El juez Santiago Pedraz, titular del Juzgado Central de Instrucción nº1 de la Audiencia Nacional, ha decretado el archivo de las acusaciones que pesaban sobre la matriarca del clan Pujol, Marta Ferrusola, en base a su demencia sobrevenida.

Ferrusola esquivará así el juicio por los delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, delito contra la Hacienda Pública y falsedad documental por los que sí serán juzgados su marido Jordi Pujol y sus siete hijos.

Ferrusola, a la que se atribuye un papel clave en el clan, alegó este mes de enero una demencia sobrevenida que, según sus abogados, le impediría afrontar su juicio. 

El escrito de los letrados de Ferrusola incluía un informe de la unidad de neurología del Hospital San Pablo de Barcelona que sostiene que la matriarca del clan sufre de Alzheimer desde 2018. Una dolencia que, supuestamente, habría empeorado a raíz de un accidente doméstico sufrido en agosto del año pasado.

La 'madre superiora'

Marta Ferrusola lo fue todo, o casi todo, en la Cataluña del pujolismo. Intocable en la prensa, las televisiones y las radios catalanas, que la temían más incluso que al propio Jordi Pujol, Ferrusola vio cómo su reputación se desvencijaba cuando se conocieron algunos detalles casi cómicos sobre su participación en las corruptelas del clan familiar.

Entre ellos, ese documento en el que se calificaba a sí misma de “madre superiora” y en el que pedía a uno de los bancos con los que trataba que transfiriera “dos misales” (dos millones de pesetas) a la “biblioteca del capellán de la parroquia”, el nombre en clave con el que Ferrusola se refería a su primogénito Jordi Pujol Ferrusola.

A partir de ese momento, y ante la evidencia de que la reina del clan Pujol andaba desnuda, apenas fue cuestión de tiempo que la prensa local fuera publicando, generalmente en artículos de opinión (casi nunca informativos), el proceder habitual de una familia y de una Marta Ferrusola cuyas maneras recordaban a las que se suele atribuir en los libros de historia a la Carmen Polo del franquismo.

El clan Pujol sigue gozando de cierta protección entre los medios de comunicación locales, como demuestra el documental de TV3 Pujol, los secretos de Andorra, emitido ocho años después del inicio de la causa y que atribuye parte de los problemas de Jordi Pujol y su familia con la justicia a las maniobras de las cloacas de Villarejo.

Pero se trata sólo de los rescoldos de un procés que suele considerar todo proceso judicial contra alguno de los líderes nacionalistas, sea Jordi Pujol, Quim Torra o Laura Borràs, como una confabulación del Estado profundo destinada a abortar, o al menos dificultar, la futura independencia de la república catalana.

La única que escapa

Según ha informado la prensa regional catalana, la Fiscalía Anticorrupción solicita nueve años de prisión para Jordi Pujol Soley por los delitos de asociación ilícita y blanqueo de capitales, y 29 para el hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola, por los mismos delitos, a los que suma cinco más contra la Hacienda Pública y el de falsificación en documento mercantil. 

Para la exmujer de Jordi Pujol Ferrusola, la Fiscalía Anticorrupción pide 17 años de cárcel. Para otro de los hijos, Josep, pide 14 años de cárcel. Para los restantes cinco (Oriol, Mireia, Pere, Oleguer y Marta), ocho años de prisión. La Fiscalía pide también para la familia una multa de 38,7 millones de euros.

"No existen indicios sólidos que acrediten que el patrimonio acumulado por la familia provenga de una herencia familiar procedente del abuelo Florenci Pujol Brugat" dice el auto del juez José de la Mata, confirmado este 20 de abril por la Audiencia Nacional. La de la herencia familiar fue la justificación utilizada en 2014 por el expresidente de la Generalitat para los cuatro millones que habían sido detectados en cuentas andorranas.

La 'sagrada' inimputable

En la resolución que archiva la causa contra Marta Ferrusola, el juez afirma que "como señala el ministerio fiscal, se tienen que tener en cuenta las circunstancias que concurren en el presente caso y que se describen por la médico forense. Con eso procede decretar el archivo de las presentes diligencias de conformidad con el artículo 779 de la ley de enjuiciamiento criminal".

De no haberse archivado la causa, Marta Ferrusola debería haber sido juzgada por delitos similares a los de su marido. Al ser considerada inimputable, la matriarca será la única miembro del clan que escapa a la acción de la justicia. Un clan que se refería a sí mismo como "la Sagrada Familia" y que llegó a disponer en Andorra de 39 millones de euros de origen desconocido.

Esos millones fueron trasladados de uno a otro banco a lo largo de varios años en función de las necesidades de la familia. Parte de ellos fueron regularizados cuando se inició la causa judicial. Otros desaparecieron, supuestamente mediante transferencias a México que habrían alcanzado un mínimo de cuatro millones de euros.

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