Bruselas

Ha costado mucho más tiempo del previsto por la "complejidad" del asunto, pero al final Bruselas asume el acuerdo que alcanzaron España y Reino Unido la pasada Nochevieja para derribar la Verja de Gibraltar. La Comisión Europea ha adoptado este martes el mandato para negociar con Londres el estatus del Peñón en la UE tras el brexit, cuyo objetivo es eliminar los controles de personas y mercancías en la frontera terrestre entre España y Gibraltar y garantizar a la vez la integridad del espacio Schengen y del mercado único.

El mandato tiene que ser todavía aprobado por los Veintisiete, tras lo cual el Ejecutivo comunitario podrá iniciar negociaciones formales con el Gobierno británico. El acuerdo final podría sellarse definitivamente a finales de 2021, lo que permitiría eliminar los controles a partir de 2022, según ha dicho el secretario de Estado para la UE, Juan González-Barba. Es decir, medio año más tarde del plazo inicial que se habían fijado Madrid y Londres. 

"Al presentar este proyecto de mandato, estamos cumpliendo el compromiso político contraído con España de iniciar las negociaciones de un acuerdo separado entre la UE y el Reino Unido sobre Gibraltar. Se trata de un mandato detallado, cuyo objetivo es generar consecuencias positivas para quienes viven y trabajan a ambos lados de la frontera entre España y Gibraltar", ha dicho el vicepresidente de la Comisión encargado de las relaciones con Londres, Maros Sefcovic.

Gibraltar no está incluido en el ámbito de aplicación del Acuerdo de Comercio y Cooperación que firmaron la UE y Reino Unido a finales de 2020, y que define las relaciones entre los dos excónyuges tras el divorcio. Bruselas se comprometió a negociar un pacto separado sobre Gibraltar sólo si España lo solicitaba, como así fue tras la entente entre Madrid y Londres en Nochevieja. 

El mandato negociador se basa precisamente en este acuerdo político que España y el Reino Unido alcanzaron el 31 de diciembre del año pasado, ya en tiempo de descuento del brexit. Bruselas no entra en las cuestiones de soberanía y jurisdicción y se centra en la cooperación en la región.

La celebración de ese acuerdo resultará beneficiosa, habida cuenta de la proximidad geográfica y la interdependencia económica de Gibraltar con la Unión, sostiene el Ejecutivo comunitario. El pacto tiene por objeto crear una nueva relación entre la Unión y el Reino Unido con respecto a Gibraltar que elimine las barreras físicas a la circulación de personas y mercancías para contribuir a la prosperidad compartida de la región.

Por lo que respecta a la circulación de personas, el acuerdo pretende "eliminar las estructuras físicas existentes, manteniendo no obstante el principio de que Gibraltar no pasaría a formar parte del espacio Schengen, libre de controles en las fronteras interiores, ni de la unión aduanera".

Las personas residentes en Gibraltar seguirán considerándose nacionales de terceros países a efectos del derecho de la Unión, pero tendrían derecho a acceder sin visado al espacio Schengen durante un período máximo de 90 días dentro de cualquier período de 180 días. Quedarán exentas de la obligación de sellado del pasaporte, del sistema de control de entradas y salidas de la UE y de la obligación de una autorización previa de viaje. Además, no se denegará la entrada en el territorio de Gibraltar a las personas que residan legalmente en él.

Control a cargo de España

Para garantizar la plena protección del espacio Schengen, "el control y la vigilancia de las fronteras exteriores se realizarían en el puerto, el aeropuerto y las aguas de Gibraltar y correrían a cargo de España, en aplicación de las normas vigentes de la UE", sostiene el mandato de negociación.

"Los guardias de fronteras españoles tendrían todas las competencias necesarias para llevar a cabo los controles y la vigilancia de las fronteras y cumplir con las obligaciones consiguientes, como las actuaciones promovidas por las descripciones en las bases de datos (por ejemplo, denegaciones de entrada)", prosigue el texto.

Pese a tener la responsabilidad última, el Ejecutivo comunitario señala que España ya le ha manifestado su intención de solicitar asistencia a Frontex (la Agencia Europea de Fronteras y Costas) para controlar el puerto y el aeropuerto del Peñón. Así lo acordaron Madrid y Londres en diciembre para sortear la negativa de las autoridades gibraltareñas a la presencia de policía española. Frontex ejercerá estas funciones durante un periodo transitorio de cuatro años.

En relación con la circulación de mercancías, el objetivo del acuerdo previsto es eliminar las barreras físicas a su libre circulación, barreras que incluyen cualquier tipo de infraestructura física o puesto de control, además de las correspondientes inspecciones y controles de las mercancías entre Gibraltar y la Unión.

Para ello, Bruselas negociará una unión aduanera entre la UE y Reino Unido pero limitada exclusivamente a Gibraltar. El Peñón tendrá que aplicar las reglas comunitarias sobre el mercado único de mercancías, armonizar su régimen tributario para mercancías con el de España y reforzar la cooperación fiscal y aduanera, así cmo la lucha contra el fraude, el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

El acuerdo sobre Gibraltar abarcará también los ámbitos del transporte, el medio ambiente y el clima, la coordinación de la seguridad social y los derechos de los ciudadanos.

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