, en blanco y negro, de Carmen (9 años) y Paco, de 7; ambos, nacidos en Galicia y asesinados durante el bombardeo de Gernika, en plena Guerra Civil, cometido por la Legión Cóndor.

Tras ello, ha enseñado otra imagen: de Fabio, hijo de un guardiacivil y asesinado en 1991 en un atentado de la banda terrorista ETA en Erandio (Vizcaya). "Esto es memoria también", incidía el diputado.

"Yo no dudo que estos niños —proseguía señalando la imagen de Carmen y Paco— merezcan un homenaje, pero, ¿me quieren decir por qué este niño no merece honrarse en una ley y ser protegido de los homenajes a sus asesinos?", se preguntaba.

"¿Se imaginan que a Hugo Sperrle, el nazi responsable de la Legión Cóndor durante el bombardeo, le hicieran homenajes en Gernika el día de su jubilación y le recibieran con cohetes y aplausos?", planteaba. 

Para responderse, Díaz ha mostrado otra imagen; en este caso, de Javier Martínez Izaguirre, uno de los tres condenados por el atentado que mató a Fabio. "Fue recibido con cohetes en su pueblo", reponía. "Si un asesinato es menos grave que otro, es que ven algo de razonable en uno de los dos asesinatos", zanjaba.

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