El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha avanzado que el Consejo de Ministros de este próximo martes declarará "zonas gravemente afectadas por emergencia de Protección Civil a todas las comunidades autónomas que hayan sufrido incendios a lo largo de este verano y otro tipo de catástrofes naturales".

"El compromiso del Gobierno de España es total, y una vez mitigado el incendio, lo que tenemos que hacer entre todas las administraciones, el Gobierno de España el primero, es poner los recursos para recuperar la normalidad y las oportunidades y el desarrollo de estos maravillosos territorios que tenemos en nuestro país", ha apostillado Sánchez en una visita a la zona afectada por el incendio que se declaró hace una semana entre Navalacruz y Cepeda de la Mora. 

Este es el fuego más grave en lo que va de año y uno de los más grandes de los últimos 21 años, pero no el único que ha provocado preocupación en las últimas semanas. Así, Sánchez ha subrayado que los fuegos, como también otras catástrofes naturales, que viene sufriendo el país a lo largo de este año empiezan a ser ya una "tónica habitual".

Cada vez, ha dicho, estos incendios surgen "con una mayor cadencia a lo largo del tiempo y con mayores consecuencias y mayor impacto sobre el territorio", algo que, ha incidido tiene "mucho" que ver con el calentamiento global del planeta y con el cambio climático.

"El fuego y los incendios no solamente arrasan con nuestro patrimonio natural, también lo hacen con nuestros ecosistemas, con nuestra rica biodiversidad, y con algo muy importante para los vecinos de todo este territorio, su patrimonio, sus hogares, sus casas, sus lugares de trabajo, que son los cultivos (...)", ha apostillado.

Sánchez ha concluido su declaración con un llamamiento a la prevención por parte de "todos los ciudadanos". "El incendio que se evita es el incendio que tratamos entre todos de prevenir y de anticipar", ha dicho. 

Incendio de Navalacruz

El fue que ha arrasado los terrenos que ha visitado Sánchez comenzó el pasado sábado después de que un vehículo comenzara a arder a la altura del kilómetro 38.000 de la N-502 (Ávila-Córdoba). Desde el arcén, las llamas comenzaron a extenderse hacia un monte cercano a una gran velocidad, favorecidas por las elevadas temperaturas que se registraron esa jornada.

A esa circunstancia se sumaron los elevados vientos cambiantes y la escasa humedad, además de los importantes incendios que se fueron sucediendo durante la jornada en otros puntos de la provincia como El Raso, un anejo de Candeleda, al suroeste de la provincia.



Conforme fue aumentando la gravedad del fuego, comenzaron a movilizarse numerosos medios humanos y materiales de todas las administraciones y de varias comunidades autónomas, hasta llegar al millar de efectivos, incluidos los de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Hasta este sábado, seis días después, la Junta de Castilla y León no ha rebajado al menor nivel de peligrosidad -el nivel 0- el incendio, que ha arrasado cerca de 22.000 hectáreas de terreno, en su mayoría pasto. 



De la superficie destruida 16.798,14 hectáreas eran arboladas, 25.305,79 hectáreas de matorral y monte abierto y 4.365,02 hectáreas de vegetación herbácea (pastos y dehesas)

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