La izquierda marxista-leninista continúa creciendo en España como reacción a la institucionalización de Unidas Podemos. Al partido que dirigirá a partir de este domingo Ione Belarra le nace un nuevo competidor por el extremo zurdo que aglutina cada vez más seguidores: Reconstrucción Comunista.

Son precisamente ellos quienes, a través de la plataforma Frente Obrero, están detrás de los escraches organizados a los dirigentes podemitas. Desde el que sufrió Pablo Iglesias en la Universidad Complutense hasta el padecido recientemente por la ministra de Igualdad, Irene Montero: "Vividora, financias chiringuitos que no hacen nada por la gente trabajadora".

Reconstrucción Comunista nació en 2009 con el fin de unificar "todo el potencial del proletariado, de las masas trabajadoras, en defensa de sus intereses inmediatos contra la burguesía y sus políticas imperialistas". Entonces, contaba con cinco militantes en toda España. En estos momentos, ya son más de 1.500. Y siguen creciendo. Son ellos quienes marcharon por Madrid con pancartas de Lenin y Stalin, entre otros referentes de la izquierda más radical, en lo que pretendía ser una exhibición de poderío.

Una captura del vídeo que se ha hecho viral. @ctxt_es Twitter

Su secretario general es Roberto Vaquero, exalumno de Iglesias en la Universidad Computense de Madrid y condenado a un año y tres meses de prisión por "pertenencia a grupo criminal". En conversación con EL ESPAÑOL, atribuye el auge de su partido a que "el pueblo está desencantado con Podemos" porque "han vendido a los obreros", pero ve también una razón más profunda: "En España, el PCE se ha disuelto y nosotros somos los únicos que tenemos una estructura y cultura militante como en los años 30".

Muchos son sus puntos de fricción con la formación morada. Confrontación directa con Marruecos, patriotismo desacomplejado, rechazo al feminismo hegemónico, así como una enmienda a la totalidad de las políticas que desde el Gobierno de coalición preconizan como "progresistas" pero que desde el marxismo entienden como "posmodernas".

El secretario general de Reconstrucción Comunista, Roberto Vaquero.

"Yo creo que la izquierda ha abandonado el sujeto revolucionario", arguye Vaquero, que abunda: "La clase obrera para PSOE y Podemos es inexistente; la han abandonado por un conjunto de luchas fantásticas que creen que van a cambiar el mundo".

"Hay que recuperar la clase obrera y dejarse de filosofar sobre ecologismo o feminismo queer o los trabajadores van a terminar votando a Vox", advierte. Y eso que Vaquero no es de la opinión de que el partido de Santiago Abascal sea "fascista" o "ultraderecha": "Son populistas de derechas; ahora, a todo lo políticamente incorrecto lo llaman fascista y están desvirtuando el término".

Sus propuestas

Los principios del partido son "organización", "formación" y "combate". Por eso organizan campamentos de verano: para inculcar "valores comunistas a los militantes como la disciplina, la entereza ante las dificultades y el trabajo abnegado".

Su programa propone, entre otras cuestiones, "el derrocamiento de la Monarquía impuesta por Franco" para dar paso a una "república federal, popular y encaminada al socialismo". ¿En qué se traduce? En suprimir "el aparato represivo del Estado": Poder Judicial, administrativo, policía... hasta alcanzar un "régimen de carácter democrático para la clase obrera" pero "dictatorial" para "la burguesía y demás clases explotadoras".

En esta Arcadia marxista, el nuevo Estado será "laico y científico" y "se solucionará el problema nacional de España" mediante "el derecho a la autodeterminación": "Apostaremos por una unión voluntaria de todos los pueblos en un sólo Estado encaminado hacia el socialismo".

Aunque Reconstrucción Comunista se reivindica "marxista", este último punto tiene muy poco que ver con la doctrina de Karl Marx, según el filósofo Pedro Insua. "Los referentes nacionales de Marx, sobre los cuales operarían sus planes de transformación revolucionaria, son las grandes naciones canónicas (España, Francia, Italia, Rusia, etc.) y no los fragmentos de nación etnolingüísticos que tanto Marx como Engels consideraban una rémora del Antiguo Régimen que servía de lastre y freno para el desarrollo del Estado socialista", arguye.

Insua añade que "hablar de proletariado, hoy en día, es confuso totalmente" porque "nadie sabría decir dónde está hoy". Por ello, cree que las proclamas marxistas-leninistas de Reconstrucción Comunista se quedan "en un terreno formalista y propagandístico": "Capitalismo, proletario o clase trabajadora son nociones sin referencia real, o muy confusa. Un autónomo, ¿pertenece a la clase trabajadora? ¿Y un pequeño empresario?".

Elecciones 2023

Fermín Turia, miembro de la Junta Nacional de Frente Obrero (plataforma que compone Reconstrucción Comunista), presume de que el partido ha ido, con el tiempo, "ganando visibilidad y notoriedad". Y eso les ha permitido "ampliar la base organizativa a nivel de afiliación y simpatizantes en actos y en redes sociales".

Admite, incluso, que gente de Vox se ha unido a sus filas. "Hay gente dentro que no comulga con el comunismo, pero que viene llamada por el patriotismo y no tanto por las ideas de la izquierda clásica". Esta gente, según Turia, "entiende esa concepción transformadora, revolucionaria y combativa que no tiene que ver con la dicotomía izquierda-derecha a nivel institucional".

Su auge responde a lo que el politólogo Hasel Paris llama "ruptura de la izquierda": "El marxismo buscaba el empoderamiento de los trabajadores (que en España son mayoritariamente hombres blancos y heterosexuales), mientras que la izquierda posmoderna busca el empoderamiento en contra de los hombres blancos heterosexuales".

Paris sostiene que el Frente Obrero tiene en común con los partidos comunistas europeos (tales como el ruso, el normacedonio o el moldavo) que ha combinado "una visión económica socialista con una visión cultural que podríamos denominar conservadora por patriota, proteccionista y familiar". Y de ahí que tenga un nicho tan amplio a explotar.

Frente Obrero organizará pronto su congreso fundacional. Su objetivo, admiten sus dirigentes, es presentarse a las elecciones generales que previsiblemente se celebrarán en 2023.

Noticias relacionadas